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A la tercera irá la vencida o, al menos, eso esperan en Sumar. El Real Decreto para formalizar un embargo de armas a Israel, y que Pedro Sánchez anunció hace dos lunes en un mensaje institucional, sigue sin aprobarse.

Moncloa ha vuelto a retrasar este martes su aprobación alegando que es de una gran "complejidad técnica", porque afecta a varios ministerios, leyes y, a su vez, tiene que ser compatible con el derecho comunitario.

Todo indica que Sánchez salió a anunciar las medidas sin tener el Real Decreto cerrado y consensuado con los diferentes ministerios, a pesar de que anunció nueve iniciativas concretas.

Aquellas nueve medidas consistían en:

1- el embargo de armas a Israel,

2- la prohibición de atracar en puertos españoles a los barcos que transporten combustible destinado al ejército israelí,

3- la denegación de entrada al espacio aéreo español de aviones con material de defensa para Israel,

4- la prohibición de entrada en España a quienes "participen directamente en el genocidio",

5- la prohibición de la importación de productos procedentes de los asentamientos israelíes ilegales en Gaza y Cisjordania,

6- la limitación de los servicios consulares prestados a los ciudadanos españoles residentes "en los asentamientos ilegales israelíes",

7- el refuerzo de apoyo a la Autoridad Palestina,

8- la ampliación de la contribución española a la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA),

9- el aumento de la partida de ayuda humanitaria para Gaza.

En Sumar creen que detrás del aplazamiento de estas medidas hay desavenencias entre Presidencia del Gobierno, que estaría a favor de aprobar un plan ambicioso cuanto antes, y varias carteras como la de Margarita Robles o Carlos Cuerpo.

"Nos consta que hay diferencias entre ministerios, que no son los nuestros, y Presidencia", afirman fuentes de la coalición de Yolanda Díaz, que añaden que hay varias carteras implicadas "como Defensa, Economía y Hacienda" que estarían teniendo divergencias sobre el encaje legal.

Otro alto cargo de Sumar vincula el retraso en aprobar el Real Decreto a un "choque entre ellos (en referencia al PSOE) y sus ministerios".

Uno de los acuerdos más difíciles de cerrar es la prohibición del tránsito o escala de barcos que transporten combustible destinado a las fuerzas armadas israelíes a través de puertos españoles.

El Ejecutivo tendría que justificarlo de forma clara y debe documentar el riesgo real de que ese combustible se use en acciones ilegales.

Fuentes del Ministerio de Defensa defienden que el Real Decreto es "técnicamente muy complejo", pero niegan que exista un conflicto en el seno del Ejecutivo.

"Nosotros estamos ya con el plan de reconversión y no necesitamos ningún material israelí", aseguran.

Esta versión choca con la que defienden en IU, formación integrada en Sumar y que controla el Ministerio de Infancia y Juventud: "No nos creemos lo de los problemas técnicos".

Más allá iba el diputado de Compromís integrado en Sumar, Alberto Ibáñez: "Si hay ministros rebeldes, lo que tiene que hacer el presidente es cesarlos".

Pero en público, Sumar se muestra más comprensiva. "Nos dijeron desde el principio que había esos problemas técnicos, podemos entenderlo", afirmaba la portavoz parlamentaria, Verónica Martínez Barbero.

En lo que coinciden los socios de Sánchez es en pedir que el próximo martes esté listo el Real Decreto y no haya más dilaciones.

En IU hay hartazgo y aseguran que, si la semana que viene el asunto no está resuelto, los ministros de Sumar deberían ausentarse del Consejo de Ministros. Algo que haría su ministra, Sira Rego, y que esperan que secundara también Yolanda Díaz.

Tampoco el resto de socios parlamentarios del PSOE están muy satisfechos con el retraso. El más indignado es Podemos cuya líder, Ione Belarra, ha cargado contra el Gobierno de coalición.

La que fuera ministra de Derechos Sociales augura que "si lo están trabajando tanto es que va a ser un embargo que no sirva para nada", con una mera intencionalidad "electoral". Y dibujó el Real Decreto como un "queso Gruyère", lleno de agujeros.

¿Fuera del Mundial?

Ahora la cuestión es hasta dónde está dispuesto a llegar el Gobierno en su postura de presión contra Israel.

De momento, RTVE ha anunciado que no participará en Eurovisión si la radiotelevisión israelí no es expulsada del festival.

Una posición que no parece que, de momento, se vaya a extender a competiciones deportivas.

"¿Por qué Eurovisión sí y los mundiales de atletismo no?", preguntaba la portavoz parlamentaria del PP, Ester Muñoz, que recordaba que ahora en Japón están compitiendo varios israelíes y que las carreras están siendo retransmitidas por Teledeporte.

Al portavoz del PSOE, Patxi López, le preguntaban directamente si España debería acudir al Mundial de Fútbol 2026 si Israel se clasifica.

"Ya veremos", aseguraba, y emplazaba a valorarlo "en su momento". Una patada al balón hasta dentro de unos meses.