Ione Belarra, secretaria general de Podemos, ha convocado por sorpresa y por adelantado la V Asamblea Ciudadana para "poner en marcha la maquinaria electoral".
El equivalente al congreso del partido prevé renovar la dirección, según fuentes de su dirección.
Pero sobre todo, poner al partido en modo elecciones, a través de primarias, después de que los morados hayan recibido presiones desde el PSOE y desde Sumar para rehacer la unidad de la izquierda en previsión de un posible adelanto electoral.
La asamblea tendrá lugar los próximos días 11 y 12 de abril, anticipando en casi tres meses la fecha marcada por los estatutos de Podemos. Y se celebrará apenas dos semanas después de que la formación fundada por Yolanda Díaz, y bajo cuyas siglas acudió la formación de Belarra a las elecciones generales del 23-J, haya culminado su proceso de refundación.
Además, los insistentes mensajes procedentes de líderes de Sumar a favor de reeditar la coalición electoral, que en 2023 sí incluyó a Podemos, han llegado a la formación morada acompañados del guiño de que Díaz ya no será la cabeza visible del movimiento político.
"El PSOE quiere que la izquierda esté organizada, y pronto", apunta un alto cargo del entorno de Belarra. "Eso sólo puede ser por un motivo, después de los toques que hemos recibido por todos lados".
¿Irene candidata?
Las declaraciones públicas de la vicepresidenta segunda, todavía líder de Sumar en el seno del Gobierno, y de la secretaria de Organización de la formación política, Lara Hernández, insistiendo en la "conveniencia de repetir coalición" son leídas de esa manera en Podemos, precisamente en el primer año sin elecciones a la vista en mucho tiempo.
"En teoría no hay elecciones hasta 2027, pero hay mar de fondo en el Gobierno", apunta esta fuente.
Aunque en Podemos se apostaba por que la legislatura aún durara un año más, y que Pedro Sánchez acabara convocando en la primavera de 2026, "la debilidad parlamentaria del presidente es total, y quiere tener el botón rojo disponible" por si se ve obligado a convocar a las urnas.
Aunque serán Belarra e Irene Montero las que marquen el proceso, sin plegarse a las presiones externas, explican las fuentes. Lo harán con una gira por toda España en las próximas semanas, para recabar propuestas y darle visibilidad al proceso.
La propia Belarra no ha confirmado si optará a la reelección. Lo cierto es que todo parece indicar que "se sabrá pronto" si es la exministra de Igualdad -ahora eurodiputada- la que se postula para liderar el partido y ser candidata a las generales.
Nunca con Díaz
"Para nosotros, fue un punto de inflexión que Yolanda vetara a Irene en las listas de las generales", explica otra fuente de Podemos a este diario. "A partir de ese momento, aunque ya no daba tiempo a romper la confluencia, nos quedó claro que iba a ser imposible mantener la unidad de acción".
Ese proceso culminó con la salida de los morados del grupo parlamentario, a las primeras de cambio, cuando se vio relegado de todas las portavocías parlamentarias al inicio de la legislatura.
De ahí que Podemos ya no esté cerrado a explorar la posibilidad de "reunificar el espacio" a la izquierda de los socialistas. Eso sí, aclaran las fuentes, "siempre en equidad, sin sumisión a las políticas del PSOE, y con primarias abiertas a todos".
Lo que quiere decir, en realidad, dos cosas. La primera, volver al enfrentamiento dialéctico con Pedro Sánchez, "como cuando estaba Pablo [Iglesias]". Y la segunda, aprovechar la mucho mejor estructura territorial de Podemos -como ocurre con IU- frente a la de otras formaciones susceptibles de confluir "también con Sumar, nunca alrededor".
Porque Díaz se negó a las primeras para armar las listas del 23-J. Y ahora, el modelo de "izquierda transformadora fuerte" no se corresponde "para nada" con lo que consideran Belarra y su secretariado que está haciendo la vicepresidenta. "No se trata de reeditar nada, sino de volver a construir, a partir de proyectos comunes, no de personas ni de siglas".
Este lunes, era el portavoz de la formación morada, Pablo Fernández, quien anunciaba el inicio del proceso asambleario en Podemos, ya que considera que el Gobierno de coalición de PSOE y Sumar está "en una situación de debilidad y parálisis".
Uno de los grandes defensores de la unidad de las izquierdas es IU, todavía integrada en Sumar, pero reticente a repetir "el modelo de ordeno y mando" que impuso Yolanda Díaz el 23-J. Desde el regreso de Antonio Maíllo a la coordinación, Izquierda Unida ha marcado claramente su posición, sin atacar al Gobierno pero independientemente de sus políticas.
La dirección de IU celebra que Sumar defienda ahora abiertamente la unidad. En su opinión, esto ocurre a la vista del descalabro que todas las encuestas otorgan a la actual fórmula, que no llegaría a los 10 diputados y sería la principal causa de la imposibilidad de competir con la suma de PP y Vox para formar Gobierno.
En todo caso, la rivalidad es total. Del mismo modo que Podemos sólo se plantea cualquier conversación con Sumar si Yolanda Díaz no forma parte de la ecuación, el partido instrumental fundado por la vicepresidenta recuerda, según Efe, que los morados deben darse cuenta de que sólo tienen cuatro diputados y que quien está en el Gobierno hoy es Sumar.
De hecho, fuentes del entorno de Díaz interpretan el adelanto de la asamblea de Podemos como una forma de "sacar la cabeza" y tratar de ganar visibilidad frente al Gobierno.
Por su parte, en el secretariado de los morados se responde que "sin los cuatro de Podemos" ese Gobierno no puede aprobar ni la reducción de la jornada laboral, "ni los Presupuestos ni nada". De hecho, esa debilidad parlamentaria es el motivo "real" para que Sánchez, acosado por sumarios judiciales, "no tenga manera de sostenerse en el poder".
