Toc Hepoca sl, abierta en Madrid en 1992 y con un capital social de más de 600.000 euros, cien millones de pesetas de la época. Esa era, según ha podido conocer EL ESPAÑOL, la empresa de modelos y representación artística abierta por el excomisario José Manuel Villarejo y que, según sus propias palabras, servía para obtener "información vaginal" sobre objetivos sensibles: datos confidenciales extraídos por mujeres que trabajaban como modelos en su empresa pero que se acostaban con personas de alta responsabilidad política o empresarial del país para obtener sus revelaciones. 

Villarejo sobre su "agencia de modelos"

Las explicaciones sobre el presunto funcionamiento de esta empresa las realiza en propio comisario, en prisión preventiva desde hace once meses, en una comida a la que asistieron en octubre de 2009 varios miembros de la cúpula policial de entonces, con el DAO Eugenio Pino a la cabeza, el juez Baltasar Garzón (todavía titular del Juzgado de Instrucción Número 5 de la Audiencia Nacional) y la actual ministra de Justicia, entonces fiscal especializada en terrorismo, Dolores Delgado.

En la grabación, desvelada por el portal moncloa.com, Villarejo explica su método de actuación: "Ponías una chorbita, se la tiraban y contaban cosas para que las chicas se sintieras cautivada [...]Humildemente, al gremio le dimos buenas satisfacciones, le dimos buena información", añade. Sin embargo, el responsable policial no detalla la sociedad con la que se hacían estos trabajos, que según ha podido conocer EL ESPAÑOL, era una agencia abierta en la Avenida de San Luis de Madrid y llamada Toc Hepoca.

Abierta como una agencia de colocación

Según la documentación oficial presentada ante el Registro Mercantil, la sociedad Toc Hepoca fue abierta en Madrid el 28 de febrero de 1992, un año antes de que el comisario Villarejo regresar a la Policía tras abandonar el cuerpo en 1984 y tres años antes de que se hiciera público el llamado Informe Véritas, elaborado por un equipo en el que participaba el comisario Villarejo y que contenía entre otras cuestiones afirmaciones de contenido sexual para socavar la imagen del juez Baltasar Garzón.

Todavía hoy, 26 años después, Villarejo aparece como administrador único de la empresa, abierta con el código de actividades económicas de una agencia de colocación de trabajadores y que tiene como domicilio social un edificio residencial de la zona norte de Madrid. 

Dolores Delgado y Villarejo durante la comida

Los registros españoles no recogen ninguna información más sobre la empresa de representación de Villarejo, abierta con el objeto social de una firma de "colocación de trabajadores" y que se especializaba en organizar pases de modelos y ofrecer azafatas para actos y convenciones.

Así, la empresa no ha presentado cuentas desde entonces y es imposible saber su actividad, si sigue operativa, la cantidad de trabajadores que tenía y cualquier otro dato relevante, ya que el Registro Mercantil prohíbe hacer cualquier tipo de anotación o modificación en la sociedad hasta que las cuentas se pongan al día.