Las claves
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La vivienda, el principal problema para los españoles según el CIS, ha empezado a abrir una grieta seria en el Gobierno de coalición.
Sumar, socio minoritario de la coalición, se ha hartado y quiere evitar que le arrastre el problema de la vivienda, según fuentes de esta formación.
Por eso ha decidido saltar del autobús en marcha, criticar la gestión del Ministerio de Vivienda. Tanto que unas palabras de la portavoz de Sumar, Verónica Martínez, se interpretaron como que pedía la dimisión de la ministra Isabel Rodríguez.
Dijo que Rodríguez "debería dejar paso a alguien" que sí esté dispuesto a impulsar políticas innovadoras y valientes.
Por la tarde, tras el revuelo y el enfado de la parte socialista, la portavoz se vio obligada a aclarar que eso no significa pedir la dimisión de la ministra.
Coincide con el momento en el que sectores de Sumar creen que deben empezar a moverse ante la eventualidad de elecciones generales antes del próximo verano. No ir a las urnas como corresponsables de la falta de viviendas asequibles, sean cuando sean las elecciones.
Y en el PSOE están molestos con los de Yolanda Díaz por haber llegado tan lejos, porque nunca desde que hubo Gobierno de coalición en 2020 una parte ha arremetido de esa forma contra un ministro de la otra parte, acercándose a la petición de dimisión o de "apartarse".
Ni cuando el sólo sí es sí, el PSOE pidió la de Irene Montero, ni Podemos la de Fernando Grande Marlaska, pese a criticar abiertamente su gestión.
El Gobierno, empezando por Pedro Sánchez, ha dedicado la mayoría de sus comparecencias públicas en los últimos meses a hacer anuncios, presentar iniciativas, inaugurar casas y hasta hacer entregas de llaves a ciudadanos.
Lo hace alarmado por la magnitud del problema y los datos de encuestas internas que coinciden con el CIS en señalar que la vivienda es el asunto que más preocupa a los ciudadanos. Especialmente, a los jóvenes, que penalizan por ello a opciones políticas como el PSOE.
Por eso, fuentes socialistas entienden la nueva posición de Sumar como un duro golpe que sepulta sus energías e inversión dedicadas a la vivienda. No porque vaya a suponer la ruptura del Gobierno, pero sí porque arruina su esfuerzo por solucionar el problema y desmonta el relato y el discurso que emite Moncloa desde hace meses.
"Si desde dentro del Gobierno se dice que no se hace nada para solucionar la vivienda, se da munición a la oposición para que lo convierta en bandera política", explican fuentes socialistas.
Obviamente, Isabel Rodríguez tiene pleno apoyo del presidente del Gobierno y en ninguna de las quinielas sobre posibles cambios de ministros se incluye ese nombre.
Si la sustituyera estaría admitiendo que su gestión ha fracasado y nada menos que sobre un asunto candente que será importante en las próximas citas electorales.
La parte socialista del Gobierno asegura, como en otras ocasiones en las que Sumar se ha desmarcado mínimamente, que los de Yolanda Díaz necesitan diferenciarse del PSOE para tener perfil propio y, sobre todo, impedir que Podemos tenga toda la banda izquierda libre con banderas políticas e ideológicas como la vivienda o Gaza.
Por eso, Yolanda Díaz acelera iniciativas como el permiso para cuidados paliativos o por fallecimiento de familiares, y salta como un resorte para parar la subida de cotizaciones de autónomos. Más aún tras el fracaso de la reducción de jornada.
Propuesta 'inconstitucional'
La semana pasada, Sumar presentó una iniciativa propia con un plan de vivienda, al margen del PSOE, lo que ya dio idea de que pretende tomar este asunto como bandera propia. Lo importante, además, es que lo presentaron los ministros de Sumar y no el partido o el Grupo Parlamentario.
La parte socialista del Gobierno cree que la propuesta de Sumar para resolver la crisis de la vivienda es prácticamente inconstitucional en todo el articulado, según han señalado fuentes gubernamentales citadas este mismo martes por la Agencia EFE.
Fuentes de Sumar explican que, además, les ha indignado sobremanera que las iniciativas conocidas estos días por parte del Ministerio de la Vivienda hayan sido la creación de un teléfono de información y un vídeo en el que se ridiculiza el problema con ancianos que comparten piso durante cuarenta años.
Entienden que ese tratamiento frívolo del tema parece una parodia del principal problema para los ciudadanos y que es más propio de un partido de la oposición que de un Gobierno que lleva ya más de siete años.
La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, no respaldó expresamente ayer a la portavoz de Sumar, Verónica Martínez, en su mención a Isabel Rodríguez, pero sí insistió en sus propuestas sobre vivienda, instando al PSOE a que por el "bien del país", se abra a negociarlas.
Coincide con un malestar soterrado en algunos sectores de Sumar por la vía utilizada por el PSOE para llevar a la Constitución el derecho al aborto, pero en ese caso no hay discrepancia pública porque Yolanda Díaz pactó la fórmula antes de que se aprobara la pasada semana en el Consejo de Ministros.
Entre el PSOE y Sumar tienen un sistema interno de toma de decisiones con negociación con los ministros correspondientes y sólo si es necesario hay conversación directa entre el presidente del Gobierno y la vicepresidenta segunda para buscar salidas a la disputa. Ese es el último recurso, el teléfono rojo que hasta ahora siempre ha funcionado.
