Enésimo toque de atención de la judicatura al Gobierno de Sánchez. La presidenta del CGPJ, Isabel Perelló, ha cerrado este miércoles filas en torno a los magistrados del Supremo después de que ayer Pilar Alegría insinuara que el juez Hurtado habría prevaricado al procesar al fiscal general al afirmar que "hace cosas difíciles de entender".
La también presidenta del Supremo ha exigido "el cese de cualquier presión o interferencia en la labor judicial" y no ha dudado en afirmar que el Poder Judicial atraviesa "momentos difíciles" en los que se sufren "presiones" donde, incluso, los jueces ven cómo les atribuyen "propósitos desviados" en sus decisiones tras los últimos ataques del Gobierno.
"Quiero hacer un llamamiento para recuperar el respeto y reclamo el cese de cualquier presión o interferencia" porque, independientemente de que se esté de acuerdo con las resoluciones judiciales, "no caben los insultos a los jueces ni tampoco presiones intolerables ya que socavan el ejercicio de la función que la Constitución nos encomienda".
Perelló ha hecho estas declaraciones en la inauguración de las XXXIII Jornadas de los Jueces Decanos de España, que hoy se celebran en Alicante, y no ha citado ningún caso judicial en particular.
'Tirón de orejas' a los ministros
Sus palabras llegan menos de 24 horas después de que la portavoz del Gobierno cuestionara al instructor del Supremo en la causa en la que ha imputado al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, un delito de revelación de secretos contra Alberto González Amador, novio de Ayuso.
También después de que varios ministros cuestionaran la actuación del juez del Supremo Ángel Hurtado. Uno de ellos fue Óscar Puente, que no dudó en asegurar que la "oposición real" al Gobierno son los jueces porque "salen a arreglar los desaguisados de Feijóo".
También Félix Bolaños se sumó a las críticas y negó "categóricamente" que hubiera instrucciones de la Presidencia del Gobierno al fiscal general, como recoge el auto del Supremo que le procesa, y lamentó que el TS haga "una afirmación tan grave sin ninguna base probatoria".
El resto de ministros, tanto los del PSOE como los de Sumar, también salieron al auxilio de García Ortiz poniendo en duda la actuación del juez del Supremo.
Así, tras estas afirmaciones, Perelló no ha dudado en dejar claro que, a su juicio, todas las resoluciones judiciales pueden y deben ser "objeto de debate y crítica", porque eso "ayuda a mejorar", pero "no caben los insultos a los jueces" y, por tanto, tampoco "presiones intolerables".
"Preocupación" en el CGPJ
De hecho, ha incidido en que desde el CGPJ están "preocupados" por "los intentos de desprestigiar a los jueces", ante los que están "vigilantes" para, "ahora más que nunca, cumplir la misión constitucional de defensa de la independencia judicial".
Precisamente, se ha referido a dicha independencia como "base estructural" del Estado de Derecho y ha reivindicado "el debido respeto institucional hacia las decisiones judiciales, al margen de los intereses políticos de cada momento".
Así, considera que la "descalificación sistemática" supone un "detrimento" para la sociedad democrática.
Por su parte, José María Páez, vocal del CGPJ, ha manifestado en su intervención que el "revuelo" que se está viendo "en todos los telediarios ha provocado una situación extraña", por lo que ha agradecido la visita de Perelló "para estar con los decanos y dar imagen de cercanía".
A su juicio, la presidenta "está haciendo una labor muy importante en el CGPJ, consiguiendo acuerdos y unanimidades y aislarlo de esa situación general".
Páez ha remarcado que los jueces "siempre" han estado "al margen" de esa "controversia y luchas políticas", porque la labor diaria en el ámbito judicial está compuesta "de jueces progresistas o conservadores que trabajan día a día sin tener en cuenta esas cuestiones ajenas al trabajo".