El juez del caso Volhov considera que el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont y miembros de su entorno mantuvieron "estrechas relaciones personales" con políticos de extrema derecha alemana e italiana y con Rusia, que habría estado dispuesta a apoyar "económica y militarmente" la independencia de Cataluña, siempre que una hipotética república catalana contara con una legislación favorable a los intereses del Kremlin.

Entre los implicados, además de Puigdemont, estarían el antiguo responsable de relaciones internacionales de Convergencia Democrática de Cataluña (CDC), Víctor Terradellas; al jefe de la oficina de Carles Puigdemont, Josep Lluís Alay y el informático Jaume Cabani. Estos dos últimos también están investigados en el caso Tsunami Democràtic, instruido por el juez Manuel García-Castellón en la Audiencia Nacional.

En un auto, fechado el pasado día 26 y al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, el titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Barcelona, Joaquín Aguirre, acuerda prorrogar la investigación del caso Volhov sobre las supuestas conexiones de dirigentes independentistas con Rusia para lograr su apoyo en el procés. Y lo hace horas antes de que el Congreso de los Diputados debata si aprueba la Ley de Amnistía, que los independentistas pretenden que despeje el futuro judicial de Carles Puigdemont. Sin embargo, el relato que Aguirre esboza en su auto apuntaría a un posible delito de traición, que, por el momento, está excluido expresamente de la aplicación de la amnistía.

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El juez cree que el entorno de Puigdemont trabajó para desarrollar una "legislación propia sobre las criptomonedas adecuada a los intereses rusos" y concluye que Rusia tenía interés en el procés por su propósito de "desestabilizar la Unión Europea".

"Parece inferirse que la intención última es provocar un cambio en el modelo económico transformando los recursos monetarios de los que puedan disponer en la actualidad o en el futuro en criptomoneda con la finalidad de evitar las acciones de control de los poderes públicos", resume Aguirre en su auto.

Tras revisar la documentación de la causa, el magistrado asegura que ha encontrado "datos que identifican a personas y confirmarían las estrechas relaciones personales existentes entre algunos de los investigados con individuos de nacionalidad rusa, alemana o italiana", alguno de ellos mientras ocupaban cargos diplomáticos y tenían relaciones con los servicios secretos rusos.

De hecho, el instructor del caso Volhov señala a Víctor Terradellas como "la persona de referencia" con estos contactos.

Según el juez, el interés de los investigados era establecer vínculos de "influencia política y económica para la desestabilización de la democracia y la Unión Europea, consecuencias entre las cuales se podría producir la salida de España de la UE por causa de la independencia unilateral de Cataluña apoyada por el Gobierno ruso".

Reunión con Puigdemont

El juez Aguirre cree que hay mucha documentación de la causa aún por revisar y su intención es profundizar en las relaciones entre los investigados y ciudadanos rusos. Uno de ellos, un exdiplomático que se reunió con Puigdemont en la Casa dels Canonges de Barcelona días antes de la declaración unilateral de independencia, el 27 de octubre de 2017. Así lo recuerda el instructor.

En el auto también explica conversaciones entre Terradellas y David Madí, exalto cargo de Convergencia Democrática de Cataluña, y otras reuniones de la exdirigente de Junts y persona de confianza de Puigdemont, Elsa Artadi, en el hotel Colón de Barcelona.