En una jornada global para tratar el frecuentemente silenciado tema de la menopausia, la nutrición, el ejercicio y el suelo pélvico han de estar presentes en la conversación. Por eso, otra de las mesas redondas del gran evento 'MIDlife: El momento del cambio', que ha tenido lugar en la Universidad Camilo José Cela de Madrid ha versado sobre ello.
En el escenario del espacio tres expertos, Marcos Flórez, entrenador personal; Andrea Carucci, nutricionista, naturópata y divulgadora científica; y Laura Rojas fisioterapeuta. Todos ellos han analizado desde su ámbito profesional los cambios de esta etapa, cómo afectan y la manera de minimizar sus efectos.
Charo Izquierdo, consejera editorial de Magas, ejerce de moderadora y explica cómo "la bajada de estrógenos afecta al peso, a la hinchazón y la sequedad generalizada". Cita el libro de Carucci, SOS, menopausia a la vista, ¿y ahora qué hago?, para introducir el tema de cómo cambia la relación con la comida en esta etapa y preguntarle cuáles son los fallos más comunes que se cometen.
Marcos Flórez, Andrea Carucci, Laura Rojas y Charo Izquierdo.
La experta ha apuntado que "no todas somos iguales" y eso es lo primero que hay que tener en cuenta a la hora de cuidarse… y comer. "El mayor error es pensar que todas tenemos que hacer lo mismo. La autoobservación es fundamental", ha asegurado.
"No es que la menopausia nos dé un golpe y ya; la naturaleza nos concede la oportunidad de cuidarnos a nosotras mismas. Nos hemos dedicado a todo el mundo, y de eso tienen la culpa los estrógenos, en concreto el estradiol, que te obligaban a cuidar", explica.
La ciencia revela que la mujer es mucho más plena en menopausia, según sus propias palabras. Pero hay que adaptarse a la naturaleza cambiante. En cuanto a la nutrición, en esta etapa midlife, "si vas a comer, tienes que pensar qué harás después" para adaptar la dieta. "Se nos dio el sentido del gusto no sólo para comer, sino para pensar", asegura.
Otro error común es no ingerir proteínas suficientes, porque entonces perjudicará el músculo, y no incorporar suficiente fibra en la alimentación. En resumen, hay que adaptar la dieta a los cambios de la menopausia y a los hábitos personales
Y eso no significa privarte de todo lo que te gusta. Las ganas de dulce, muchas veces producida por el estrés, necesita "protocolos" para controlarlo y no comprarlo, porque "si no está en el armario" no puedo cogerlo. Atención, Andrea especifica que el ayuno intermitente no es la solución.
De deporte habla el único hombre de la mesa, Marcos Flórez, que deja clara una premisa: cuanto más tarde empieces más te va a costar. El ejercicio de fuerza (el lo llama de resistencia muscular) resulta crucial, adaptado a cada uno, pero "hay que evitar las clases colectivas, de grupo. Cada persona debe hacer su rutina".
Lleva 27 años entrenando a sus alumnas (que son la mayoría) y trabaja de manera personalizada. El entrenamiento ha de estar presente casi todos los días y combinarlo con la alimentación; "Según nos portemos con nosotros mismos, el cuerpo nos lo va a devolver".
Mesa redonda Nutrición, ejercicio y suelo pélvico
La charla continúa con la fisioterapeuta especializada en suelo pélvico, una zona fundamental en esta etapa de la vida de las mujeres. Cuidarla es un mandamiento midlife. "¿Hay que esperar a las evidencias o se puede prevenir?", le pregunta Charo Izquierdo.
Laura Rojas asegura que se han normalizado algunas cosas, como el dolor en las relaciones por la sequedad o las fugas de orina. Pero se pueden hacer cosas antes de que lleguen los síntomas, como cuidar la postura corporal, que es importante, y el entrenamiento.
En cualquier caso, prestarle atención al suelo pélvico evita riesgos como "ir un día a urgencias porque te ha salido un bulto en la vulva. Es un prolapso y se da cuando algún órgano pélvico desciende por la vagina". Se pueden resolver con cambio de hábitos.
Los ejercicios específicos para esta zona pasan por conocerla, saber dónde está y aprender a contraerla y relajarla. "Uno que todas deberíamos hacer es aprender a respirar porque estimula el suelo pélvico. Hay que empezar desde niños", apostilla Laura Rojas.
FInaliza la mesa con tres llamadas a la acción. "El ejercicio intermitente que ha puesto de moda Luis Enrique es ideal, cada hora hacer algo", dice el entrenador.
"Vamos a empezar por mirar la vulva,debemos perderle el miedo a tocar nuestro cuerpo y aprender a masajear la zona", añade la fisioterapeuta para evitar la atrofia de la vagina.
Andrea Carucci recomienda masticar de manera consciente para mandarle información al cerebro y no hablar durante el proceso: "Tengo que dar las gracias porque la ciencia muestra que eso activa parte del cerebro y los nutrientes se absorben mejor".
