La remodelación que Pedro Sánchez ha ejecutado en su Gabinete coloca en primera fila a dos de sus más estrechos colaboradores (Félix Bolaños y Óscar López) y lanza una nueva hornada de jóvenes lideresas socialistas, procedentes del ámbito municipal, para encarar la segunda mitad de la legislatura y para sentar las bases de un gran renovación en la cúpula del partido.   

Dirigentes del PSOE interpretan estos cambios en el Gobierno como un paso que une más a la formación ante las fisuras que quedaban abiertas tras los procesos de primarias que le enfrentaron con otros candidatos pero, sobre todo, como la antesala de una gran renovación de la cúpula del partido que se escenificará en el 40 Congreso, del 15 al 17 de octubre en Valencia.

Los cambios en la dirección ministerial eran, de hecho, un secreto a voces, tanto en la prensa como en el seno del PSOE. La única duda era cuándo iban a producirse, si el presidente optaría por esperar al Congreso Federal o tiraría de la manta antes.

Conforme evolucionaba la agenda marcada por Moncloa, con, entre otras cosas, la aprobación de los indultos, fue madurando el convencimiento entre los socialistas de que la remodelación se produciría con anterioridad a la cita del partido y de que eso daría una pista de las intenciones del líder socialista en clave orgánica.

Ahora, acometida la renovación que lo ha llevado a prescindir de su núcleo duro en el Gobierno, con la salida de figuras clave como Carmen Calvo, José Luis Ábalos e Iván Redondo, fuentes socialistas explican que el mensaje que ha lanzado el presidente es que tras la renovación del Gobierno viene una renovación de calado en el partido.

Ábalos

Uno de los nombres que han protagonizado el primer cambio y se espera que protagonice también el segundo es José Luis Ábalos. El todavía ministro de Transportes tenía previsto presentar este sábado una campaña de afiliación del partido en su papel como secretario de Organización. La convocatoria se suspendió el viernes a última hora para dejarle espacio libre al presidente y su crisis de Gobierno.

Después de que se confirmara que él era uno de los sacrificados, todo su entorno coincidió en transmitir que tras su salida del Ejecutivo vendría su salida de la Secretaría de Organización del PSOE. Hoy por hoy, la duda vuelve a recaer en los tiempos: puede que Ábalos decida abandonar el cargo orgánico de forma inmediata o que espere su relevo en un Congreso socialista, de cuyo comité organizador forma parte. 

Fuentes internas del PSOE califican este vuelco como "sorprendente", "audaz" y "bueno", aunque cuando se pregunta entre los miembros de su Ejecutiva, incluso muy cercanos a Sánchez, hay quien admite que hay claves que no sólo se desconocen, sino que no saben interpretar.

"Pedro ha demostrado que no se casa con nadie", afirma a Efe un miembro de la dirección del PSOE que aventura que en Valencia van a pasar a un segundo plano destacados dirigentes "sanchistas".

Otras fuentes apuntan a que el objetivo de Sánchez es acabar con disputas internas abiertas a raíz de los procesos de primarias, en los que se enfrentó con otros candidatos como Susana Díaz, Patxi López o Eduardo Madina. Resumen sus intenciones en una frase: "Unir al partido como una piña ante una segunda parte de la legislatura en la que la oposición va a seguir siendo muy dura".

En esa dirección interpretan nombramientos en el Gobierno como el de Óscar López al frente del Gabinete de la Presidencia del Ejecutivo y los de las ministras Isabel Rodríguez y Pilar Alegría. Unos nombres que consideran que tienen también una especial relevancia ante el proceso de congresos de cada federación que habrá hasta fin de año, una vez se celebre el cónclave de Valencia.

Perfiles frescos

La salida de Iván Redondo y su sustitución por Óscar López se interpreta, en medios socialistas, como "un guiño" al PSOE, ya que sus relaciones con Ferraz nunca han sido las deseadas. Las mismas fuentes elogian que otro "hombre de partido" como Félix Bolaños haya ascendido al Ministerio de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática. Según fuentes muy cercanas a Sánchez, "Redondo estuvo trabajando exactamente igual hasta este viernes" en Moncloa.

"El presidente ha querido imponer un cambio de ritmo total, la pandemia había quemado muchos perfiles y ha buscado personas jóvenes y profesionalmente conocedoras de su campo", explica otro destacado socialista a este periódico.

Un cambio que hay que leer en perspectiva, y que incluye el relevo en la dirección del PSOE en Andalucía, con Juan Espadas como líder y el nombramiento de Susana Díaz como senadora. Es decir, un movimiento más que contribuye a "la paz" interna en el partido.

Aunque las fuentes consultadas recalcan que nada se puede dar por seguro, consideran que seguirán en altas responsabilidades tanto la vicesecretaria general y portavoz en el Congreso, Adriana Lastra, como el secretario de Coordinación Territorial, Santos Cerdán. 

En el contexto de los congresos territoriales que se celebrarán tras el de Valencia, enmarcan también decisiones como los relevos recientes en delegaciones del Gobierno como las de Madrid (Mercedes González), Galicia (José Miñones) y Andalucía (Pedro Fernández).

El PSOE considera que sus nombramientos en tres comunidades en las que los socialistas no gobiernan responden a perfiles "de refresco" ante el proceso de congresos, en los que se producirá una reactivación del partido y, sobre todo, con vistas a las próximas elecciones autonómicas de 2023.

Los cambios de este sábado y los que están por venir son los primeros movimientos de Pedro Sánchez para afinar las piezas con las que jugará las partidas que le esperan en los respectivos congresos y en las urnas. 

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