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Hay que decirlo alto y claro, como la experta que ha participado en una de las ponencias en solitario de 'MIDlife: El momento del cambio': a partir de los 50 (edad aproximada) empiezan los sofocos y la falta de sueño, dos de los síntomas de la menopausia más habituales.

Alejandra Vallejo-Nágera titula su intervención en ese sentido: Conciliar el sueño: adiós al estrés. Y es que ambos términos están muy relacionados. "¿Quien no lo ha padecido alguna vez en su vida?", es la pregunta con la que comienza para luego explicar la unión entre este síntoma y los cambios hormonales de las mujeres en esta etapa.

"Hay un estudio de Harvard en el que se analizó lo que les gustaría obtener a mujeres y hombres en distintas edades. Ellas, antes de los 50, citaban entre sus prioridades tener buen acceso profesional y autonomía. A partir de los 55, era la de seguir siendo atractiva", explica. Tiene su razón de ser, porque la falta de estrógenos transforma la piel, surge la acumulación de grasa... Hay muchas cosas que de repente son distintas en el cuerpo (y para peor la mayoría).

Alejandra Vallejo-Nágera, psicóloga y divulgadora

Aquí entra en juego la autoestima. "Es clave porque está condicionada por el estrés. No es algo estable que se entrena y dura intacta; eso no es verdad", explica Alejandra. Tenerla depende de varios factores: cómo soy capaz de quererme en función de lo aprendido, la autoimagen que va cambiando sobre todo en menopausia, y la autovaloración.

Es decir, cómo nos percibimos. "Es muy importante trabajarlo en esta etapa, porque tenemos más experiencia y mucho que aportar a la sociedad. Hace de nosotras personas muy valiosas", dice Vallejo-Nágera. Para que no te genere estrés y que la vida no te sobrepase por lo que se espera de ti, "hay que aprender a soltar lastre y abrazar lo que podemos aprender".

Tanto es así, que la divulgadora y psicóloga asegura que los cursos de humanidades están llenos de mujeres en esa media edad tan transformadora.

No hay que olvidar el factor más importante de la autoestima, que es la competencia sexual, que preocupa mucho porque se ve afectada en menopausia por la baja lubricación, ausencia de libido... "Pero somos más sabias y expertas en la ternura, cariño, proximidad... más allá del calentón. La sexualidad es una conversación del cuerpo y se puede conversar de otra manera" explica Alejandra.

"Mi propuesta: autovaloración a saco", añade antes de hablar del tema central, relacionado con los anteriores. Nos referimos al sueño, que es crucial para la salud porque a través de él el cerebro limpia lo que no necesita.

"Con las hormonas se cambian los patrones del descanso. Se dice que tenemos que dormir 8 horas, pero ahora se ha descubierto que ese tiempo deseable no tiene por qué ser seguido", revela.

Así que si te despiertas a media noche, sabiendo lo anterior, "te relajas, te tranquilizas e intentas dormir otra vez". Y un consejo final: "Lo que nos hace felices, nos permite desparramar felicidad".