José Manuel Albares Bueno (Madrid, 1972) asume el Ministerio de Asuntos Exteriores en sustitución de Arancha González Laya, achicharrada por la crisis con Marruecos que desató al introducir en España, en secreto, al líder del Frente Polisario Brahim Ghali.

El diplomático de carrera cogerá la cartera de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación para asumir un cargo para el que ya se perfilaba en 2020 y que se ha hecho realidad con la primera gran remodelación del Gobierno de Pedro Sánchez.

Su nombre sonó con fuerza a principios de 2020 como ministro de Exteriores, cuando el entonces titular de la cartera, Josep Borrell, anunció que se presentaría a las elecciones europeas, pero Sánchez optó por Arancha González Laya y nombró a Albares embajador en Francia.

Licenciado en Derecho, ha sido cónsul en Bogotá (Colombia) y secretario general de Asuntos Internacionales, Unión Europea, G-20 y Seguridad Global en el Gobierno Sánchez. Desde 2020 es embajador en París. 

Pero ha sido, sobre todo, uno de los principales asesores de Pedro Sánchez en política internacional y su guía en materia de política exterior desde que formó su primer equipo de Gobierno tras ganar la moción de censura en 2018, cuando le incorporó a su oficina de La Moncloa como responsable de asuntos internacionales.

Como secretario general de Asuntos Internacionales en Moncloa, acompañó a Sánchez en sus viajes por el mundo, preparó su asistencia a varias cumbres europeas y probablemente habría evitado el bochorno del fallido encuentro de Sánchez con Biden. 

También estuvo al frente de las principales negociaciones internacionales, especialmente la del Brexit, y fue responsable de la preparación de numerosas citas internacionales del presidente. Pese a su cargo en la sombra, Albares se hizo conocido al aparecer junto a Sánchez en la famosa foto del Falcon oficial con gafas de sol.

Hace años que Sánchez y Albares se conocen: el diplomático se incorporó al PSOE en septiembre de 2015 y le ayudó elaborar el programa electoral sobre Exteriores para las elecciones generales de diciembre de ese año en las que los socialistas no cosecharon buenos resultados.

Albares está casado con la jueza francesa Hélène Davó, que ha actuado como enlace entre Francia y España y dirigió el traslado de presos de ETA a prisiones próximas al País Vasco. 

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