Enrique Blasco, el madrileño acusado de intentar asesinar a su madre enferma de Alzheimer mientras dormía con una intoxicación por gas, ha negado haber intentado poner fin a la vida de su madre durante el turno de última palabra del juicio celebrado contra él en la Audiencia de Madrid.

El hombre, que ya está en prisión preventiva, se enfrenta a una pena de 13 años de cárcel por un delito de asesinato en grado de tentativa. Este miércoles se ha reconocido responsable del escape de gas producido en su casa en marzo de 2015, pero ha negado que planeara matar a su madre. 

Según sostiene el Ministerio Fiscal, Blasco manipuló el gas del piso situado en la calle Pajaritos del sur de Madrid donde residían él, su madre y su hermana. Aprovechando que ésta última estaba en Cuenca, habría provocado el escape y habría precintado la puerta con cinta de carrocero para evitar que entrara oxígeno. Por eso, la fiscal considera que pudo intentar suicidarse y matar a su madre en el mismo acto: "Dado que su hermana estaba en Cuenca, todo lo que hay en la casa solo lo puede haber manipulado el que está dentro, y estando su madre incapacitada, sólo pudo ser él. No sabemos si lo que pretendía era matar a su madre o matarse él, pero lo que está claro es que aceptó su muerte como posibilidad cierta y veraz. Por eso tiene que ser juzgado por asesinato en grado de tentativa. Es como si se hubiera intentado matar a un bebé, hubo alevosía", ha sostenido la fiscal en la última sesión del juicio.

La representante del Ministerio Público también ha hecho hincapié en que los hechos podrían haber acabado en una tragedia si los vecinos no hubieran alertado a la Policía del olor a gas en el edificio y todo el vecindario.

En cuanto a los problemas psiquiátricos que tanto una forense como el propio acusado han reconocido durante el juicio, la Fiscalía considera que no influyen en el caso y que en el momento de los hechos Blasco era perfectamente imputable.

En este sentido, una médico ha explicado que en los años 2002, 2005 y 2010, el acusado tuvo que ser atendido por psicosis tóxicas. En las tres ocasiones había consumido cannabis y LSD, lo que le provocó una ideación delirante e ideas de perjuicio y grandeza en el entorno laboral y familiar.

Un "manitas"

Sin embargo, el abogado de Blasco, Pablo Ródenas, no ha utilizado su trastorno psicótico agudo en su defensa, sino que ha sostenido que el hombre manipuló la calefacción porque pretendía arreglarla dado que era una "especie de manitas", reproduciendo las palabras de su hermana sobre él.

El letrado de la defensa sostiene que no hay pruebas suficientes para afirmar que Blasco precintara la puerta de la casa por dentro, que tan sólo hay una declaración de un policía que dice que, cuando consiguieron abrir la puerta de la casa, sonó como si tuviera un "belcro" dentro. "Pudo ser un temerario, pero no quiso asesinar a su madre, a la que quería y cuidaba", ha sostenido Ródenas. 

También afirma que la cinta encontrada por los policías municipales en la vivienda, hecha una especie de bolillo en un cubo, y coincidente con los restos de cinta hallados en la puerta, pudo "dejarla ahí" alguno de los investigadores que estaban buscando "pruebas de concreción". "Dejaron la cinta como podrían haber dejado un mechero, o un hacha si la hubieran encontrado", ha defendido. Ródenas ha solicitado la libre absolución del acusado.

"Es la persona a la que más quiero"

A pesar de que no quiso declarar durante el juicio, Enrique Blasco ha hecho un extenso uso de la última palabra en la sesión final para defender su inocencia. "Mi madre no fue intoxicada y yo no fui intoxicado. Los dos estábamos dormidos en la cama. Si yo hubiese tenido intención de poner fin a la vida de mi madre y a la mía, hubiésemos dormido en el salón. ¿Cómo puede ser que llegue el gas a toda la casa menos a esa habitación, a 18 metros del escape?", ha explicado.

Sin embargo, una de las médicos de urgencias que ha declarado como testigo durante el juicio y que atendió a la anciana de 74 años ha confirmado que ésta sufrió una "intoxicación por gas natural".

Blasco se ha considerado responsable del escape de gas, pero no de la finalidad que el Ministerio Fiscal considera que tenía: "Para mí mi madre es la persona más importante que he tenido, a la persona que más quiero, he querido y querré y me he dejado la vida por ella", ha dicho antes de que dos policías le pusieran los grilletes para volver a la prisión preventiva donde se encuentra hasta que se conozca la sentencia del caso.