La ministra portavoz se vio obligada a responder sobre Bildu, por mucho que hayan querido negar el pacto el secretario de organización del PSOE, José Luis Ábalos, y la vicesecretaria general, Adriana Lastra. Pero no lo hizo, al menos intentó no hacerlo en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.

¿Hay pacto con los herederos de Batasuna? "Queremos que se aprueben los Presupuestos para poder luchar contra el virus". ¿Si acaban apoyando las cuentas públicas, serán sus socios estables? "Con la pandemia, me pregunto cómo Vox y el PP están a otra cosa, despreocupándose del interés general del país, ni ejercer su tarea constitcional".

De Bildu no quería hablar la ministra portavoz, pero sí habló de ETA, y hasta dos veces: "El terrorismo acabó hace ya 10 años, y fue precisamente durante un Gobierno socialista", argumentó sorprendentemente. "Así que es un comentario estéril vincular los acercamientos de etarras condenados con la posición de Bildu". Sin que nadie le preguntara, Montero insistió en que "en mi única reunión con Bildu, que ustedes vieron, no se habló nada más que de números, ninh¡guna otra cosa estuvo sobre la mesa".

La vicepresidenta Calviño y a portavoz Montero, ante los periodistas en Moncloa. Efe

Eso sí, la ministra ya acosada ante las insistentes cuestiones de la prensa, se extendió de más en su explicación sobre la aspiración del Gobierno a un apoyo lo más grande posible en los Presupuestos. Montero añadió que el Ejecutivo aspira a que la geometría variable que rechazó las enmiendas a la totalidad al Presupuesto se convierta "en una mayoría estable".

Pero hay que elegir

Pero eso es imposible, tal como aclaran los mismos integrantes de esas mayorías puntuales. Y tanto un bando como el otro del Gobierno lo saben. Y el presidente. Entonces, ¿se refería más a Ciudadanos o al binomio ERC-Bildu?

De hecho, Calviño lo tiene muy claro, y su guerra con Pablo Iglesias la evidenció sacando las uñas en la sala de prensa ante la enmienda presentada por Unidas Podemos con ERC y Bildu para prohibir los desahucios: "No tiene nada que ver con los PGE, no deberíamos mezclar las cosas", comenzó. Y añadió que "ya están prohibidos los desahucios sin alternativa habitacional, y este Gobierno ha hecho reformas y prepara muchas más".

Merece destacarse el mérito del Ejecutivo, y así presumió Montero, del inmenso rechazo que concitaron las enmiendas a la totalidad. "Los 198 votos a favor de las cuentas públicas son el mayor apoyo de la democracia, no ocurrió ni en épocas de mayoría absoluta", dijo. Es un encomiable, ciertamente, teniendo en cuenta que es el Ejecutivo con menos sustento parlamentario desde que hay elecciones en España.

Aunque eso no avala el contenido de la ley, evidentemente, ni obliga a los grupos que legítimamente las rechazan. Una prueba clara de ello es que dentro de los partidos que quieren negociar las cuentas hay varios que se vetan de manera cruzada: Ciudadanos no quiere a ERC y Bildu en la foto; y ni los independentistas ni Unidas Podemos quieren a Ciudadanos. Lo cual indica que alguno saldrá de aquí al pleno de votación.

Y eso hace imposible que se convierta en "mayoría estable" la geometría variable que apoyó los presupuestos en su priemr examen del jueves pasado. Y el Gobierno deberá elegir, si prefiere al partido de Inés Arrimadas o a los de Oriol Junqueras y Arnaldo Otegi.

Otros sí apoyan

Montero, como no podía ser de otra manera, presumió de la nueva mesa social constituida el lunes, con sindicatos y patronales. "Tiene un valor incalculable para el Gobierno", apuntó.

"Los agentes sociales han entendido el momento que está viviendo el país, y están colaborando, en un ambiente de diálogo, con las líneas que pone el Ejecutivo sobre la mesa, remando en una misma dirección para el éxito del proyecto de recuperación".

Y en ese sentido, la ministra remarcó el mantra de todos los martes: "Nadie sobra, y no es aceptable que haya partidos que se fijen más en los vetos cruzados que en las medidas necesarias". Un mensaje machacón que pretende dejar claras dos cosas: a Unidas Podemos, que el lado socialista del Gobierno no renuncia a Ciudadanos; y al PP, que tdo el Ejecutivo le reprocha "que se haya autoexcluido, abandonando su responsabilidad en un momento histórico".

La pandemia

Las mascarillas vuelven a bajar de precio. De "no poderse, porque Bruselas no lo permite", en el pasado Consejo de Ministros, María Jesús Montero ha pasado a anunciar dos rebajas en seis días. Si ya se intervino el mercado, bajando el precio limitado de 0,96 a 0,72 euros, "la bajada del IVA del 21% al superreducido del 4% implica una nueva bajada de, precio de venta al público, que ya acumula un 35%".

Ya no contestó hace una semana a por qué no se atendió la circular del 5 de mayo en la que la Comisión anunciaba a los Estados miembros de la UE de que no sancionaría a quien bajara el IVA de las mascarillas. Pero tampoco quiso explicar Montero este martes a por qué no preguntó el Gobierno a la Comisión hasta el 6 de noviembre, si la demanda de bajar la imposición de un producto esencial contra el coronavirus venía de meses. 

Según Montero, España camina cerca ya de la meseta de la curva que hay que doblegar. Se estabilizan los nuevos casos de Covid, mientras aún crecen los de nuevos ingresos -que van siempre con un decalaje de dos semanas-, lo que indica "muy porbablemente, que vamos en la buena dirección", dijo la portavoz.

En todo caso, "las cosas van de manera asimétrica en los diferentes territorios de España, y por eso hay que seguir con disciplina las medidas sanitarias", hasta que se sustancien las buenas noticias de las vacunas que van surgiendo en los medios: "Es una razón para la esperanza en el corto y en el medio plazo, ojalá se confirmen estas hipótesis y le ganemos la batalla al virus".