En pleno agosto y fuera del calendario ordinario de plenos, los magistrados del Tribunal Constitucional se reúnen este miércoles para deliberar sobre el recurso interpuesto por el Gobierno catalán contra la admisión a trámite de la última impugnación del Ejecutivo de Mariano Rajoy frente al desafío soberanista. La impugnación se refiere a la reforma del reglamento del Parlament aprobada por Junts pel Sí y la CUP el pasado 26 de julio para poder aprobar en 24 horas, sin enmiendas y en un único debate, la ley del referéndum o cualquier otra iniciativa para la secesión unilateral de España.

La vía de la 'ruptura exprés' quedó bloqueada el pasado día 1, cuando el Constitucional admitió a trámite de inmediato el recurso interpuesto por el Gobierno de la nación invocando el artículo 161.2 de la Constitución. Este precepto impone de forma automática la suspensión de la disposición recurrida, por lo que la reforma del reglamento del Parlamento catalán no puede aplicarse. Esta prohibición se notificó personalmente a la presidenta de la Cámara autonómica, Carme Forcadell, y a los miembros de la mesa, con advertencia de incurrir en responsabilidad penal.

El recurso del Govern carece de toda posibilidad de prosperar, entre otros motivos porque lo que califica de "desproporcionado, excesivo, contrario a las reglas de la buena fe procesal y, en definitiva, abusivo", en referencia la suspensión de la reforma reglamentaria, no es sino la aplicación obligada de la Constitución. Ni siquiera el TC tiene margen para poder suspender o no la disposición recurrida por el Gobierno.

No es, por ello, aventurado adelantar que el TC desestimará este miércoles por unanimidad el recurso del Gobierno catalán, que bien habría podido esperar a septiembre o ser resuelto por la sección de vacaciones, integrada por tres magistrados.

Gestos

El presidente del TC, Juan José González Rivas, ha preferido, sin embargo, interrumpir las vacaciones de los magistrados y llamarlos a Madrid para rechazar en pleno el recurso, en lo que se considera una muestra de la importancia que el Constitucional otorga al conflicto soberanista catalán.

Se trata, opinan fuentes del TC, de dar una respuesta institucional "firme y rápida" ante un desafío que genera gran inquietud en el Constitucional. Es también una forma de lanzar el mensaje de que el tribunal está dispuesto a contestar con celeridad cada paso que dé en la hoja de ruta soberanista. González Rivas, de hecho, ha dado por terminadas sus vacaciones a la espera de acontecimientos.

La mesa del Parlamento catalán se reúne también este miércoles sin que, en contra de lo anunciado, se haya incluido en el orden del día hecho público la admisión a trámite de la proposición de ley de referéndum, registrada por Junts pel Sí y la CUP el 31 de julio.

La calificación de esta iniciativa y la determinación del cauce que va a seguir para su tramitación parlamentaria puede quedar para la próxima reunión de la Mesa, aunque existe la posibilidad de que el orden del día sea ampliado en el último momento. Si esto ocurriera, el Gobierno de España iniciaría ipso facto el proceso para recurrir de nuevo al Tribunal Constitucional.

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