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El abogado Carlos Neira ha manifestado esta mañana al juez del Tribunal Supremo Ángel Hurtado que informó a Alberto González Amador, novio de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, de los contactos que mantuvo con el fiscal de delitos económicos. Y, también, de que iba a hacerle una propuesta para alcanzar un acuerdo de conformidad.

Ese pacto pasaba por asumir, a cambio de una rebaja de la pena, los dos delitos tributarios por los que el empresario González Amador está denunciado.

Neira, que ha comparecido como testigo a petición de la defensa del fiscal general, Álvaro García Ortiz, investigado por una supuesta revelación de secretos, ha desmentido así a su cliente.

González Amador aseguró a Hurtado el pasado viernes que Carlos Neira había enviado al fiscal de delitos económicos un correo proponiéndole ese pacto "por su cuenta". "Sin mi conocimiento", agregó.

El letrado, exinspector de Hacienda y dedicado habitualmente como abogado a pactar con la Agencia Tributaria y con la Fiscalía, ha relatado que el 30 de enero se reunió con su cliente y le informó de cómo iba a proceder para llegar al objetivo que éste le marcó: buscar una solución "rápida y sin ruido", para no perjudicar a su pareja, Isabel Díaz Ayuso.

En esa reunión, según el letrado, González Amador le dice que entiende lo que es proponer un acuerdo de conformidad y que lo deja en sus manos.

A esa estrategia responde el correo que Neira envió el 2 de febrero de 2024 al fiscal de delitos económicos, en el que el abogado indicaba, textualmente, que "estudiado el asunto, y de común acuerdo con Alberto González, les comunico que es voluntad firme de esta parte alcanzar una conformidad penal, reconociendo íntegramente los hechos (ciertamente, se han cometido dos delitos contra la Hacienda Pública), así como proceder a resarcir el daño causado, pagando íntegramente la cuota e intereses de demora a la AEAT [Agencia Tributaria]".

Neira ha dejado a salvo, así, su profesionalidad como letrado, pero también ha intentado ayudar a la estrategia de la acusación que ejerce González Amador contra el fiscal general.

En este sentido. ha asegurado que no envió a su cliente el correo del 2 de febrero, cuya filtración a los medios atribuye a García Ortiz.

Encapsular el mail del 2 de febrero, de manera que no haya salido de un reducido núcleo, es clave para que la sospecha de la filtración del correo a la prensa recaiga en el fiscal general del Estado.

Álvaro García Ortiz, fiscal general del Estado. Europa Press

El 13 de marzo de 2024, más de un mes después de aquel e-mail de 2 de febrero, García Ortiz pidió a sus subordinados las comunicaciones mantenidas entre fiscal de delitos económicos y la defensa de González Amador, debido a la publicación de noticias falsas que afirmaban que la Fiscalía era la que había propuesto un pacto con el novio de Ayuso. Era al revés.

El contenido literal del correo del 2 de febrero fue publicado en la noche de ese mismo 13 de marzo.

Neira ha tenido que admitir, no obstante, que también envió a un abogado del Estado ese mismo correo del 2 de febrero, ampliando así el círculo de potenciales filtradores.

El letrado ha introducido otra debilidad en la estrategia de la acusación particular al asegurar los contactos con el fiscal de delitos económicos continuaron después del 14 de marzo de 2024, pese a todas las filtraciones ocurridas.

Ello pondría de manifiesto que las filtraciones, en sí mismas, no perjudicaron la estrategia de la defensa en las diligencias abiertas por fraude tributario que aún pesan sobre González Amador.

Neira ha asegurado que después del 14 de marzo de 2024 se intercambió más correos con el fiscal. También ha indicado que el 15 de marzo se encontró con el fiscal que denunció a su cliente en los Juzgados y hablaron de que todo seguía en pie.

Fue el mismo mensaje que ya le había comunicado el fiscal a Neira en un correo del 12 de marzo de 2024, que -este sí- Neira envió a González Amador. El correo del 12 de marzo fue filtrado por Miguel Ángel Rodríguez, jefe de gabinete de Díaz Ayuso, a un grupo de periodistas, según admitió el pasado 8 de enero ante el juez del Supremo.

Neira también ha relatado que quedó con Miguel Ángel Rodríguez el 14 de marzo de 2024 porque el jefe del gabinete de Ayuso quería saber si el correo del 2 de febrero era correcto.

El letrado ha asegurado que fue entonces cuando conoció a Rodríguez. Éste, sin embargo, manifesto en su declaración que conocía a Neira "desde hace tiempo".

Según na indicado, tras tener conocimiento del texto del correo de 2 de febrero, que difunde la Cadena Ser en la noche del 13 de marzo de 2024, González Amador habló con Neira porque no le gustó el contenido del 'mail'.

En una reunión en el despacho del abogado, éste explicó a su cliente que "era en lo que habíamos quedado en su momento" y le recordó que la conformidad supone el reconocimiento de los hechos.

Le explicó que había puesto ese contenido para que el asunto se solucionase lo más rápido posible, tal como le pidió el empresario, que, según Neira, quedó conforme con sus explicaciones.

"Jamás pensé que se fuera a filtrar el correo", ha dicho Neira.

El instructor ha cortado a la defensa cuando ha preguntado al letrado si está acusado en algún procedimiento penal. La Fiscalía Anticorrupción ha pedido 3 años y 11 meses de cárcel para Neira por un presunto delito de estafa procesal y falsedad en documento oficial relacionados con su actuación como perito particular de Rodrigo Rato.

Esa situación ha sido sorprendente para las defensas teniendo en cuenta que la propia Ley de Enjuiciamiento Criminal establece que, después de identificarse y manifestar si conoce al encausado y a las partes, el testigo debe dar a conocer "si ha estado procesado y la pena que se le impuso" en caso de haber sido condenado.