La presentación del decálogo migratorio de Alberto Núñez Feijóo en Barcelona pretende establecer un nuevo marco de debate "en uno de los principales problemas de los españoles, por la falta de gestión del Gobierno".
El Plan nacional para una inmigración legal, ordenada y mutuamente beneficiosa trata de guardar un equilibrio entre "orden, legalidad y humanidad", pero lanza un titular identitario: "La nacionalidad española no se regala, se merece".
Quizás ese mensaje fuerza, destacado también desde fuentes de su dirección, pretenda alcanzar otro equilibrio: provocar la misma crítica desde el PSOE y desde Vox, para visualizar el punto medio...
El líder del PP asegura que "como única alternativa" política, su formación debía abordar este asunto "sin la demagogia extremista" de unos y otros. Sino "con unos principios sólidos, lejos del buenismo mal entendido que nos ha traído hasta aquí".
Es decir, a que la inmigración haya pasado del puesto undécimo al segundo entre las preocupaciones de los españoles, "y lejos de quienes estigmatizan injustamente a todos los que quieren venir a prosperar en España".
En un largo discurso, Feijóo presentó un decálogo de principios que enmarca 33 medidas para una "liderar" la entrada en vigor del Pacto de Migración y Asilo de la UE, en 2026, en busca "poner orden donde hay desorden", garantizar la integración, impulsar la convivencia, y evitar tanto el "buenismo mal entendido" como la "xenofobia que divide".
1. "Para que haya orden, hace falta una autoridad"
Feijóo sostiene que la clave para resolver el reto migratorio es crear una única autoridad responsable.
En la actualidad, recordó, hay "cinco ministerios que se reparten las funciones, sin coordinación ni responsabilidad clara". Y el PP propone un mandato único para reagrupar competencias y garantizar que cada caso se aborda con criterios comunes, eficacia y transparencia.
"Éste no es un problema que pueda solucionarse de la noche a la mañana, pero sí hay que mostrar voluntad política desde el primer día", ha proclamado. Esa autoridad única sostiene, permitirá actuar con agilidad y terminar con la falta de rendición de cuentas.
2. "O se gobiernan las fronteras o nos gobiernan las mafias"
La protección de las fronteras españolas debe ser efectiva para evitar que las mafias de tráfico de personas impongan sus reglas.
Feijóo aboga por "más agentes" en zonas clave como Ceuta, Melilla, Canarias, Baleares, el Estrecho y los aeropuertos. Además, solicitará "desde el Gobierno", el despliegue de la agencia europea Frontex "en su totalidad".
Porque no guardar las fronteras, sentenció, "es renunciar a nuestra soberanía". España debe decidir "quién entra, cómo y para qué", defendiendo el control y la legalidad en la entrada de inmigrantes.
3. "Lucha sin cuartel contra las mafias"
El PP propone reformar tres leyes para esta tarea. La Ley Orgánica del Poder Judicial, la Ley de Extranjería y el Código Penal.
El objetivo es dotar de herramientas jurídicas a las instituciones para "perseguir delitos en aguas internacionales", especialmente cuando las pruebas sean recogidas por las fuerzas de seguridad españolas.
La Fiscalía y la Guardia Civil, además, recibirán "competencias y medios" para actuar en alta mar, mejorando la capacidad de intervención en casos de tráfico y criminalidad. "No haremos concesiones a quienes hacen negocio con la desesperanza", recalcó Feijóo.
4. "Tolerancia cero con el delito"
Los populares niegan las acusaciones de quienes les señalan por equiparar inmigración con inseguridad.
Pero es cierto que la elección de Barcelona como escenario para presentar el plan tiene que ver con que Cataluña "es el paradigma del desastre sanchista", por el descrontrol migratorio, y la "tolerancia" con los delitos reincidentes o crónicos.
La residencia legal se perderá "de manera automática" en caso de delitos graves. Y la reincidencia "tampoco será premiada con la permanencia".
Feijóo considera que la Justicia debe ser efectiva, evitando que quienes delinquen sigan "teniendo privilegios", sobre todo, dijo, "para que los que respetan las leyes" no se vean perjudicados. "No queremos que en España prenda la xenofobia, pero tampoco que se castigue a justos por pecadores", arguye.
5. "El empleo es la puerta de entrada"
El plan vincula la entrada y la permanencia en España a llegar con un contrato de trabajo o con un visado "temporal" para la búsqueda de empleo.
Por eso, se creará el ya conocido como "visado por puntos" para abrir las vías de entrada "legales" a España, "hoy taponadas por la opacidad, la burocracia y la ineficacia".
Quien venga con un contrato, tendrá las puertas abiertas. Y quien quiera buscar empleo, podrá acceder a un visado temporal por el que, "si pasado ese plazo tienes empleo, te quedas; si no, te vas".
El PP ve en el trabajo la mejor garantía de integración, criticando la lentitud y el colapso del canal legal. "Si llegas con trabajo, serás bienvenido, porque es fuente de ingresos y de dignidad".
6. "Responsabilidad de terceros países"
Feijóo exige que los países de origen de los inmigrantes "colaboren activamente" en las devoluciones y no se desentiendan de sus ciudadanos.
Por eso, el plan prevé la creación de "un sistema de cuotas anuales" de entrada "por países y sectores laborales", beneficiando a quienes "ayuden a poner orden".
Los países que dificulten la repatriación o "utilicen la inmigración como presión política", perderán cupos y facilidades.
7. "Corregir los sistemas de asilo y de arraigo"
El PP quiere recuperar "la excepcionalidad" del asilo y del arraigo como vías de establecimiento y regularización en España.
Feijóo anunció que su Gobierno excluirá de la protección a ciudadanos de Estados seguros "donde la persecución política no se da". Y que la reagrupación familiar requerirá "demostrar suficiencia económica".
Por otro lado, estableció que "el arraigo será una posibilidad individual", reservada para quienes acrediten "compromiso real con España".
8. "Contribuir como principio para permanecer"
La residencia de larga duración, con el PP en la Moncloa, dependerá del "esfuerzo, la integración y la contribución" al sistema.
Feijóo propone que prestaciones como el Ingreso Mínimo Vital estén ligadas a la búsqueda activa de empleo. Sostiene que el trabajo es fuente de dignidad y estabilidad, y que "el sistema debe premiar el esfuerzo" y la integración real.
"Si el sistema sólo subvenciona y no incentiva que trabajar merezca la pena, la convivencia se resiente y le sistema se agota", advirtió.
9. "Los menas no se solventan con repartos extraordinarios"
Feijóo mantiene los compromisos "firmados" con Fernando Clavijo, presidente de Canarias, en nombre de los 14 gobiernos autonómicos del PP.
Según los populares, la repatriación de los menores extranjeros no acompañados (menas) debe ser la primera opción "en defensa del interés superior del menor", y siempre que sea posible.
Además, como medida estrella, se establecerá un sistema de verificación de edad en un máximo de 72 horas para evitar fraudes. "Y quien se haya declarado menor, pero las pruebas demuestran lo contrario, será responsable de un delito que incluiremos en el Código Penal".
10. "La nacionalidad española no es un trámite administrativo"
Finalmente, Feijóo criticó el "coladero" en el que le Gobierno ha convertido el acceso a la nacionalidad, dándosela "como un mero trámite burocrático" en los últimos años a 1,4 millones de personas desde que gobierna Sánchez.
Según el plan del PP, el acceso a la nacionalidad se reforzará siguiendo criterios de "mérito, integración y respeto a la Constitución".
El documento prevé elevar el nivel de exigencia lingüística, cultural y constitucional, para devolverle a la nacionalidad española "su sentido más elevado". Feijóo sostiene que ser español "es participar de un proyecto común y una herencia universal".
En resumen, este decálogo marca una apuesta clara por la migración "ordenada, legal y humana", y una integración "basada en el respeto y la contribución" al país.
Feijóo ha querido convertir esta propuesta en uno de los ejes centrales de su discurso político. Y tratará, o eso asegura, de definir un modelo "alejado de la demagogia, el buenismo ineficaz, la confrontación y el uso partidista de la xenofobia".
