Cándido Conde-Pumpido Ferreiro (Caldas de Reyes, Pontevedra) ha muerto este jueves, día de la Comunidad de Madrid. El teniente fiscal del Tribunal Supremo en las décadas de los 80 y 90 fue uno de los primeros defensores de la independencia de la Fiscalía del Ejecutivo y de las corrientes políticas de nuestra democracia. 

Padre del magistrado del Tribunal Constitucional y exfiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido Tourón, nació y creció entre códigos legales, pues buena puerte de los miembros de su familia fueron magistrados. La familia Conde-Pumpido es la de juristas por excelencia de Galicia. Su padre, también Cándido Conde-Pumpido, fue magistrado y presidente de la Audiencia Territorial de Galicia. 

En su defensa por la independencia del poder político, Conde-Pumpido Ferreiro afirmó en una columna escrita por él mismo en 1980 en el diario El País sobre el papel del fiscal: "Entre ejercer sus funciones con órganos independientes, elaborando imparcialmente sus criterios de actuación, a ser un órgano subordinado al Ejecutivo, que sirva para hacer prevalecer en los tribunales los criterios del Gobierno, va la diferencia que hay entre ser un eficaz medio de realización de la legalidad a ser un mero instrumento de los intereses del partido en el poder".

Consciente de la importancia de su cargo como teniente fiscal del Supremo, Conde-Pumpido Ferreiro también se volcó en el ámbito didáctico, publicando distintos libros dedicados al Ministerio Fiscal, las estafas o el papel del encubridor.