La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, no comparte la decisión de Pedro Sánchez de renunciar a los nuevos Presupuestos Generales del Estado para 2024 por el adelanto electoral en Cataluña. Desde Sumar denuncian que la decisión se ha tomado de forma unilateral y ha criticado que, aunque la tramitación de las cuentas públicas pudiera ser "dífícil", al menos "hay que intentarlo". 

Si bien Díaz "respeta" la decisión del presidente del Gobierno que, según sus palabras "no comparto en absoluto", ha dejado claro que "quien gobierna tiene la responsabilidad de buscar los apoyos".

Se trata de un claro mensaje dirigido no sólo a Sánchez, también al president Pere Aragonès, a quien ha recordado que el Govern ya conocía la posición de los comunes de rechazo total al Hard Rock, "el mayor casino de toda Europa en Tarragona". El no de Jéssica Albiach, que se sumó al de Junts, hizo caer los Presupuestos catalanes pacados entre PSC y ERC, lo que llevó a Aragonès a convocar elecciones anticipadas para el 12 de mayo. 

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"Que no haya habido acuerdos necesarios en Cataluña no justifica en modo alguno que el Gobierno español no lo intente hasta el final", ha dicho el portavoz de Sumar, Íñigo Errejón, este jueves en los pasillos del Congreso, que ha señalado que asuntos como la dependencia, la vivienda, los cuidados y los servicios públicos "no pueden esperar".

Desde Sumar dejan claro e insisten en que el Sánchez "tenía condiciones como para intentarlo hasta el final". "Esa era nuestra voluntad, no compartimos que se hayan bajado los brazos, pero bueno, seguiremos trabajando", ha señalado, para añadir que pese a que no habrá cuentas públicas estatales para este año "hay legislatura para rato" y "agenda social".

"¿Que el camino para que haya presupuestos puede estar difícil? Bueno, pues puede estar difícil, pero la obligación de un Gobierno es intentarlo y dialogar hasta el final", ha zanjado Errejón, consciente de que ya no hay marcha atrás. 

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Hard Rock, el megaproyecto que lo originó todo

Errejón ha destacado que el origen de la renuncia a aprobar los Presupuestos fue el rechazo a los cuentas públicas catalanas por el Hard Rock que provocó el no de los comunes. A su juicio no ha conseguido prosperar porque se ha basado en un modelo económico similar al "del pelotazo de los gobiernos del PP".

"A nosotros alguien nos tiene que explicar qué hay detrás de este macrocasino, porque yo si no, no me lo explico", ha apostillado Errejón. En esta línea, ha criticado que se trata de un proyecto que fomenta la ludopatía y requiere de un consumo de agua "como si fuera una ciudad de 30.000 habitantes" cuando la región está en sequía.

Impedir avances en el macrocomplejo de ocio que Hard Rock Entertainment World prevé levantar entre Vila-seca y Salou (Tarragona) era la exigencia que En Comú Podem había planteado al Govern de Pere Aragonès, de ERC, para no tumbar los Pesupuestos de la Generalitat para este año, ya acordados de antemano con el PSC.

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Para Aragonès, el Hard Rock era un obstáculo insuperable: insistía en que no estaba en sus manos frenarlo -depende, subraya el Govern, de un trámite administrativo- y, aunque hubiese podido frenarlo, como le exigían los comunes, habría perdido el apoyo de los 33 diputados de PSC, que sí defienden el proyecto.

Los comunes lo tenían claro: o el Govern renunciaba explícitamente al Hard Rock o votarían contra los Presupuestos. Y el pasado domingo llegó la constatación casi definitiva cuando celebraron un mitin con todos sus pesos pesados -Ada Colau, Ernest Urtasun, Jaume Asens y Jéssica Albiach- en la que se reafirmaron en su negativa a avalar las cuentas si no se descartaba este macrocasino y se concedieron poco margen de maniobra para cerrar un acuerdo.

La llamada de Yolanda Díaz y 'el factor Colau'

En los últimos días, el Govern hizo sus últimas ofertas a los comunes -prometiendo aumentar hasta los 1.500 millones de euros el presupuesto de educación-, pero tampoco han fructificado. 

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La última bala de Aragonès fue una conversación con Yolanda Díaz. La llamada se produjo este miércoles por la tarde pero no sirvió para nada, ya que la líder de Sumar dio vía libre a los comunes y no les presionó para avalar las cuentas de ERC y PSC. 

Desde las filas republicanas tienen la sensación de que en el no de los comunes ha pesado el "factor Colau": Barcelona en Comú está molesta con el alcalde Jaume Collboni por resistirse a formar una coalición con ellos y, según esta interpretación de los hechos, los comunes querían ahora marcar perfil frente al PSC.