La Sala de lo Contencioso-Administrativo del Supremo ha ordenado este martes al Ministerio de Defensa que no impida al vicealmirante Alfonso Carlos Gómez Fernández de Córdoba concurrir a las vacantes que se produzcan y sean propias de su rango. La orden-advertencia se produce mientras el alto tribunal dirime si Defensa está ejecutando "o lo hace sólo de modo aparente" la resolución judicial que paralizó el pase del militar a la reserva y lo reincorporó al servicio activo.

Gómez Fernández de Córdoba fue destituido el pasado 3 de agosto como subdirector de Reclutamiento y Orientación Laboral después de expresar su disconformidad con la readmisión de dos candidatas que habían sido excluidas de las pruebas de ingreso en el Cuerpo Militar de Sanidad, especialidad de psicología, por llevar tatuajes visibles, lo que la normativa prohíbe.

Veintiocho días después también se acordó su pase a la reserva. Le quedaban cuatro años de servicio activo y tenía la expectativa de poder ascender a almirante.

La decisión de Defensa sufrió un revés el pasado 23 de octubre, cuando el Supremo acordó la suspensión cautelar del pase a la reserva del vicealmirante. Desde entonces, el Ministerio le ha asignado dos puestos: el primero, inexistente hasta ese momento, de "alto representante" para los actos de conmemoración del V centenario de la expedición de la primera vuelta al mundo de Fernando de Magallanes y Juan Sebastián Elcano. El segundo, de asesor del secretario general técnico.

El defensor de Gómez Fernández de Córdoba ha promovido en el Supremo un incidente de ejecución en el que sostiene que, para cumplir la resolución jurisdiccional que paralizó el pase a la reserva, se debe asignar al marino a un destino "propio de vicealmirante en activo y no otro creado ad hoc de carácter representativo para, burlando al tribunal, con apariencia de lo contrario, desconectarle de la vida militar y de la posibilidad de ocupar un puesto de plantilla dentro de la estructura de la Armada".

Respecto al segundo puesto, el letrado Santiago Milans del Bosch, que defiende los intereses del vicealmirante, informó al Supremo de que se trata de un destino sin funciones ejecutivas que llevaba más de doce años sin ocupar.

"Es claro", sostiene la defensa, "que este desempolvamiento se hace para tener a mi representado con un destino irrelevante, como quería la ministra, y así privarle de optar a ocupar el primer destino de la categoría de vicealmirante que se va a generar en breve y casualmente en la Armada", en referencia a que este 23 de enero queda vacante el destino de almirante de Acción Marítima.

En una providencia dictada este martes, el Supremo ha ordenado al Ministerio que "los cargos o puestos de trabajo para los que ha sido designado o nombrado el recurrente desde que se adoptó la medida cautelar acordada en el auto de 23 de octubre de 2018 ('alto representante del Ministerio de Defensa para los actos de conmemoración del V Centenario de la expedición de la primera vuelta al mundo de Fernando de Magallanes y Juan Sebastián Elcano' y 'asesor del secretario general técnico') queden privados de efectos en cuanto, y sólo en ello, impidan al recurrente concurrir a las convocatorias de puestos de trabajo propios de un vicealmirante del Cuerpo General de la Armada en situación de servicio activo".

Esa privación de efectos, añade, "subsistirá hasta que este Tribunal disponga de la información necesaria para decidir si el auto de 23 de octubre ha sido debidamente ejecutado, o ejecutado sólo de modo aparente".

Para decidir si su resolución de reincorporar al servicio activo a Gómez Fernández de Córdoba ha sido correctamente ejecutada, la Sala ha preguntado a Defensa si los puestos que se le han asignado se corresponden con las funciones que la ley encomienda a los oficiales generales y otros detalles como si "el jefe del Estado Mayor de la Armada elevó -o se le indicó que no elevara- a la ministra de Defensa la propuesta" a favor del recurrente para cubrir el cargo de almirante de Acción Marítima que queda vacante este miércoles, según afirma el defensor.