El pleno del Congreso ha rechazado este martes las enmiendas a la totalidad de la norma de PP y Vox que buscaban evitar la expulsión de los "periodistas ultra" del Congreso.
La iniciativa presentada por el PSOE y sus socios de investidura: Sumar, PNV, Bildu, ERC, Junts y Grupo Mixto; busca reformar el reglamento del Congreso e introducir una nueva regulación de la actividad periodística, así como la ampliación del voto telemático de los diputados a más casos.
La propuesta contempla sanciones que van desde la suspensión temporal de la acreditación hasta la retirada definitiva en casos de infracciones muy graves, como proferir insultos o atentar contra la dignidad de otras personas en el seno de la Cámara.
La Mesa del Congreso, presidida por Francina Armengol, será quien tenga las competencias de retirar dicha acreditación para acceder a la Cámara Baja.
PP y Vox habían presentado textos alternativos al considerar que las normas del Congreso ya otorgan competencias a la presidencia de la Cámara para mantener el orden público en dependencias parlamentarias y que lo único que se busca es silenciar a medios críticos.
Con la reforma, el PSOE y sus socios pretenden dar respuesta a las peticiones de diferentes colectivos profesionales para "evitar comportamientos inaceptables en el ejercicio del periodismo". Su objetivo, según subrayan estos grupos, no es restringir la labor de los profesionales de la información, sino actuar contra "activistas de ultraderecha" que asisten a ruedas de prensa.
El debate
Desde el PP, la diputada Cayetana Álvarez de Toledo ha denunciado que la norma supone un giro hacia el "autoritarismo parlamentario" que, a su juicio, pretende instaurar la presidenta del Congreso, Francina Armengol.
"La misma presidencia que tolera el señalamiento de jueces, ahora decide quién es periodista y quién no". "Quieren encarcelar a la verdad, antes de que la verdad les encarcele a ustedes", ha recriminado a los socialistas.
En el PSOE, el diputado Marc Lamuá ha defendido que "hay que poner límites democráticos" para proteger a aquellos que entran en el Congreso de los Diputados para ejercer verdaderamente el ejercicio del periodismo.
En su discurso y dirigiéndose a la bancada popular ha dicho que "esto no va de vetar ideas y opiniones". "Esto va de ética profesional y de proteger a la Institución".
Los socialistas sostienen que, actualmente, en el Congreso, hay "agitadores" que vienen a convertir a esta Cámara en una herramienta de propaganda de la ultraderecha". "Ese pase de prensa no puede ser un escudo para el acoso", ha dicho Lamuá.
Por su parte, el secretario general de Vox, José María Figaredo ha acusado a los socialistas de poner "a aquellos periodistas que les bailan el agua, que son unos lamebotas del Gobierno y de la línea editorial del Partido Socialista, el Gobierno les pone un programa en Televisión Española pagado con el dinero de todos".
Sin embargo, "a los periodistas que preguntan por la corrupción quieren echarles del Congreso de los Diputados", ha dicho Figaredo.
Desde su escaño, el portavoz de ERC, Gabriel Rufián se ha dirigido a Vito Quiles y otros periodistas implicados por la norma: "Quien sólo persigue a unos y quien sólo hace preguntas incómodas a unos, no hace información, hace propaganda". "Son propagandistas, entonces no caben aquí", ha defendido.
La proposición de ley fue tomada en consideración por el Pleno del Congreso el pasado 20 de mayo y sus promotores pidieron tramitarla por el procedimiento de urgencia, acortando los plazos parlamentarios a la mitad.
El plan del PSOE y sus socios es habilitar cuantas sesiones parlamentarias sean necesarias para aprobarla este verano para que esté en vigor al inicio del próximo periodo de sesiones.