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Moncloa considera que la cumbre de la OTAN que se ha celebrado en La Haya ha sido un éxito para Pedro Sánchez por haber eludido la exigencia del 5% del PIB para gasto militar y porque la confrontación evidente con Donald Trump tiene en este momento un resultado positivo para el presidente del Gobierno.

Sánchez llegó a la cumbre en una situación muy difícil, por los casos de corrupción y la imputación de sus dos últimos secretarios de Organización del partido.

Además, aceptar un nuevo incremento de gasto militar, tras elevarlo recientemente al 2,1%, le suponía un enfrentamiento con sus socios, especialmente con Sumar, que ponía en riesgo la legislatura.

Por eso, el presidente del Gobierno planificó desde hace semanas su posición negociadora, asumiendo el riesgo de un cierto enfrentamiento con países miembros de la OTAN, empezando por Estados Unidos.

En el análisis de riesgos entraba la posibilidad de represalias contra España, pero entendieron que era inasumible subir al 5%, porque supone más de 80.000 millones de euros y recortes en gasto social.

También lo consideran inaplicable ante la imposibilidad de aprobar unos Presupuestos con ese nivel de gasto militar y las consiguientes rebajas sociales.

El Gobierno explica, además, que el presidente de Estados Unidos no podrá cumplir sus amenazas contra España y, por eso, minimiza las palabras pronunciadas por Trump al término de la cumbre hablando de implantar nuevos aranceles.

Según Moncloa, los aranceles no pueden imponerse sólo a un Estado de la Unión Europea, sino que tiene que ser al conjunto de los miembros.

Por ejemplo, en 2022, cuando se habló de bloqueo comercial por parte de Argelia a España  por el cambio de posición respecto al Sáhara. La UE respondió que no podía aplicarse a un solo Estado porque la política comercial es común y así lo frenó.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, este miércoles en La Haya (Países Bajos) en la cumbre de la OTAN. Efe

Además, en este momento hay déficit comercial a favor de Estados Unidos con España y, por tanto, carecería de sentido que haya un castigo a productos españoles.

Lo que más vende Estados Unidos a España es gas licuado, y lo hace para toda la UE, por lo que según Moncloa es imposible esa represalia.

Si impusiera aranceles a toda Europa sobre productos concretos que afectan más a España -la aceituna negra, por ejemplo- fuentes no oficiales explican que sería menos costoso subvencionar ese sector para paliar los efectos, que gastar más de 80.000 millones de euros en Defensa.

Silencio y palabras de Trump

Estas fuentes explican también que Trump, en la reunión a puerta cerrada de los miembros de la OTAN celebrada este miércoles, no ha mencionado expresamente a España en ningún momento.

Ha hablado en genérico del cumplimiento del objetivo del 5%, pero añadiendo que no entendía la razón por la que hay excepciones. Después ha defendido el bombardeo de Irán, ha vendido las bondades de la industria militar estadounidense y ha dicho que espera hacer muchos negocios con esto, siempre según fuentes del Gobierno.

La única mención expresa a España ha sido la de Letonia, pero para agradecer que tropas españolas sigan apoyando en la frontera rusa.

Para poder eludir la exigencia del 5%, Moncloa considera vital el acuerdo cerrado con el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, el pasado fin de semana. El pacto fue sellado con una carta de éste admitiendo la flexibilidad para España.

También se modificó el borrador de acuerdo para que en la versión oficial en inglés no se hable del cumplimiento por parte de "los aliados", sino de "aliados", de forma imprecisa.

En todo caso, la mejor prueba de que Sánchez ha eludido el 5% es el enfado de Trump y la tirantez con otros mandatarios en la cumbre.

Para hacerlo, el equipo de Sánchez, que encabeza el jefe de Gabinete del presidente, Diego Rubio, ha buscado cambiar el foco del debate en la cumbre para que no se centre en el porcentaje del PIB, sino en el cumplimiento de las capacidades, es decir, de las obligaciones materiales y personales de los ejércitos.

La disputa sigue siendo que España cree que se pueden cumplir con el 2,1%, mientras que la OTAN cree que debe subir al 3%, por lo que se evaluará en 2029.

Políticamente, el Gobierno entiende que en este asunto han quedado descolocados por igual el PP y Podemos.