En los últimos 16 años se ha producido un asesinato machista cada semana en España y cada han muerto 61 mujeres, con una media de edad de sólo 42 años. La comunidad autónoma con más víctimas es la de las Islas Baleares, mientras que el País Vasco es la que menos los padece.

Son datos aportados por el Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial, que ha publicado un análisis de los crímenes machistas ocurridos en España entre enero de 2003, fecha en la que empezaron a contabilizarse las mujeres muertas a manos de sus parejas o exparejas, y el 20 abril de 2019, día en que fue asesinada la víctima número mil.

Del estudio se desprende que el día de la semana en que se producen más agresiones machistas es el domingo y el mes más frecuente, julio. El promedio de edad de los agresores -la mayoría españoles- es de 46 años y afrontaron condenas de 18 años de cárcel, como media.

Principlaes indicadores del análisis del Observatorio./ CGPJ

El informe se ha elaborado a partir de los datos objetivos contenidos en los

expedientes judiciales y permite concluir que la violencia machista afecta a todos los ámbitos y orígenes, sea cual sea la nacionalidad, clase social, grupo étnico, edad o nivel de estudios.

De acuerdo con el estudio del Observatorio, que dirige la vocal del CGPJ Ángeles Carmiona, más de la mitad de las mil mujeres asesinadas (538) tenían entre 26 y 45 años, pese a que esta franja de edad sólo representa un tercio de la población de mujeres mayores de 15 años. El 12,8 por ciento de las víctimas (128 mujeres) eran menores de 25 años y el 11,9 por ciento (119) eran mayores de 65.

Entre las víctimas de nacionalidad española, el promedio de edad fue de 45,6 años, lo que supone casi diez años más que el de las extranjeras, que fue de 35,9 años.

La mayoría de las mil mujeres asesinadas (655 en total) eran españolas. El análisis por zonas geográficas muestra que la mayor parte de las 345 víctimas extranjeras eran originarias de América Latina (46,1 por ciento), seguidas por las procedentes de Europa (35,7 %), África (14,8 %) y Asia (3,5 %).

765 menores huérfanos

El estudio confirma que la maternidad es una circunstancia de mayor riesgo para las víctimas. Tres de cada cuatro mujeres asesinadas entre 2003 y 2019 (el 75,2 %) eran madres y en la mitad de los casos (49 %) tenían hijos eran menores de edad.

Las mil mujeres muertas por violencia machista en ese período dejaron huérfanos a 765 menores, de los que 499 eran hijos o hijas del agresor y los 266 restantes, fruto de relaciones anteriores o posteriores de la víctima.

La convivencia con el agresor es otro de los factores que aumenta el riesgo. El 60,5 % de las mil mujeres asesinadas mantenía la convivencia con su agresor en el momento del crimen. En 100 casos, la convivencia continuaba pese a la existencia de una denuncia previa y en 29, pese a estar activa alguna medida de protección para la víctima.

Pocas denuncias previas

Poco más de la cuarta parte de las asesinadas habían presentado alguna denuncia contra su agresor.

Las víctimas que denunciaron tenían una edad media de 38,9 años. Hay más denunciantes en la franja de edad de 36 y 45 años, mientras que las que menos denunciaron fueron las mayores de 65 años.

En 124 de los mil casos analizados estaba en vigor una medida de alejamiento. En más de la mitad de esos casos (58 %), el agresor vulneró el alejamiento accediendo al

domicilio de la víctima. En el 21,8 % de los supuestos el acometimiento se produjo en un espacio público.

El lugar en el que con mayor frecuencia se producen los asesinatos es el domicilio. Ahí ocurrió el 75 % de las muertes acaecidas en el período analizado. En siete de cada diez casos se trataba de la vivienda compartida entre víctima y agresor.

El arma blanca ha sido el instrumento empleado para cometer el crimen en la mitad de los casos, seguido por los golpes (16 %), la asfixia o estrangulamiento (15 %), el uso de arma de fuego (13 %) y el fuego (2 %). En un 4 % de los casos, el crimen se cometió por otros métodos.

El mayor número de crímenes se concentraron en los meses de julio y enero, mientras que abril es el mes que registra menos feminicidios. El peor día de la semana fue el domingo, con 172 casos.