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Tres miembros del Gobierno español (la vicepresidenta Yolanda Díaz; la ministra de Igualdad, Ana Redondo, y el titular de Cultura, Ernest Urtasun) viajan a Budapest para participar en los actos del día del Orgullo, que tendrán lugar este sábado, y para mostrar su rechazo al "intento del Gobierno de Viktor Orbán de prohibir las celebraciones".

El ministro Ernest Urtasun ha anunciado que estarán en Budapest junto a miembros de otros gobiernos europeos, para apoyar a la comunidad LGTBI: "Vamos a decirles que ahí donde haya un ataque o un retroceso en materia de derechos van a encontrar a Sumar y van a encontrar al Gobierno de España", ha dicho el ministro en declaraciones recogidas por Efe.

Junto a una numerosa delegación de eurodiputados de distintas formaciones políticas, la exministra y candidata de Podemos a la presidencia del Gobierno, Irene Montero, ha informado de que también viajará el viernes a Hungría para participar en la marcha alternativa por el Orgullo LGTBIQA+, convocada por el Ayuntamiento de la capital húngara después de que su Gobierno prohibiera el Budapest Pride.

Podemos ha denunciado que "la Policía de Hungría denegó recientemente el permiso para la celebración del Budapest Pride, gracias a una normativa homófoba impulsada por el ultraderechista Viktor Orbán, que prohíbe cualquier manifestación pública que supuestamente promueva la homosexualidad o identidad de género ante menores".

El Parlamento de Hungría aprobó recientemente, por una amplia mayoría, una enmienda a la ley de reunión, que prohibirán "las reuniones que promuevan o exhiban el cambio de sexo de nacimiento o la homosexualidad", según Efe.

En los últimos 15 años, el Gobierno de Orbán ha impulsado leyes que restringen los derechos de la comunidad LGTBI, incluyendo la prohibición del reconocimiento legal del cambio de género y de la adopción para parejas del mismo sexo, así como la reforma de la Constitución para definir el matrimonio como la unión exclusiva entre un hombre y una mujer.

El Gobierno de Viktor Orbán ha remitido una carta a las embajadas de los países de la UE, en la que les informa de que la Policía ha prohibido la celebración del Budapest Pride, por lo que participar en este evento puede acarrear "consecuencias legales o administrativas".

Sin embargo, el alcalde de Budapest, Gergely Karácsony, ha desafiado la prohibición, ha dado su apoyo a la marcha y ha advertido sobre la posibilidad de que la Policía utilice cámaras de vigilancia para identificar e imponer elevadas multas a los asistentes.

También la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha dado su apoyo a los asistentes a la marcha de Budapest, desafiando al Gobierno de Orbán.

En un vídeo publicado en las redes sociales, Von der Leyen muestra su "pleno apoyo" a la comunidad LGTBIQ+ y advierte de que "nadie debe ser castigado por celebrar su identidad". “A la comunidad LGBTIQ+ en Hungría y más allá: siempre seré vuestra aliada", señala en su mensaje.