Las claves
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El Rey ha lanzado un contundente mensaje a la clase política actual en su discurso por el 50 aniversario de la Monarquía.
Felipe VI ha pedido que, en un momento en que "el desacuerdo se expresa con crispación", se mire hacia la Transición que, aunque "no fue perfecta", supo priorizar la "reconciliación" y el "bien común" y en la que sus protagonistas, entre los que ha incluido a Juan Carlos I, apostaron por "el respeto frente al desprecio y la búsqueda del acuerdo frente a la imposición".
"La Transición no fue perfecta", ha reconocido el monarca en su discurso durante la imposición del Toisón de Oro a la reina Sofía, el expresidente del Gobierno Felipe González y los padres de la Constitución Miquel Roca y Miguel Herrero en el Palacio Real con la que se ha querido conmemorar los 50 años de la restauración de la Monarquía, "pero valorarla sólo por lo que omitió sería injusto".
"En las circunstancias del momento, se hizo lo correcto: se priorizó la reconciliación, la estabilidad y la creación de un marco común, tan necesario" como fue la Constitución, la instauración de la monarquía parlamentaria y la creación de "un sistema democrático plural y estable", ha dicho, reivindicando el espíritu del 78.
Reivindica el "legado" de Juan Carlos I
Felipe VI ha destacado que la Corona asumió un papel muy activo en "abrir en nuestro país el camino hacia la democracia" y ha reivindicado el "legado" de Juan Carlos I, ausente en el acto.
"La Corona integró a todos los españoles en un momento determinante y convocó, como afirmó el rey Juan Carlos, a actuar con generosidad, altura de miras y la voluntad de alcanzar un efectivo consenso de concordia nacional", ha destacado.
En este sentido, ha destacado que la Monarquía, con su padre al frente, "supo acompañar, con sentido de Estado y compromiso con el bien común, las transformaciones políticas y sociales que, impulsadas por la demanda ciudadana, permitieron instaurar un sistema democrático nuevo, con libertades reconocidas y pluralidad ideológica".
Felipe González recibe el Toisón de Oro de manos del Rey.
Aquella generación "supo conciliar el deseo de cambio con el orden legal existente, encontrando en la reforma el camino hacia la democracia", ha destacado. Lo que consiguieron sus protagonistas "no sólo fue un logro jurídico y político, sino también cívico y moral".
De hecho, Felipe VI ha llegado a definir la Transición como un "gesto político revolucionario", sobre todo "en una sociedad marcada por décadas de represión y divisiones".
Y ha destacado que "no fue un proceso sencillo, ni espontáneo" sino que fue "un proceso paulatino, incierto, con riesgos y abierto en sus resultados, en el que cada paso estuvo precedido por conversaciones, pactos y concesiones".
También ha puesto en valor que quienes participaron en ella convirtieron a España en una "democracia europea" y sellaron "un gran pacto en el que ningún grupo logró imponer su visión completa porque todos ellos comprendieron que la convivencia exigía ceder algo para ganar un futuro común". "Fue una elección pragmática, pero también profundamente moral", ha añadido.
Mensaje directo a los políticos de hoy
En este punto ha sido cuando el monarca ha dejado un mensaje directo a los políticos actuales, y en presencia tanto del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, como del líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo,
A todos ellos les ha pedido que en tiempos en los que el desacuerdo se expresa con "crispación", "mirar hacia la Transición puede servirnos, no para idealizarlo, sino para recordar su método" basado en "el respeto frente al desprecio y la búsqueda del acuerdo frente a la imposición" porque la democracia no es sólo sus formas y procedimientos, sino la búsqueda leal y conjunta de aquello que sirva mejor al bien común.
Y si fue posible, ha añadido, fue porque estuvo sustentado en el "respeto mutuo". "En una sociedad marcada por décadas de represión y divisiones, eso fue un gesto político revolucionario", ha resaltado Felipe VI, que ha estado acompañado por la reina Letizia, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía.
Sánchez junto a los presidentes del Congreso y el Senado y varios ministros y expresidentes del Gobierno.
El Rey también ha destacado que el acto de hoy en el Palacio Real sirve para recordar y rendir homenaje a aquellos años en que demostraron que "la responsabilidad, el respeto, la concordia y el diálogo pueden transformar un país; y que, aun con el vil azote de la violencia terrorista y extremista, ese rumbo no iba a variar", en clara referencia a ETA.
"Sus víctimas, caídos por nuestra democracia, por la libertad y el Estado de derecho, nunca deben estar ausentes de nuestra memoria colectiva", ha pedido.
"Quizás las generaciones que han nacido en una democracia consolidada no lleguen a hacerse una idea de todo lo que implicó dar forma a aquella convivencia, dar cauce a aquel deseo de libertad 'sin ira' y de formar parte de la Europa democrática", ha remarcado.
Este acto se ha celebrado en el Salón del Trono del Palacio Real al que han asistido el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; la presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol; el presidente del Senado, Pedro Rollán; el presidente del Tribunal Constitucional, Cándido Conde-Pumpido; y la presidenta del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, Isabel Perelló, entre otras autoridades, como Alberto Núñez Feijóo y los expresidentes José María Aznar y Mariano Rajoy.
No ha estado presente el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, condenado por el Supremo a dos años de inhabilitación.
