En julio de 2022, el Consejo de Ministros aprobó un Real Decreto que reformaba el reglamento de la Ley Orgánica de Extranjería e introducía el término "arraigo por formación". Se trata de un mecanismo que permite a las personas extranjeras en situación irregular obtener una autorización de residencia y cuyo uso no para de crecer en España.
Según destaca el Observatorio de la FP de CaixaBank Dualiza en su último informe, la figura jurídica del arraigo por formación representa el 11% del total de los permisos de residencia obtenidos en España. La cifra puede no parecer alta, pero lo es si se tiene en cuenta que es un permiso que apenas lleva dos años vigente.
En términos absolutos, las autorizaciones por arraigo social (393.141) y familiar (167.706) representan la mayor proporción del total acumulado entre 2013 y 2023. Pero el arraigo por formación ha crecido rápidamente desde su introducción, alcanzando 24.050 autorizaciones entre 2022 y 2023. Sólo en 2023, la cifra fue de 23.097 personas.
El permiso por formación permite, según las autoridades, una inclusión socioeconómica muy beneficiosa para quien quiere ser residente de pleno derecho en España. Además, como muchos de estos solicitantes están estudiando una Formación Profesional (FP), su incorporación al mercado laboral es muy rápida.
El perfil de quienes optan por esta vía es variado aunque, si se observan los datos, el usuario mayoritario de este servicio es un marroquí, varón de entre 25 a 34 años. Además, el solicitante suele estar en una situación de irregularidad profunda (92,5% de todos los solicitantes).
Marruecos lidera la lista de los beneficiarios, con el 47,6%. El segundo país de origen es Colombia, con un 11,3% del total.
Quienes logran estas autorizaciones pertenecen a países con flujos migratorios tradicionales hacia España, como Marruecos, Colombia y Argelia.
Además, se observa una disgregación por sexos muy llamativa. Mientras que en los países latinos la mayoría de quienes piden este permiso son mujeres, quienes lo solicitan de países como Marruecos, Argelia o Pakistán son mayoritariamente varones.
Fuente: Observatorio FP. Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Observatorio Permanente de la Inmigración.
A diferencias de otras autorizaciones de residencia como la familiar o la social, el permiso por formación es mayoritario entre jóvenes en edad de estudiar o con capacidades para incorporarse al mercado laboral.
Por un lado, está el tramo entre 16 y 24 años que se encuadra en la edad teórica de estudiar ciclos formativos de FP en el sistema educativo. Por otro, los adultos entre 25 y 44 años suponen prácticamente la mitad del total de personas con autorización por arraigo.
El peso que tiene el arraigo en formación varía en función de la comunidad autonómica. País Vasco (20,3%), la Región de Murcia (19,7%), Cataluña (15,2%) y Comunidad Valenciana (14,0%) y Melilla (13,6%) lideran las concesiones de arraigo por formación en términos porcentuales.
Los motivos de esta situación son diversos; por ejemplo, en el caso de Melilla afecta su carácter fronterizo, mientras que la Región de Murcia y Comunidad Valenciana cuentan son sectores productivos con una alta proporción de mano de obra extranjera en la agricultura.
Desde el Observatorio de la FP de CaixaBank Dualiza valoran estos datos y destacan que el arraigo por formación "emerge" como una herramienta clave para la integración sociolaboral de las personas extranjeras.
Sin embargo, asegura que todavía queda recorrido para que suponga una inserción laboral efectiva, que refuerce el vínculo entre formación y empleo, y las considerables diferencias de género y territoriales. En este sentido, la entidad apuesta por la FP Dual como la herramienta perfecta para solventar las deficiencias encontradas en la actualidad.
Esto significaría avanzar hacia un modelo alemán donde la FP más básica (siempre dual, es decir, combinando estudio y trabajo) es mayoritaria entre la población migrante para erradicar el abandono escolar temprano y favorecer la integración.
