La vicepresidenta del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha sido nombrada como secretaria general del PSOE de Andalucía por la Comisión de Ética del partido este sábado.
La renuncia de su único posible rival, Luis Ángel Hierro, por la falta de avales, ha despejado el camino para que Montero comience la andadura con la que el PSOE intentará recuperar su histórico feudo, ahora en manos del popular Juanma Moreno.
La llegada de Montero cierra la etapa de Juan Espadas y pone fin a un proceso de reconstrucción y luchas internas surgidas tras la derrota electoral de 2018 que se puso fin a décadas de hegemonía del partido en la región.
En un vídeo difundido en su propia cuenta de X, Montero ha señalado que es un "honor" y un "orgullo" para ella asumir el cargo, y se ha fijado como objetivo "recuperar la confianza de los andaluces".
"Debemos ser capaces de crear un proyecto político valiente y de izquierdas. Andalucía necesita un PSOE unido, capaz de generar un proyecto de esperanza para los andaluces. Andalucía necesita un proyecto que se ocupe de los ciudadanos, la vivienda, la sanidad, la educación, la cultura y la industrialización para que nunca más un joven tenga que abandonar nuestras provincias para marcharse a buscar oportunidades en otras partes de España", reflexiona en dicho vídeo.
El PSOE andaluz registró en 2018 sus peores resultados en unas autonómicas: 888.325 votos, una cifra muy por debajo de los 2,2 millones que cosechó en 2004 y muestra de cómo el partido ha perdido paulatinamente su dominio.
La propia cuenta del PSOE andaluz ha hecho público el anuncio con un mensaje en X, en el que felicitaban a Montero con el siguiente mensaje: "Vamos a por todas, con unidad, fuerza, ilusión y los andaluces y andaluzas, el bienestar y el impulso de nuestra tierra, como horizonte único".
El paso de Montero a la política regional es el último episodio de una tendencia ya habitual en Ferraz. En los últimos meses, el PSOE ha apostado por catapultar ministros al escenario político autonómico para aprovechar el tirón de sus perfiles.