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La presidenta del Congreso, Francina Armengol, se ha convertido en la protagonista de la jornada en la bronca primera sesión de control al Gobierno del nuevo curso político

¿El motivo? Su doble rasero. Ha interrumpido la intervención de Santiago Abascal por llamar "traidor", "corrupto" e "indecente" a Pedro Sánchez, pero ha guardado silencio cuando Félix Bolaños ha calificado de "embustera" y "difamadora" a Cayetana Álvarez de Toledo.

El líder de Vox, en su intervención inicial, ha cargado contra el Gobierno de Sánchez por su coste económico y ha citado presuntas agresiones cometidas por inmigrantes irregulares. Ha cerrado su intervención tildando a Sánchez de "corrupto", "traidor" e "indecente", lo que ha llevado a Armengol a cortar su discurso.

"Vuelve a empezar estas sesiones con la mala educación. Le retiraré del diario de sesiones sus insultos, pero le ruego que no vuelva a insultar porque los ciudadanos no se merecen ese trato", ha dicho la presidenta.

Sin embargo, minutos después el trato ha sido distinto con Bolaños. El ministro de Justicia ha llamado en varias ocasiones "embustera" y "difamadora" a la diputada del PP Cayetana Álvarez de Toledo sin que Armengol haya intervenido para frenar sus palabras.

La portavoz del PP, Ester Muñoz, ha pedido la palabra para protestar, pero la presidenta no se la ha concedido. "Señores diputados, un poco de silencio", ha zanjado Armengol. Después, solo ha hecho un aviso genérico: "Todas las palabras ofensivas serán retiradas del diario de sesiones".

A renglón seguido, y cuando formulaba su pregunta a Bolaños, la diputada de Vox Pepa Millán ha salido a echar un capote al PP. Se ha dirigido directamente a Armengol para afearle su silencio: "¿Va a borrar los insultos del ministro o hay escalas en la preferencia del respeto que usted reclama?".

La presidenta no ha respondido.

Por su parte, Bolaños, lejos de rectificar, ha redoblado sus ataques y se ha reiterado en sus palabras. "Le agradezco, señora Millán, esa comunión que demuestran PP y Vox y la suya con Álvarez de Toledo. Son ustedes fronterizos, son lo mismo, se dedican a la difamación y es normal que se defiendan unos a otros", ha dicho.

El ministro ha vuelto a traer a colación un enfrentamiento anterior en el que acusó a Álvarez de Toledo de participar en "el mayor bulo de la historia de España, el del 11-M".

En noviembre del año pasado, también en sede parlamentaria, el ministro sostuvo que Álvarez de Toledo era jefa de gabinete del PP en 2004, cuando tuvo lugar el atentado terrorista, pese a que en esa fecha trabajaba en la sección de opinión de El Mundo y no se incorporó a Génova hasta más de dos años después.

El distinto trato de Armengol también se ha reflejado en la gestión del tiempo. La presidenta ha cortado abruptamente el micrófono a Alberto Núñez Feijóo al agotar su turno, mientras que a la vicepresidenta María Jesús Montero o a Gabriel Rufián, portavoz de ERC, les ha permitido concluir tras avisarles previamente.