Bruselas

El Partido Popular está convencido de que Pedro Sánchez sigue pagando "peajes" a sus "socios de Bildu", y que el acercamiento de los presos "más sanguinarios de ETA" y la celebración del llamado Ospa Eguna (es decir, el "Día del adiós") en Alsasua, son usados por el presidente "para mantenerse en el poder con los votos de Bildu".

Por eso, en la tarde del miércoles presentó dos peticiones de comparecencia urgente y una batería de preguntas escritas al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska.

La secretaria general del PP, Cuca Gamarra, la portavoz popular de Interior en el Congreso, Ana Vázquez, y la secretaria de la comisión Constitucional, Isabel Borrego, presentaban estos escritos en el registro de la Cámara, a los que ha tenido acceso este periódico.

En ellos, no sólo reclaman que el máximo responsable de la seguridad ciudadana -y de quien depende la Guardia Civil- acuda a la comisión del Congreso. También le reclaman datos y respuestas específicas para que quede constancia de que "un Gobierno que alardea de perseguir delitos de odio inexistentes, ahora no protege a la Guardia Civil para no enfadar a sus socios de Bildu".

Así lo ha explicado la diputada Vázquez en conversación con este diario. "Solicitamos Comparecencia urgente de Marlaska ante la inacción del Gobierno permitiendo un auténtico delito de odio hacia la Guardia Civil en Alsasua". 

[Interior traslada al País Vasco a Parot y 'Txapote', autores de los asesinatos más notorios de ETA]

El registro de estos escritos llegaba en la misma tarde del día en que se conoció que Instituciones Penitenciarias había acordado el traslado a prisiones del País Vasco de los líderes de ETA Francisco Javier García Gaztelu, 'Txapote' -condenado por una decena de asesinatos, entre ellos el de Miguel Ángel Blanco- y de Henri Parot, que cumplió las tres cuartas de su condena en 2020.

Junto a estos dos acercamientos, la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias y el Departamento de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales del Gobierno vasco autorizaron el de otros 11 reclusos etarras, todos ellos a centros penitenciarios de Euskadi.

Las críticas populares a la decisión de Interior fueron rebatidas por el propio Sánchez, entrevistado este jueves -una vez más- en la SER: "El PP acercó a cientos de terroristas y nadie lo acusó de traición, como a mí".

Pero la portavoz de Interior del partido de Alberto Núñez Feijóo niega la mayor: Y añade: "Hoy, ETA consigue gratis lo que nunca tuvo antes gracias a Sánchez. El Gobierno de José María Aznar no cedió al chantaje de acercar los presos ¡y asesinaron a Miguel Ángel Blanco, y ahora Sánchez premia a su asesino!".

Más allá de la comparación, la diputada Vázquez argumenta que "la diferencia es que otros Gobiernos utilizaron la política penitenciaria como instrumento para acabar con ETA, mientras Sánchez la usa para mantenerse en el poder". Y aclara que "con Aznar, todos los acercamientos se hacían con el respaldo del Congreso, aprobados por unanimidad; hoy la política penitenciaria de dispersión de etarras ha sido dinamitada por el sillón de la Moncloa". 

Símbolo 'abertzale'

La localidad navarra de Alsasua es hoy un símbolo abertzale en su empeño por lograr la eliminación de todo símbolo español y, concretamente, la expulsión de la Guardia Civil del territorio navarro y vasco.

Alsasua se convirtió en los últimos años en un símbolo para la izquierda independentista heredera de Batasuna, tras la detención, juicio y condena a varios abertzales por sus salvajes agresiones -en octubre de 2016- a unos guardias civiles y sus parejas en las fiestas de la localidad.

Las preguntas escritas presentadas por el PP exigen, además, a Marlaska que "se retrate", en palabras de Vázquez. Las diputadas del partido de Feijóo reclaman saber "si el Ministerio del Interior persigue delitos de odio, y lanza continuas campañas para que se denuncien supuestos delitos de odio, ¿por qué permite que se celebre el llamado Ospa Eguna en Alsasua, que claramente es un delito de odio que persigue como única finalidad la humillación, acoso y ataque a la Guardia Civil?".

Además, los populares piden información y datos sobre "qué medidas con carácter inmediato" va a llevar a cabo el departamento de Interior "para que no se celebre este acto de odio hacia la Guardia Civil, este próximo 3 de septiembre en Alsasua".

El PP no deja pasar la ocasión para acusar a Marlaska, una vez más, de ser "el mejor sirviente de Sánchez" en su política de apoyos parlamentarios al cuestionar: "¿Permite el Gobierno este acto de acoso y humillación a la Guardia Civil a cambio del apoyo parlamentario de Bildu?".

14 meses sin ir al Congreso

Se da la circunstancia, de hecho, de que el ministro Marlaska no comparece en el Congreso desde hace más de un año. La última vez que lo hizo fue el 25 de junio de 2021 y, desde entonces, acumula hasta 31 peticiones de diferentes grupos desatendidas, a pesar de haber sido calificadas por la Mesa del Congreso.

No ha atendido Marlaska peticiones tampoco sobre las posibles responsabilidades de Instituciones Penitenciarias en el horrible crimen de Lardero. Ha dejado sin explicar la implicación de Interior en la entrada con documentación falsa del líder del Polisario Brahim Ghali. Se ha negado a explicar la permisividad de las fuerzas de seguridad con los ongi etorri, es decir, los homenajes a presos terroristas a su salida de prisión, o sobre los falsos crímenes homófobos denunciados en Madrid de los que él mismo se hizo eco.

Marlaska no ha acudido siquiera a petición propia para dar cuenta de las consecuencias para su departamento que tiene la "nueva etapa" de relaciones con Marruecos, la presión migratoria no ha dejado de subir en España.

En aquella última ocasión, hace ya más de 14 meses, acudió obligado por la gravísima crisis migratoria, diplomática y política con Marruecos, después del asalto de más de 10.000 personas en apenas 48 horas que, procedentes de ese país y alentadas por las autoridades del régimen, cruzaron la frontera hacia España.

Entonces, ni siquiera acudió a dar explicaciones atendiendo una petición del Partido Popular, de Ciudadanos o de Vox, que la reclamaron oficialmente. Tampoco a pesar de que los socios habituales del Ejecutivo (ERC, Bildu, el Grupo Plural y el Mixto) también la registraron.

El ministro tramitó su rendición de cuentas como una comparecencia a petición propia. Y la justificó, además, en una comparecencia para tratar sobre la actuación de su Ministerio durante el segundo estado de alarma, impuesto por el Real Decreto 926/2020, y que fue prorrogado por seis meses.