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Carles Puigdemont ha encargado este lunes a su portavoz parlamentaria, Míriam Nogueras, que haga un discurso de "enmienda a la totalidad" contra Pedro Sánchez. Será en la toma en consideración de la ley para ceder las "competencias integrales de inmigración" a la Generalitat.

Según las fuentes consultadas, será un "primer round" de las decisiones tomadas por la formación independentista catalana este lunes, que "se irán conociendo en las próximas semanas".

El expresident fugado reunió este lunes a la comisión permanente de dirección de Junts en Waterloo (Bélgica). Puigdemont informó a su cúpula del desarrollo de la reunión, el jueves pasado, con José Luis Rodríguez Zapatero.

El expresidente es, al menos de momento, el sustituto de Santos Cerdán como interlocutor del PSOE, tras el encarcelamiento del ex secretario de Organización de Sánchez.

En esa cita con el mediador internacional, Puigdemont trasladó a Zapatero su negativa a apoyar los Presupuestos Generales del Estado de 2026 mientras Sánchez no cumpla "todos los acuerdos pendientes".

Los siete votos de Junts en el Congreso son imprescindibles para que el Gobierno pueda sacar adelante las cuentas públicas que ha prometido presentar en las próximas fechas.

Sin embargo, en el entorno de Puigdemont hay malestar por el hecho de que todavía no sean una realidad ninguno de sus acuerdos: ni la amnistía, ni el catalán en la UE, ni la "verdadera financiación singular" para Cataluña ni la cesión de la política de inmigración a la Generalitat.

Más de dos años

La relación entre Junts y el PSOE comenzó en marzo de 2023, cuando Cerdán inició una serie de visitas clandestinas a Puigdemont, para acercar posiciones, en previsión de un posible acuerdo tras las generales.

Tras las elecciones del 23 de julio de 2023, los socialistas lograron su apoyo para la presidencia del Congreso de Francina Armengol, tras arrancar el compromiso de la oficialidad del catalán en las instituciones europeas. Desde entonces, el asunto se ha llevado siete veces al Consejo de la UE, con siete fracasos.

El gran pacto llegó en noviembre de 2023, para la investidura. El llamado Acuerdo de Bruselas fue signado por Cerdán, tras una semana de negociaciones con Puigdemont.

El pacto incluía la Ley de Amnistía y una negociación para una "financiación singular" y privilegiada a la Comunidad Autónoma catalana. Sin embargo, Puigdemont sigue sin poder volver de Bélgica porque el Tribunal Supremo considera que la malversación de fondos públicos no es amnistiable, y el TC aún no ha resuelto su recurso de amparo al respecto.

La inmigración y la "confianza"

En enero de 2024 llegó el estreno de la legislatura: Junts amenazó con tumbar los tres primeros decretos del Gobierno de coalición. Para salvarlos, el PSOE pactó la "delegación integral" de competencias en inmigración a la Generalitat. Sin embargo, esta medida nunca se ha sustanciado.

La inacción del PSOE desde entonces, provocó una crisis que se prolongó desde noviembre de 2024, cuando Junts presentó una PNL para forzar a Sánchez a someterse a una cuestión de confianza en el Congreso.

Hasta febrero de 2025, no se logró "recuperar parte de la confianza". Zapatero tuvo que desplazarse a Suiza para solventar la crisis en una reunión de urgencia con Puigdemont y el mediador internacional.

En marzo, Junts y el PSOE registraron conjuntamente una Proposición de Ley Orgánica para la cesión de estas competencias. Pero desde entonces, los socialistas han prolongado los periodos de enmiendas para la norma de manera indefinida para guardarla en un cajón.

El motivo aducido era la negativa de Podemos a apoyar la reforma, porque califica a Junts de "partido racista". Sin los cuatro votos de los morados la norma nunca saldrá adelante, ya que es una ley orgánica y necesita de 176 votos afirmativos.

La proposición de ley otorga múltiples capacidades a la Generalitat que le permitirían apartarse de la política migratoria general del Estado.

Cataluña podría quedarse fuera del contingente anual de inmigrantes que establezca el Estado y establecer su propio cupo. Los Mossos d'Esquadra pasarían a controlar la seguridad de puertos, aeropuertos y zonas críticas, además de tener competencias para expulsar inmigrantes irregulares.

Normalmente, Zapatero sólo se había implicado personalmente en estos encuentros "cuando la situación amenaza ruptura". De hecho, fuentes de Junts lo calificaban de "el Cristo grande, al que sacamos en procesión cuando la cosa va mal".

La crisis llevó al mediador internacional Francisco Galindo a pedir públicamente a Junts que retirara la cuestión de confianza para evitar "un retroceso difícil de superar". En el entorno de Puigdemont encajó mal aquel comunicado de Galindo al hacer pública la situación de crisis.

La presión de Aliança Catalana

Ahora, la crisis con Sánchez es similar a la del año pasado que provocó la PNL sobre la cuestión de confianza. Y por el mismo motivo, la falta de avances en el pacto sobre la inmigración.

El asunto es aún más clave ahora, por la presión añadida del crecimiento del partido ultra independentista Aliança Catalana, que le está comiendo terreno electoral a Junts, según todas las encuestas.

Los de Puigdemont necesitan provocar que las legislativas sean antes que las municipales de 2027, porque en las generales AC no se presentará. Sin embargo, en las municipales el efecto arrastre puede acabar con Junts como la opción hegemónica del independentismo catalán, al menos en el espectro de la derecha nacionalista.

Y la batalla está en el campo ideológico de la contención de la inmigración irregular. Y de reivindicar políticas propias en este campo. Por eso, el órdago será total ya desde este martes.

Puigdemont ha encargado este lunes a Nogueras que haga un discurso duro contra los incumplimientos de Sánchez.

En la sesión de control de la semana pasada, Nogueras ya se dirigió a Sánchez diciéndole que su formación está harta del "bla bla bla" y le pidió "hechos" si no quiere ver cómo se desmoronan los pactos.