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Jésica Rodríguez declaró este jueves ante el juez Leopoldo Puente durante 45 minutos. La joven, con la que José Luis Ábalos mantuvo una relación extramatrimonial, ha respondido, en calidad de testigo, a decenas de preguntas sobre sus meses junto al exministro, investigado por el Tribunal Supremo por varios supuestos delitos, como tráfico de influencias, malversación y organización criminal.

La expareja de Ábalos ha contestado a cuatro grandes bloques de preguntas, formuladas tanto por el juez y la Fiscalía Anticorrupción como por el abogado de la acusación popular.

Estos asuntos son, primero, sus relaciones personales con los miembros de la supuesta trama corrupta, dedicada, presuntamente, a cobrar comisiones a través de contratos públicos. Segundo: el apartamento de Plaza España que disfrutó hasta 2022 y que habría pagado un miembro de este entramado.

En tercer lugar, los viajes oficiales a los que acudió en compañía de Ábalos y, finalmente, su contratación en las empresas públicas Ineco y Tragsatec, dependientes, precisamente, del ministerio que encabezaba quien era su pareja.

Fuentes presentes en su interrogatorio relatan a EL ESPAÑOL que la joven ha llorado al recordar que, mientras mantenía una relación con el dirigente, éste no quiso divorciarse de su mujer, con la que convivía junto a los hijos comunes.

Relaciones personales

El juez del Supremo Leopoldo Puente ha preguntado a Jésica si conoce y si tiene relación con José Luis Ábalos, Koldo García y Víctor de Aldama.

Jésica ha afirmado que, lógicamente, conoce a Ábalos y Koldo, que era asesor del primero. Pero ha señalado que con ninguno de los dos mantiene contacto en la actualidad.

La expareja del exministro ha afirmado que nunca conoció al empresario Víctor de Aldama, el considerado por la Guardia Civil como "nexo corruptor" de la trama. 

Sobre Ábalos ha afirmado que, "al principio", tuvieron una relación sentimental. "Éramos pareja", ha dicho Jésica antes de definir su vínculo con el entonces ministro como "una relación monógama, aunque él compartiese techo con su familia". 

Según el relato de esta mujer, de 34 años de edad, conoció a Ábalos en octubre de 2018 y la relación se prolongó hasta noviembre de 2019. Finalizó al no cumplir el ahora diputado su promesa de divorciarse para tener "un futuro juntos". 

"Había pasado un año y seguía con su mujer e hijos. Le presioné y le dije que no íbamos a estar juntos conviviendo, que cada cual hiciese su vida", afirmó Jésica. 

Sobre los motivos que le dio Ábalos para no divorciarse, la odontóloga y modelo ha explicado que le dijo que "mientras fuese ministro no se podía divorciar porque era un escándalo".

"Yo no quería ser un segundo plato de nadie", confesó Jésica en el Alto Tribunal. La joven asegura que al final la decisión "fue un poco de los dos", debido a estas circunstancias. 

Jésica coincidió con lo relatado en el Supremo por Ábalos al explicar las tareas que realizaba para él Koldo García: "Le hacía todo, hasta ir a por tabaco". 

La joven asegura que su último contacto con Koldo, por teléfono, fue el 9 de noviembre de 2022, cuando ella dejó el apartamento de Plaza de España (Madrid) en el que vivió hasta ese año.

Con Ábalos, confesó que se volvió a ver en Sevilla el 30 de diciembre de 2019. "Fuimos juntos", dijo. Jésica también relató una cena con el ministro el 13 de febrero de 2020, el día que ella cumplía 31 años. 

También aseguró que comió con quien fuese secretario de Organización del PSOE un día en marzo de 2020, "justo antes de la pandemia". Jésica Rodríguez también confesó que escribió a Ábalos el día de su cese como ministro. Aquello ocurrió el 10 de julio de 2021. 

"No sabía nada de él porque todo lo que veía en la tele me dolía mucho, pero fue tan sonado lo del cese que lo vi en redes y ese día le escribí", declaró Jésica en el Supremo.

La joven quedó esa tarde con Ábalos, dijo. Y aseguró al juez Leopoldo Puente que "esa fue la última vez" que lo ha visto. "Ese día también estaba Koldo; estuvo con nosotros media hora. Apareció en casa y se fue", narró en su declaración como testigo la expareja del dirigente socialista, sobre aquel 10 de julio de hace casi cuatro años. 

El piso en Plaza España

Hasta 2022, Jésica estuvo residiendo en un piso de la lujosa Torre España, ubicada en la madrileña Plaza de España, en el centro de la capital. Como testigo, con la obligación de decir la verdad, Rodríguez señaló en el Supremo que no sabía quién pagaba, mes a mes, su alquiler.

Un informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil sostiene que Luis Alberto Escolano —socio de Aldama— era quien lo abonaba. Cada 30 días, un total de 2.700 euros.

Y este pago, según la UCO, habría funcionado como contraprestación en favor de Ábalos, a cambio, presuntamente, de la intermediación del entonces ministro en los negocios de la trama.

Con respuestas algo confusas, aludiendo de forma genérica al entorno de Ábalos, Jésica Rodríguez señaló que nunca preguntó quién pagaba, en concreto, su alquiler.

Admitió, no obstante, que, para solucionar cualquier incidente con el inmueble, mensajeaba a Escolano o al asesor de Ábalos, Koldo García. También manifestó que, en un inicio, pensó que "Alberto era de la inmobiliaria" y, posteriormente, supo que no.

—2.700 euros al mes... Esas rentas, ¿quién las abonaba?— le preguntó este jueves el juez.

—No lo sé— indició ella, tras admitir que el exministro solía sufragar sus gastos. —Pero yo nunca he preguntado— añadió.

Sí recordó por qué escogió el piso en Plaza de España. "Elegí ese porque estaba cerca de la calle Ferraz y de mi universidad", precisó. En efecto, la torre en la que vivió entre 2019 y 2022 no dista mucho de la sede nacional del PSOE, partido del que Ábalos fue secretario de Organización hasta 2021. También existe una línea de metro directa hasta el centro donde la joven estudiaba Odontología.

Contratación pública

Rodríguez también relató este jueves en el Supremo cómo acabó contratada por una compañía estatal, adscrita al Ministerio de Transportes que, por entonces, encabezaba el que era su pareja. 

Reconoció que envió por WhatsApp su currículum a Ábalos, aunque asegura que desconocía el carácter de empresa pública de Ineco, para la que fue fichada, de la que cobró y en la que, realmente, nunca llegó a realizar labor alguna.

"Yo vengo del sector privado y nunca pensé... Yo pensaba que había que hacer oposición. Ahora he escuchado que era una empresa pública y yo pensaba que era una empresa privada de seguridad de trenes", aseguró.

Según precisó la testigo, tan sólo recogió un ordenador portátil y realizó un breve curso de prevención de riesgos laborales. Pero nunca trabajó en Ineco.

—¿Quién la contrató? ¿Cómo hizo para acceder a este trabajo?— preguntó el juez Puente.

—En ese momento de mi carrera [la joven estudiaba Odontología en la Universidad Complutense], no tenía todas las asignaturas que debía tener y el señor Ábalos me dijo que era bueno que trabajase mientras estudiaba. Le di mi currículum, se lo mandé por WhatsApp y a finales de febrero me llamaron por teléfono diciéndome que tenía que echar mi CV en una web.

—¿Pero le llamaron o cómo...? ¿Por gestiones de Ábalos?— insistió el magistrado.

—Me imagino que por encargo del señor Ábalos, sí. Porque yo no había echado el CV en ningún sitio. Luego, me llamaron para hacer una entrevista, a los días, con un señor... No recuerdo su nombre. La entrevista fue muy sencilla, para conocerme. Era para ser auxiliar administrativo. Yo tenía un grado superior, estaba estudiando una carrera y tenía conocimientos de Office, que era lo único que necesitaban.

Unos minutos después, la joven narró cómo, tras acabar su contrato en Ineco, fue trasladada a Tragsatec, también pública y adscrita a Transportes. Allí coincidió con Joseba García, el hermano de Koldo García, el principal asesor de Ábalos durante su etapa como ministro. "No sé si se me cambió de un contrato a otro o qué; no hice ninguna entrevista", admitió la testigo.

—¿Tampoco fue usted a trabajar a Tragsatec?— insistió el juez.

—No— reconoció la joven.

Viajes con Ábalos

—¿Acompañó a Ábalos en viajes oficiales que él hacía como ministro?— preguntó Leopoldo Puente.

—Sí— afirmó Jésica.

La expareja de Ábalos no supo cuantificar el número de viajes oficiales que realizó con el entonces ministro de Transportes.

Hacíamos viajes todos los meses. No les sé decir un número, no sé si hice 15 o 20, le mentiría si lo dijese— explicó la entonces auxiliar administrativo de Ineco.

El magistrado insitió y Jésica afirmó recordar "muchos": "Londres, Moscú, Abu Dhabi, viajes en España como Sevilla...".

—¿Abonaba algo por acudir a esos viajes?— preguntó el juez.

—Nada. Siempre lo ha pagado todo Ábalos. Excepto cuando lo gestionaba Koldo, pero igualmente ellos se entendían luego— respondío Jésica.

La expareja de Ábalos quiso avalar la versión de Ábalos sobre los viajes oficiales a los que asistió. "Aunque Koldo lo gestionase, luego Ábalos se lo abonaba", afirmó.

EL ESPAÑOL publicó las imágenes de Jésica en Moscú como acompañante de José Luis Ábalos como parte de su séquito oficial.

Este periódico desveló también en exclusiva que Jésica aparecía en la agenda de los actos del ministro como "asesora de Ineco". No existen pagos de Koldo ni de Ábalos relacionados con este viaje. 

El asistente también pagó en Abu Dhabi gastos de lencería con cargo a la cuenta en la que recibía comisiones de contratistas del Ministerio de Transportes. 

"Ellos han hablado delante de mí de que Ábalos pagaba mis cosas, yo nunca he preguntado", afirmó sobre las conversaciones que escuchó entre el ministro y su asesor.