Treinta años de relación dan para mucho, y más cuando uno es el marido de una prometedora lideresa del Partido Popular y otro el hombre que vertebra desde hace años la fontanería del Estado; los bajos fondos de aquello que se llamó transición, que a la vista de sus grabaciones, han llegado igual de bajos hasta nuestros días.

Este lunes, el portal Moncloa.com desvelaba que la vinculación entre Ignacio López del Hierro y José Manuel Villarejo iba más allá de la amistad, hasta llegar a la revelación de secretos de operaciones en curso. El comisario alertaba sobre las pesquisas de sus compañeros de la Policía Judicial, y al otro lado del teléfono, su "tronco" López del Hierro tomaba buena nota sobre el riesgo para los compañeros de partido de su mujer, sumidos en operaciones como Brugal o la Gürtel.  

Desde los años del franquismo, es una práctica común que tanto los agentes como las personas con las que se relacionan con ellos tenga asignado un mote. Un apodo que servía en un primer momento, para que ningún detenido pudiera identificarles en caso de una agresión policial y dificultar cualquier investigación o denuncia.

Conversación entre Villarejo y el marido de Cospedal

Los tiempos han cambiado, pero esa tradición de los sobrenombre ha perdurado en la policía con los años. Tanto que el propio Villarejo y otros miembros de la dirección de la Policía tenían su propio mote para el marido de Cospedal: "Polla de Hierro"o simplemente "el Polla", en relación a su matrimonio con una de las mujeres fuertes de la dirección del PP.

Amistades peligrosas

López del Hierro consolidó su relación con Cospedal con un matrimonio en 2009, pero conoce a Villarejo desde mucho antes, cuando ambos arrancaban sus primeros negocios. La complicidad entre policía y empresario fue tal que Villarejo se convirtió en los ojos y oídos del marido de Cospedal en muchas de las causas que afectaban al PP.

Eran dos bandos en una misma guerra. Por un lado, Soraya Saenz de Santamaría, la principal rival de Cospedal al frente del partido, tenía al CNI en el bolsillo. Cospedal por el contrario, tenía a Villarejo, el comisario que suponía un equipo de Inteligencia en sí mismo, y que estaba en el punto de mira de Félix Sanz Roldán, máximo responsable del servicio secreto. Los intereses cuadraban.

Ignacio López del Hierro Ilustración: Javier Muñoz

Tanto es así, que en las grabaciones desveladas ahora, López del Hierro llama directamente al comisario por petición de su mujer para conocer datos de la operación Gürtel. En otra de las ocasiones, el mando policial le da incluso instrucciones para que su esposa se apunte el tanto a la hora de difundir los datos. 

Y así, según fuentes conocedoras de esta relación, funcionaba la amistad de Villarejo con López del Hierro. El excomisario aportaba datos concretos sobre algunas operaciones en curso, información de carácter sensible que mantenía en vilo a su interlocutor y, por otro lado, Villarejo iba dejando constancia de todos esos contactos. El excomisario generaban así una vulnerabilidad importante en una de las personas mejor colocadas para suceder a Mariano Rajoy al frente del Partido Popular. Siempre a modo de favores.

Villarejo conseguía además otra cuestión importante de esa relación: la línea directa con Mariano Rajoy. O al menos la posibilidad de hacerle llegar determinados mensajes al presidente sin tener que pasar por la estructura de mandos del ministerio del Interior. 

Frente de batalla común

Ahora, comienzan a aparecer grabaciones en las que López del Hierro se preocupa por ejemplo por el caso Gürtel. Pero él no es ajeno a las investigaciones. Nunca resultó imputado, pero en los llamados 'Papeles de Bárcenas' aparecen en dos ocasiones anotaciones por pagos compatibles con su nombre: "Lopez H." y "Lopez del Hierro". De hecho, el marido de Cospedal anunció que se querellaría contra el empresario Álvaro Pérez, conocido como 'El Bigotes' y que le vinculó con los "atizantes" que donaban dinero al extesorero del PP.

En otra de las causas judiciales abiertas contra el PP, esta vez en el caso Lezo, son los hermanos González quienes hablan de que López del Hierro cobra "bajo cuerda" de "27.000 sitios". Con el expresidente de la Comunidad de Madrid también mantenía Villarejo una guerra soterrada desde que el mando policial ahora en prisión impulsó la investigación sobre su ático en Marbella y apareció después la grabación en la que se comprometía junto a González a intentar silenciarla.