Gonzalo Sáenz de Miera, director de Cambio Climático y Alianzas de Iberdrola, durante su participación en el IV Foro Económico Español de Castilla-La Mancha.
Sáenz de Miera (Iberdrola): "Para que la industria pueda descarbonizarse hay que quitar impuestos a la electricidad"
El directivo destaca la electrificación como sinónimo de competitividad y señala la importancia de desarrollar la infraestructura eléctrica.
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La electrificación de la economía y la industria enfrenta dos grandes desafíos: la elevada carga impositiva en el precio de la electricidad y la falta de infraestructuras de red. "El 55% de la electricidad que se produce en España proviene de fuentes renovables y el 20% de la energía nuclear, lo que nos permite tener un coste eléctrico altamente competitivo", destacó Gonzalo Sáenz de Miera, director de Cambio Climático y Alianzas de Iberdrola, durante su participación en el IV Foro Económico Español de Castilla-La Mancha, organizado por EL ESPAÑOL en Toledo.
Sin embargo, el directivo advirtió que "en la tarifa eléctrica se incluyen muchos impuestos para financiar otras cosas", lo que provoca que la electricidad tenga una carga impositiva cuatro veces superior a su coste real. "Esto incentiva el consumo de gas", alertó.
Para Sáenz de Miera, la electrificación es clave para garantizar la competitividad y la autonomía energética, permitiendo a España y Europa reducir su dependencia de terceros países, como ocurre con los hidrocarburos de Rusia. Por este motivo, tal y como señala en Clean Industrial Deal de la Comisión Europea, hay que quitar impuestos y dar un precio a la electricidad que permita a la economía y a la industria descarbonizarse".
4. Gonzalo Sáenz de Miera, director de Cambio Climático y Alianzas de Iberdrola
El otro gran reto es el desarrollo de las redes eléctricas. "Muchas industrias quieren sustituir el gas por energías renovables, pero no tienen conexión a la red", explicó. En este sentido, subrayó la necesidad de un cambio de paradigma en la infraestructura eléctrica: "El objetivo es reducir los costes de la red. La industria y el transporte necesitan nuevas redes que permitan aprovechar las oportunidades industriales".
Sáenz de Miera destacó el caso de Castilla-La Mancha, una región que ha sido considerada un ejemplo para el resto de Europa. "Castilla-La Mancha apostó hace años por las energías renovables y hoy se posiciona como una región líder en el proceso de descarbonización". Además, ahora "busca atraer a industrias que puedan aprovechar esta ventaja competitiva, lo que la convierte en una de las regiones clave para la descarbonización en Europa", señaló.
En este sentido, Castilla-La Mancha tiene una triple ventaja: "tiene la energía renovable más barata, un territorio amplio y una base industrial sólida", señaló el directivo. Sin embargo, advirtió que para que este potencial se convierta en una realidad, "es necesario avanzar en políticas fiscales, ayudas, innovación y en una estrategia territorial clara".
Además, destacó la alianza Q-Cero, impulsada por Iberdrola, que busca escuchar a la industria para entender sus necesidades de descarbonización. "No es lo mismo la problemática del acero que la de la industria alimentaria", explicó, y anunció la preparación de un encuentro en para debatir estos temas con el sector industrial castellano-manchego.
Clean Industrial Deal
La guerra en Ucrania ha puesto de manifiesto la gravedad de depender de fuentes externas, como Rusia, y ha generado una mayor incertidumbre en el contexto internacional. En este sistema, el Clean Industrial Deal, presentado por la Comisión Europea recientemente, es clave.
La prioridad en Europa es la seguridad energética, seguida de la competitividad y el medioambiente. Según Sáenz de Miera, "no podemos depender de los hidrocarburos que no tenemos", por lo que es imprescindible avanzar en tecnologías propias que equilibren la industria europea con la externa. "La descarbonización es clave porque, en muchos sectores, ya es competitiva", agregó.
El gran reto para la industria europea es cómo llevar a cabo la descarbonización sin perder competitividad. Antes, este proceso suponía un sacrificio económico, pero, según Sáenz de Miera, "la revolución tecnológica ha cambiado el paradigma, lo mismo que ha ocurrido con los coches eléctricos y las baterías". Ahora, Europa debe descarbonizar su industria sin que ello implique perder capacidad competitiva en el mercado global.
