El Partido Popular de Pablo Casado lleva meses trabajando en un nuevo Plan Hidrológico Nacional, incluido en lo que ha bautizado -antes de serlo- como "el gran pacto del agua". "Es la mejor apuesta para la sostenibilidad, es la mejor política para luchar contra la despoblación, la vicepresidenta sólo se mete en carajales de los que no sabe salir, y sobre todo, la gestión del agua es un tema de Estado", señala la vicesecretaria general del PP Ana Pastor

El trabajo está terminado, según confirma la exministra de Fomento al habla con este periódico. Y cuando los tiempos políticos lo determinen, la dirección nacional del partido planteará la idea como "uno más de los pactos de Estado que le ofrecemos a Pedro Sánchez, aunque nunca nos escuche".

La intención de los populares es "hacer política útil". Aunque tienen pocas esperanzas. "La ideología de Teresa Ribera se lo come todo", lamenta por su parte la diputada  Milagros Marcos, responsable del área de agricultura.

Recientemente, el Grupo Parlamentario Popular en el Congreso de los Diputados registró una moción que insta al Gobierno a retirar la "modificación unilateral" a las reglas del trasvase Tajo-Segura, al menos hasta que no estén aprobados y actualizados los nuevos planes hidrológicos de cuenca.

La iniciativa no obtuvo respuesta, asegura Marcos. "Es que hemos presentado en el Parlamento varias propuestas para regadíos y cálculos de costes eléctricos y ni las estudian".

Regadíos más caros

Para Ana pastor y para la dirección del PP, este último asunto es paradigmático de la falta de interés en "la sostenibilidad de la economía agraria, la resiliencia de las pequeñas explotaciones y la digitalización del sector, que ofrecería una gestión más eficiente y competitiva".

Pastor demuestra haber estudiado bien el asunto, antes de reconocer que no utiliza esa terminología por haberle comprado el lenguaje al Gobierno, sino "porque son las palabras con las que nos machacan para vendernos su Plan de Recuperación... y sin embargo, no ponen un euro para la mejora del regadío; una política seria de trasvases; o la revisión, rehabilitación e inversión en infraestructuras". 

Efectivamente, dos leyes en vigor desde hace ocho y tres años -aprobadas durante las dos legislaturas de Mariano Rajoy- establecían la obligación de que el Gobierno desarrollara "la doble potencia con carácter excepcional para la actividad agraria" en el mercado eléctrico. El objetivo, evitar que las subidas del precio de la electricidad -ahora, imparables- hagan los regadíos insosteniblemente caros.

Sin embargo, Transición Ecológica "no ha publicado el desarrollo reglamentario para favorecer la competitividad de las explotaciones agrarias en nuestro país", que hoy pagan la electricidad más cara precisamente "en los momentos en los que los cultivos necesitan de los riegos".

Pacto por el Agua

El PP, además de criticar como corresponde al primer partido de la oposición, pretende ahora reactivar una idea que siempre fue suya, que ya trató de impulsar por la vía legislativa el primer Gobierno de José María Aznar. Entonces, hace 25 años, la iniciativa fue del recién creado Ministerio de Medio Ambiente -"de eso nadie se acuerda, pero fuimos nosotros", presume la exministra-.

En todo caso, el PP ya ha negociado con todas las asociaciones agrarias. "Y hasta las de corte más progresista están de acuerdo con las líneas maestras de nuestro plan", explica la diputada por Albacete Carmen Navarro, en conversación con EL ESPAÑOL. "Están alarmadas por el abandono de esta vicepresidenta desastrosa, porque no les apoya", subraya.

Ahora, se trata de forzar al PSOE a "dialogar" hasta alcanzar un Pacto Nacional por el Agua que "garantice que todos los territorios tienen recursos hídricos suficientes". El PP recuerda que el agua es un derecho fundamental, que los planes hidrológicos de cuenca tienen objetivos ambientales, pero que la atención "a los déficit hídricos de España, por su orografía, tiene que ser una política nacional para garantizar el futuro de todos".

Casado y los fondos UE

¿Y si el Gobierno no dialoga? El propio Casado contestaba a esta pregunta en una conversación informal con periodistas al acabar un desayuno informativo. "Ya estamos acostumbrados, pero este tema es que les encaja en su discurso. Y sobre todo, es que es necesario, urgente, y la Comisión Europea lo aplaudiría si lo incluyésemos en los proyectos a financiar con los fondos Next Generation EU".

Pero los populares ya barruntan el "no ideológico", por la "obsesión del PSOE contra los trasvases". La diputada Navarro dice no explicarse el porqué, a la vista de que "las desaladoras que impulsó Zapatero producen agua carísima, consumen muchísima energía y los campos no pueden regar con eso, porque si no se combina con agua dulce, los quema".

Los de Casado temen también que Teresa Ribera no quiera desempolvar "los trabajos que dejó hechos su antecesora, García Tejerina", de ahí que vayan a proponer un pacto de Estado renovado y con otro nombre oficial, "porque no es una operación electoral". "De verdad, esto es necesario si queremos un país sostenible y no despoblado... sin una agricultura competitiva eso es imposible", defienden desde el PP.

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