La gestión del Gobierno de la Generalitat de los nuevos brotes de Covid-19 está suscitando fuertes discrepancias con los gobiernos locales. A las protestas en la provincia de Lérida de vecinos, comerciantes y alcaldes de los municipios afectados, se une ahora el Ayuntamiento de Hospitalet de Llobregat, la segunda ciudad más importante en Cataluña con de 265.000 habitantes.

El gobierno municipal no fue informado por la Consellería de Salud del brote que se había producido en las residencias de su ciudad. Así lo confirman a EL ESPAÑOL fuentes del consistorio que lidera la socialista Núria Marín.

El pasado viernes, cuando la alcaldesa exigió a Salud que le informaran, hablaron de unas 30 personas afectadas, pero la propia edil cuestionó los datos ofrecidos por la Generalitat. “Ni partíamos de 30 casos, ni teníamos 100”, aseveró la socialista.

La primera edil ha evitado entrar en polémicas entre administraciones y ha instado a sumar “esfuerzos” con la Generalitat ante la gravedad del brote, pero lo cierto es que el Departamento de Salud liderado por Alba Vergès (ERC) debería haber informado a la administración local el pasado viernes y no lo hizo.

No fue hasta que trascendió a la prensa cuando la alcaldesa socialista tuvo constancia de que en su ciudad crecía el número de infectados hasta los actuales 300 contagiados. “Queremos transparencia y colaboración”, explican las fuentes consultados por este diario.

Capacidad de control

El Ministerio de Sanidad ha ofrecido en varias ocasiones ayuda al Govern de Quim Torra para tratar de abordar los nuevos brotes de forma “coordinada”, pero de momento el Ejecutivo catalán ha descartado esta ayuda. Una decisión que desde Hospitalet no acaban de compartir, sobre todo cuando tampoco se les había avisado de que el virus volvía a circular por la ciudad.

La principal preocupación es que la Administración catalana por si sola no tenga capacidad de controlar el brote y, debido a la cercanía con Barcelona, nadie excluye que la capital catalana pueda verse también afectada.

De momento, el Ayuntamiento de Hospitalet ha aprobado diversas medidas como el cierre de pistas deportivas al aire libre, el aplazamiento de actividades deportivas así como ha recomendado a los locales de restauración hacer un uso responsable y controlado de las terrazas.

Este martes por la tarde el ejecutivo local ha emplazado a los medios para informar sobre las medidas adoptadas en coordinación con Torra para atajar el contagio. Según explican las fuentes consultadas, se está buscando aumentar el número de rastreadores en la ciudad y evitar que suceda lo mismo de Lérida, donde se ha roto el seguimiento de los contagios.

Como informó EL ESPAÑOL, la Generalitat aborda esta crisis sanitaria sin responable al frente de la Agencia de Salud Pública. Este organismo es el que tiene las competencias de vigilancia epidemiológica y se encuentra sin dirección desde el pasado 28 de mayo, cuando dimitió su secretario, Joan Guix.   

La gestión en Lérida por parte del Govern tampoco sirve como ejemplo de coordinación entre diferentes niveles institucionales. Torra decidió confinar la comarca del Segrià incumpliendo su propio Plan contra las pandemias (Procicat) que estipula que para tomar una medida de esta naturaleza se deben alcanzar los 700 contagios por 100.000 habitantes (y en la actualidad no superan los 300 afectados).

Su medida no solo ha sido tumbada por la Justicia y criticado por la Síndica de Lérida, sino que ha generado una ola de protestas de los ediles de esta zona afectada. Una de sus principales críticas era la falta de comunicación por parte del Ejecutivo catalán. 

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