El escenario ha cambiado. Lo que hace apenas dos semanas parecía impensable es ahora visto como imaginable por algunos sectores del PP. La opción de una crisis de Gobierno que releve a Isabel Díaz Ayuso al frente de la presidencia de la Comunidad de Madrid y proclame en su lugar a un candidato alternativo más cercano a Pablo Casado no es ya ciencia ficción, sino una posibilidad encima de la mesa. 

Uno de los nombres que han sonado con más fuerza para sustituir a Ayuso es el de Ana Camins Martínez. Camins, de 41 años, es licenciada en Ciencias Políticas por la Universidad Complutense de Madrid, diputada autonómica en la Comunidad, senadora designada por la Asamblea de Madrid y secretaria general del PP de Madrid. Pertenece además al núcleo íntimo de Pablo Casado, con el que coincidió, como en el caso de Teodoro García Egea, en Nuevas Generaciones.

Con el relevo de Ayuso, esos sectores del PP creen posible salvar los muebles de lo que perciben como una derrota frente al PSOE en la batalla por el control sanitario de la Comunidad de Madrid. Son los mismos sectores que no han visto nunca con buenos ojos la influencia del jefe de gabinete de Ayuso, Miguel Ángel Rodríguez, sobre la presidenta. 

La amenaza de una moción de censura del PSOE a la que se sume Ciudadanos de forma total o por medio de tránsfugas ha actuado de acicate. La dimisión del exconsejero de Políticas Sociales Alberto Reyero, perteneciente al núcleo duro del vicepresidente Ignacio Aguado, tras meses de enfrentamientos con el gabinete de la presidenta en el Gobierno de Madrid, parece remar a favor de esa tesis. 

Fuentes del partido naranja niegan sin embargo rotundamente que la posibilidad haya pasado siquiera por la cabeza de Inés Arrimadas: "Si hay crisis en Madrid, habría convocatoria de elecciones en Murcia y Castilla y León, y eso no se lo puede permitir ahora el partido. Otra cosa es que la posibilidad de una moción de censura le haya pasado por la cabeza a Aguado". 

Oficialmente, Génova niega cualquier movimiento o especulación en ese sentido y cierra filas con la presidenta. Las recientes declaraciones de Pablo Casado en las que calificaba de "injustas y discrecionales" las medidas ordenadas por el Gobierno en la Comunidad de Madrid confirman ese apoyo oficial. 

Moral de derrota

De forma paradójica, esa moral de derrota frente al PSOE de un sector del PP se produce cuando ha trascendido ya a los medios de comunicación el enfado de Pedro Sánchez por las cicatrices provocadas en el Gobierno por la polémica con la Comunidad.

Polémica que el presidente ha interpretado como un error estratégico que ha dañado la imagen de Salvador Illa y generado la idea en varios sectores de la población y de algunos medios de comunicación de que el Gobierno ha actuado no sólo en base a criterios sanitarios, sino también políticos, en la Comunidad de Madrid. 

Sacrificio de piezas clave

El relevo de Isabel Díaz Ayuso tendría ya el visto bueno de algunos pesos pesados del partido, y entre ellos algunos barones regionales, aunque fuentes del partido reconocen que Camins podría no ser la candidata más adecuada para el puesto.

En primer lugar, por la cercanía de Camins a Pablo Casado. En segundo lugar, por la aparición de su nombre en varias informaciones que la relacionan con el caso Púnica a raíz de sus vínculos con Fundescam.

"Ayuso no va a aguantar hasta 2021" afirman fuentes del partido. "El problema es que ahora Ayuso no sería buena candidata en unas elecciones anticipadas".

Sí lo era durante el verano, cuando aparecieron los primeros rumores de moción de censura y los sondeos le daban a Ayuso una mayoría aplastante. Pero la idea de convocar elecciones anticipadas, de las que la presidenta era partidaria, no convencieron en Génova. Y la idea se acabó descartando. 

"Si el Partido Popular quisiera de verdad subir el nivel en la Comunidad de Madrid y relevar a Ayuso debería optar por otros perfiles. Como por ejemplo Jaime de los Santos [exconsejero de Cultura de la Comunidad]" afirman fuentes cercanas a Génova.

Son las mismas voces que asisten con estupor a la batalla entre la Comunidad y el Gobierno, pero que ven con escepticismo el posible sacrificio de una de las piezas clave del partido y la manera en que este ha aceptado la derrota frente al PSOE antes de que esta sea siquiera oficial.

"Si no das la batalla cultural, acabas pidiendo perdón por existir. Y si compras el marco mental de la izquierda, es lógico que acabes pensando que eres un impostor en el sistema" afirman.

Existe además un segundo miedo en el PP. El de que el relevo de Ayuso fuera visto por los votantes del PP como una capitulación frente al PSOE. Algo que redundaría, sin duda alguna, en beneficio de Vox. Y de ahí que el relevo de Ayuso, aunque haya sido puesto ya sobre la mesa, esté lejos aún de convertirse en una realidad.