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El Gobierno navarro de la socialista María Chivite lleva seis años financiando las colonias de verano Euskal Udalekuak, donde varios padres han denunciado que los monitores se duchaban desnudos con menores.

Antes, entre 2015 y 2019, esas mismas subvenciones ya se concedieron bajo la presidencia de la nacionalista Uxue Barkos.

Desde ese año, momento en el que Geroa Bai llegó al Ejecutivo foral, se destinan fondos a la Mancomunidad de la Sakana, en manos de EH Bildu, con el objetivo de subvencionar, entre otros, campamentos en euskera.

La financiación parte de Euskarabidea, el Instituto Navarro del Euskera, que ha dependido siempre de la consejera Ana Ollo (Geroa Bai), primero en el Gobierno de Barkos y después en los dos mandatos de Chivite.

Las ayudas permiten a las familias recuperar hasta 125 euros por hijo inscrito en una lista de campamentos, entre ellos los organizados por Euskal Udalekuak.

¿Cuál es el flujo del dinero? Euskarabidea transfiere cada año fondos a la Mancomunidad de la Sakana, que recibe en torno a 30.000 euros anuales.

La Mancomunidad es una entidad que agrupa a 15 ayuntamientos del valle navarro del mismo nombre. Presidida por Aitor Larraza (EH Bildu), gestiona servicios de agua, residuos, deportes y euskera.

Los documentos a los que ha accedido este periódico prueban la continuidad de este sistema desde 2015. Ese año se destinaron unos 5.400 euros; en 2016, 14.000; en 2017, más de 27.000; en 2018 fueron 23.000 y en 2021 volvieron a crecer hasta los 30.000.

En 2022 las ayudas alcanzaron los 32.000 euros y en 2023 superaron los 31.000. La tendencia ha sido al alza hasta consolidarse en torno a los 33.000 actuales.

Los padres abonan primero la cuota completa del campamento —entre 200 y 350 euros según la duración— y, posteriormente, presentan el justificante de pago. La Mancomunidad devuelve hasta 125 euros por niño, siempre que elijan un campamento de la lista oficial.

Denuncias

La polémica surge porque varios de estos campamentos han sido denunciados por conductas graves de monitores con menores. La Ertzaintza investiga al menos cuatro denuncias por delitos contra la libertad sexual, dos en Abaigar (2021 y 2022) y dos en Bernedo (2023 y 2024).

Una madre, según testimonios recogidos por El Diario Vasco, relató que su hija —una adolescente entre 13 y 15 años— fue obligada en el campamento de Bernedo a ducharse desnuda en duchas mixtas, acompañada por chicos y monitores también desnudos.

A pesar de su resistencia, la obligaban a repetir esta situación varias veces. En algunas ocasiones, un monitor circulaba "con los genitales al aire", según su denuncia.

Otras familias han denunciado que en esas colonias de verano los monitores solían cocinar desnudos pertrechados con un simple mandil o pasearse en topless por el recinto y la piscina municipal. También se practicaban juegos de rol que incluían tocamientos indebidos.

En Abáigar, los testimonios hablan también de duchas mixtas, monitores desnudos frente a menores y comentarios sexuales inapropiados hacia adolescentes.

Estas prácticas se habrían repetido en 2021 y 2022, según cartas de los propios niños y denuncias aportadas por sus familias.

"Educación feminista"

La respuesta de la organización Euskal Udalekuak, en un comunicado, defiende en todo momento sus prácticas.

"No creemos en la división por géneros, creemos en una educación feminista", señala el texto, que justifica las duchas mixtas como una forma de "vivir la propia desnudez con naturalidad".

Esos espacios, "más allá de ser un lugar solo para la higiene, son una oportunidad para normalizar todos los cuerpos, romper estigmas y liberarse de la vergüenza y la sexualización".

El objetivo es, según esta entidad, evitar que "les persones trans" se sientan "categorizades".

Añaden que su propuesta "política y ética" se basa en el "transfeminismo": "Cuestiona el binarismo impuesto, favorece la normalización de los cuerpos y pretende contribuir a la construcción de entornos más habitables".

Según explican, el contexto de las duchas es "una oportunidad para normalizar todos los cuerpos, romper estigmas y liberarse de la vergüenza y la sexualización (…) sin necesidad de identificación previa de género".

La organización insiste en "no obligamos a nadie a desnudarse ante les demás y ofrecemos acompañamiento y alternativas personalizadas".

Asimismo, denuncia que las quejas de algunas familias se han difundido "fomentando el sensacionalismo y el morbo" e incluso publicando "conversaciones internas".

Eso, afirman, ha derivado en mensajes de "acoso, agresiones y discursos difamatorios" hacia sus educadores, incluidos ataques de carácter "machista y tránsfobo".

Explicaciones políticas

Tras la información publicada por EL ESPAÑOL, el caso ha llegado al Parlamento de Navarra. Este mismo viernes, Vox ha exigido la dimisión de la consejera de Memoria y Convivencia, Acción Exterior y Euskera, Ana Ollo.

Asimismo, la formación de Santiago Abascal ha reigstrado una batería de preguntas para que el Ejecutivo foral detalle cuánto dinero público se ha destinado a estos campamentos desde 2015.

"Se está financiando con dinero de todos los navarros la perversión de menores. Quien haya colaborado en esta iniciativa debe pasar por los juzgados", denuncia el partido.

Quieren que la consejera Ana Ollo aclare si era conocedora de que las ayudas de Euskarabidea a la Mancomunidad de la Sakana terminaban subvencionando estas colonias de verano y el importe exacto de esas partidas en los últimos diez años.

Vox también reclama el cierre de Euskarabidea, al que define como un "chiringuito separatista".