Vicente Sala Martínez, primogénito de la millonaria familia alicantina que durante años controló un conglomerado empresarial que factura más de 200 millones de euros al año, ha pedido 24 años y medio de prisión para su cuñado, Miguel López, al que acusa de matar a su madre "en una lenta agonía". 

Miguel López es desde diciembre de 2016 el principal sospechoso en el asesinato de María del Carmen Martínez, viuda del histórico presidente de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) Vicente Sala Bello y que fue asesinada tras recibir dos impactos de bala en el lavadero de un concesionario de coches de Alicante dirigido por su yerno.

Desde entonces, la investigación judicial ha tratado de apuntalar la presunta participación de Miguel López en el crimen, en una instrucción que se ha prolongado durante casi dos años. En su contra pesa el hecho de que fuera el único que sabía que la víctima acudiría con el coche la tarde del asesinato, que lo aparcara en una zona donde las cámaras estaban apagadas y que mintiera a la Policía cuando afirmó que, tras el suceso, fue a su casa directamente desde el concesionario. 

Sin embargo, la acumulación de indicios que sirvieron para señalarle como sospechoso y que han servido para sentarle en el banquillo a la espera de juicio, puede que no sean suficientes para probar su participación fuera de toda duda, y por lo tanto, conseguir una condena.

Por ello, el hijo de la víctima solicita en su escrito de acusación la citación de 26  testigos en el juicio. Más de una veintena de personas entre los trabajadores que estaban aquel día en el concesionario, los médicos que atendieron a la mujer, peritos técnicos en distintas materias y los investigadores de la Policía Nacional que han desarrollado las investigaciones.

Además, los letrados de la acusación particular piden que se tengan en cuenta en el juicio 51 informes policiales que van desde el contenido del teléfono móvil del acusado hasta el trabajo de la Policía científica sobre la manipulación de la munición que terminó con la vida de la viuda de la CAM.  

Una familia rota

El de Vicente Sala es el primer escrito de acusación que se presenta tras el cierre de la instrucción por parte del juez encargado del caso. Lo más previsible es que sólo la Fiscalía presente también su escrito de acusación, que todavía se desconoce. 

Pese a que la víctima, de 72 años, tenía cuatro hijos, sólo Vicente Sala se presentó como acusación particular en el procedimiento. Sus tres hermanas han defendido a lo largo del procedimiento la inocencia de Miguel López, marido de una de ellas. De hecho, las desavenencias en la familia estaban abiertas mucho antes de que sucediera el crimen, y es uno de los argumentos utilizados por los abogados de Sala para motivar su escrito.

Según la tesis de la acusación particular, Miguel López terminó con la vida de su suegra en una "lenta agonía" tras pegarle dos tiros por la ventanilla mientras ella esperaba sentada en su vehículo. Para ello eligió presuntamente el lavadero, "un sitio que conoce bien y que controla por ser el jefe del concesionario". "Y elige el momento: cuando consiga atraer a la víctima a esa ratonera", explica el escrito de acusación. 

Los abogados de Sala hacen una petición clave para el desarrollo del juicio: que se traslade al jurado a la zona donde estaba el coche en el momento del ataque para que entiendan, tanto la "ratonera" en la que se convirtió el lugar, como la dificultad de llegar hasta la zona libre de cámaras sin ser detectado por los trabajadores del negocio.