Salvador Illa y Carolina Darias, ministros de Sanidad y de Política Territorial, han comparecido en rueda de prensa tras el Consejo Interterritorial de Salud, en el que se evaluaban las medidas restrictivas puestas en marcha tras la imposición del estado de alarma y el toque de queda hace ahora nueve días. La única conclusión es que el Gobierno evita más bronca, al menos por ahora, y dice 'sí' a Madrid (PP) y 'no' a Asturias (PSOE).

Sanidad ha decidido rebajar la tensión política. Si este martes Fernando Simón celebraba "lo bien que están funcionando las restricciones en Madrid", ahora Illa evita el enfrentamiento con la región: "Madrid podrá cerrar este Puente de la Almudena por días alternos". Pero en adelante, "las medidas deberán durar siete días". Sólo en caso de que los técnicos regionales aconsejen lo contrario, "nos reuniremos bilateralmente y llegaremos a un acuerdo".

En realidad, así las cosas, la cita semanal no ha servido para nada nuevo, sólo para avisar a Madrid: "La conclusión es que tenemos que seguir observando la efectividad de as medidas", admitía Illa.

Illa acepta el cierre de Madrid para el puente

Tampoco se ha permitió discusión sobre los confinamientos domiciliarios que reclaman algunas Comunidades Autónomas, "por esto mismo". Porque las medidas necesitan de una vigencia para ser evaluadas, y "no han pasado dos o tres semanas aún", dijo el ministro. "Así que no ha habido más que hablar".

Sí y no

Es decír, Sanidad le da el  al Gobierno popular de Madrid y un no rotundo al Ejecutivo socialista de Asturias, que con Ceuta y Melilla ha insistido los dos últimso días en que quiere poder ordenar el confinamiento domiciliario. 

El ministro Illa accedió la semana pasada a aceptar los cierres por días alternos de Madrid, pero advirtió de que este miércoles podrían cambiar las condiciones. Ahora ha mantenido la tregua, pero poniéndole plazo. Este puente sí, y ya no más: "Las medidas restrictivas que se tomen deben ser, por lo general, de siete días consecutivos", advirtió Illa, que añadió que "se discutirá bilateralmente con la región" que proponga lo contrario. "Y si afectan al conjunto del sistema, es decir a otras regiones, se llevarán al Consejo Territorial".

Y a pesar de que Pedro Sánchez justificó la imposición de la alarma en la petición de varias CCAA, ahora su ministro se niega a atender las peticiones de las regiones para superar este marco y poder ordenar la vuelta al confinamiento domiciliario en sus territorios. "No contemplamos el confinamiento domiciliario, no por ahora, debemos esperar", especificó el ministro.

"Queda margen"

Antes, había hablado Darias, que reivindicó las medidas del Gobierno, como el plan de respuesta temprana, la guía de acciones coordinadas y la App Radar Covid. Reclamó a los ciudadanos "disciplina social" para luchar contar el virus. Pero sobre todo reclamó -ella también- que se le dé tiempo a las restricciones "para demostrar su efectividad".

Es decir, que justificó el rechazo a "la carrera de restricciones", como calificó Illa hace 48 horas a las peticiones de las regiones que quieren ordenar confinamientos, y fijó la posición del Gobierno respecto a los cierres por días de Madrid.

Ya Simón había marcado terreno el martes: "Las medidas deben durar más tiempo, mejor cumplir lo que marca el decreto de alarma que no hacerlo", dijo el director del Centro de Emergencias. 

"Hay que ser estrictos, darnos el tiempo y ver si las medidas producen efectos que, como sabemos por experiencia, se tarda entre dos y tres semanas", insistió el ministro de Sanidad, "no antes". Según Illa, "ya hay medidas tomadas y a las autonomías les queda mucho margen de actuación" antes del confinamiento. Según fuentes de Sanidad, éstas peuden ser los cierres de los locales de ocio y de hostelería, además de los cierres perimetrales.

Acuerdos formales

El Consejo Interterritorial sí llegó a una unanimidad, por primera vez en mucho tiempo. "Hemos hecho una declaración conjunta, condenando las actuaciones incívicas y violentas de este fin de semana". Illa insistió en que "condenamos rotunda y unánimemente estos atentados". El texto aprobado, dijo, se basa en que "ése no es el camino, el de banalizar la gravedad de la pandemia, sino el de la ciencia y la medicina".

Otro de los acuerdos entre los consejeros fue el de instarse unos a otros a tarbajar en conjunto para "diseñar estrategias contra la fatiga pandémica". Es decir, buscar la manera de evitar que la relajación y el hastío por tantos meses de restricciones dificulten la lucha contra la expansión del virus.

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