Nueve de los 10 vocales del Consejo General del Poder Judicial propuestos por el PSOE y Sumar votaron ayer a favor de un escrito en el que se planteaba "tomar medidas" y "reservarse las actuaciones correspondientes" por la huelga de jueces prevista para los días 1, 2 y 3 de julio para pedir la retirada de dos proyectos del ministro Félix Bolaños.
Aunque los jueces han realizado varias huelgas desde 2009, nunca se ha tomado ningún tipo de medidas contra ellos y es la primera vez que esta posibilidad se plantea por escrito.
En todo caso, tanto la presidenta Isabel Perelló como el vocal del sector progresista Carlos Hugo Preciado como los 10 consejeros propuestos por el CGPJ hicieron fracasar la iniciativa.
El escrito, debatido en un pleno extraordinario convocado ante el anuncio de convocatoria de la huelga, sostiene que los miembros de la carrera judicial, "como integrantes de uno de los poderes del Estado, no tienen derecho a la huelga y, en el caso de que se invocara el derecho a la misma por una pretendida actividad o reflejo funcionarial, dicho hipotético derecho necesitaría verse recogido y desarrollado en una Ley Orgánica".
Por ello, el sector progresista defendía que el CGPJ "ni puede mostrar su respeto por la movilización convocada, ni mucho menos su solidaridad o simpatía por esa llamada al enfrentamiento".
"Muy al contrario", añadía, "el Consejo debe reservarse la facultad de tomar las medidas oportunas frente a quienes, invocando su condición de integrantes de la carrera judicial, impulsan estos llamamientos".
Según el mismo escrito, el CGPJ "no sólo debería abstenerse de reconocer el derecho [a la huelga] o fijar servicios esenciales, sino que debería reservarse las actuaciones correspondientes por la convocatoria de una movilización claramente ilegal".
Fuentes del grupo progresista señalaron que la propuesta no solo se refería a los promotores de la huelga (la Asociación Profesional de la Magistratura, la Asociación de Jueces y Magistrados Francisco de Vitoria y el Foro Judicial Independiente) sino también a quien "por ejemplo, no celebre un juicio". Indicaron que "al menos habría que abrirles unas diligencias informativas".
No es previsible que nada de eso ocurra. El CGPJ nunca ha reconocido el derecho a la huelga de los jueces (ni siquiera es su empleador) pero tampoco ha sostenido que no lo tengan. Lo más que ha hecho en los paros convocados en 2018 y 2019 es remitir al Ministerio de Justicia, "a los efectos que resulten procedentes" la relación de comunicaciones recibidas en el Consejo de miembros de la carrera que habían secundado los paros convocados.
El órgano de gobierno de los jueces no se limitó ayer a reiterar el criterio que vienen manifestando desde 2009 en el sentido de que "el ejercicio del derecho de huelga de jueces y magistrados carece, en el momento actual, de soporte normativo". Y, por ello, "no procede tener por anunciada la convocatoria de huelga ni, al carecer el Consejo General del Poder Judicial de competencia para ello, fijar servicios mínimos".
Además, expresó su sintonía con las demandas de las asociaciones recordando que, respecto al proceso de estabilización de jueces sustitutos, a los que la iniciativa de Bolaños pretende integrar en la carrera judicial, "el Pleno del Consejo General del Poder Judicial, en su informe al anteproyecto de ley opuso, por unanimidad, varios reparos a esta medida".
El Consejo también quiso ayer "reconocer a los integrantes del Poder Judicial los años de
dedicación y esfuerzo invertidos en la superación de las pruebas de acceso a la carrera judicial, así como su profesionalidad en el ejercicio de la función jurisdiccional en situaciones no siempre favorables".
Asimismo, apeló "a la responsabilidad institucional de quienes ejercen funciones constitucionales, sean estas legislativas, de gobierno o jurisdiccionales".
Este acuerdo fue apoyado por 11 votos, los de Perelló y los vocales del sector conservador.
Preciado se abstuvo, tras retirar una propuesta propia en la que defendía el derecho a la huelga de los jueces.
Los vocales del sector progresista votaron en contra.
