El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, está recibiendo duras críticas a raíz de su actitud este domingo ante el inicio de la vacunación contra la Covid-19 en Cataluña y es acusado de buscar votos y protagonismo pero especialmente de poner en riesgo un lugar sensible en plena pandemia.

Aragonès acudió a la residencia Feixa Llarga de L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona), donde se inició la campaña en la región. No lo hizo solo: también estaba la consejera de Sanidad, Alba Vergès, y por lo que parece también estaban sus respectivos equipos, que les inmortalizaron para compartir las imágenes en redes sociales.

Las visitas a este tipo de centros están restringidas. Pese a esto, presidente y consejera accedieron y tuvieron contacto muy cercano con el personal y los internos, incluida la primera vacunada, Josefa Pérez, de 89 años.

El PSC ha tachado de "irresponsable" la visita y la foto, que Aragonès tiene en su perfil en Twitter. En ella, el candidato de ERC en las elecciones catalanas del 14 de febrero aparece estrechando la mano de la anciana, apenas a unos centímetros de ella.

José Zaragoza, diputado del PSC en el Congreso de los Diputados, ha tuiteado al respecto: "Es una residencia. Los familiares tienen las visitas restringidas. Sin distancia de seguridad. Aparecen al menos 11 personas en la foto. No son familiares. Son el govern independentista. Nos anuncian más restricciones. Nos piden responsabilidad y se comportan como irresponsables".

Pérez, protagonista positiva de la jornada en Cataluña, aseguró que no tenía miedo al recibir la dosis: "No hay que preocuparse tanto. Solo te mueres una vez". Preguntada en TV3 por la vida en la residencia, dijo alegre: "Nos dan comida, nos lavan la ropa, tenemos cama... ¿Qué más queremos?".

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