La candidata a la Presidencia de la Región de Murcia en la moción de censura fallida de marzo pasado que provocó un terremoto político en el país, Ana Martínez Vidal, ha anunciado este domingo en su cuenta de Twitter que abandona su cargo de líder de Ciudadanos en esta comunidad y el puesto que ocupaba en la Ejecutiva nacional del partido, aunque mantendrá su escaño en la Asamblea Regional.

En una nota publicada en la red social, Martínez Vidal alega motivos "estrictamente personales" para adoptar tal decisión un día después de congregar a 120 afiliados del partido en San Pedro del Pinatar en un acto en el que aseguraba que recibía el apoyo de la líder del partido, Inés Arrimadas, aunque ningún alto cargo nacional acudió a esta convocatoria de reafirmación.

"Se trata de una decisión personal muy meditada, en un momento de mi vida en el que mi proyecto de familia es mi mayor prioridad", asegura en el texto, en el que también critica que "el mayor error" que cometió Ciudadanos en 2019 fue "pactar con un Partido Popular tras 24 años en el poder sin voluntad alguna de regenerarse". Como muestra, apunta, "apenas se cumplieron 9 de los 72 puntos que conformaban el acuerdo de gobernabilidad" entre los dos partidos.

Fuero estas malas relaciones con los populares la causa conocida de la fallida moción de censura con el PSOE de la que podría haber salido como presidenta del Gobierno de la Región de Murcia. "Puse por delante el interés de los murcianos a mi propia comodidad y sigo reafirmándome en que la moción de censura era más necesaria que nunca tras 26 años de inmovilismo, de innumerables casos de corrupción, de compra de voluntades, de prácticas mafiosas, de censuras, de vetos, de amenazas y de blanqueo del transfuguismo", defiende. 

El cálculo político falló cuando varios de los diputados naranjas rompieron la disciplina de voto a cambio de entrar en algunos casos y permanecer en otros en el Ejecutivo autonómico.

La moción de censura no prosperó, pero produjo todo un terremoto político a nivel nacional: llevó a la popular Isabel Díaz Ayuso a adelantar las elecciones madrileñas para desactivar, según ella, la moción de censura que le iban a presentar y, por otra parte, supuso el cuestionamiento a Inés Arrimadas por la conveniencia de lo que había ocurrido en Murcia.

En Murcia se tradujo también en un cambio en el tablero político: el gobierno autonómico quedó alzado por una mayoría del PP sustentada en el apoyo de cuatro tránsfugas de Ciudadanos y tres expulsados de Vox.

En el caso de que Martínez Vidal hubiese también renunciado a su escaño como diputada autonómica la lista del partido supondría que entrarían en su lugar políticos de Ciudadanos del denominado "grupo de los expulsados", es decir, afines con los que votaron en contra de la moción de censura.

Martínez Vidal había sido entre 2011 y 2015 concejala del Partido Popular en el Ayuntamiento de Murcia, tras lo que se pasó a Ciudadanos y, tras las últimas elecciones autonómicas, al apoyar su partido a los populares en 2019 para arrebatarle el Gobierno a la lista más votada de Diego Conesa (PSOE), pasó a ser portavoz del Ejecutivo de Fernando López Miras y consejera de Empresa e Industria, por lo que su decisión de firmar la moción en marzo pasado como candidata a presidenta sorprendió a todo su entorno.

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