A José Luis Martinez-Almeida (Madrid, 1975) le ha tocado hacer frente a la crisis sanitaria más grave de las últimas décadas. Lo hace sin maquillar las cifras y llamando a cada cosa por su nombre, por mucho que pinten bastos, porque “hay que contar a la gente la verdad siempre”. Desde que el coronavirus colocó a Madrid en el epicentro mundial de la pandemia, el alcalde de Madrid insufla ánimos a los ciudadanos todas las mañanas desde su balcón particular de Twitter, donde cuelga mensajes esperanzadores para que nadie tire la toalla, para que nadie se dé por vencido. El último decía: “Ya estamos cerca. Que nadie suelte la cuerda. Que nadie deje de tirar. Que nadie deje de luchar. Que nadie deje de creer".

¿Cómo es el confinamiento del alcalde de Madrid?

Trato de salir de casa lo menos posible, lo imprescindible. Hago determinadas actividades, como comprobar el material, también voy a animar a los servicios municipales que están en primera línea y, cuando hay que tomar decisiones, me desplazo al Palacio de Cibeles.

Hoy (el viernes) tengo una videoconferencia con los principales alcaldes de ciudades del mundo para compartir experiencias. Sinceramente, trato de pasar el mayor tiempo posible en casa. Tenemos que ser ejemplares: si pedimos a los ciudadanos que tienen que estar en casa, nosotros también tenemos que estar la mayor parte del tiempo en nuestros domicilios, y es perfectamente posible hacerlo.

Desde el punto de vista de alcalde, ese día a día es muy complicado, agotador. Hay que evaluar constantemente situaciones e ir tomando decisiones.



Madrid tiene 17.000 positivos confirmados por coronavirus. ¿Cuántos calcula que hay más en la capital sin que se hayan hecho la prueba?

El problema de no tener los test es que no podemos tener una cifra fiable y exacta de cuántos son los contagiados. Además, disponer de esos test nos permitiría tomar medidas mucho más eficaces en relación con todos aquellos que están contagiados. Hay personas asintomáticas que pueden contagiar el virus, de ahí la importancia que tiene no solo para determinar la cifra, sino para adoptar medidas mucho más eficaces en relación a los que, por circunstancias justificadas, tienen que salir de su casa pero que, sin embargo, pueden suponer un foco de contagio.

¿Madrid dispone de test fiables?

Madrid dispone de test fiables. Compramos una partida de 10.000 test PCR que son absolutamente fiables. Ya estamos haciendo la prueba a nuestro personal esencial. También vamos a hacerlos en colaboración con determinado personal de la Comunidad de Madrid que nos lo ha solicitado. Además, tenemos la capacidad de hacer test fiable gracias, en parte, a un acuerdo que tenemos con el Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA), que es un organismo dependiente del ministerio de Agricultura.

¿Quién cree que debe asumir la responsabilidad por el fiasco en la compra de los test a China?

Desconozco cuál fue el mecanismo de compra y quiénes intervinieron. Pero si desde las instituciones cometemos errores, perdemos la confianza de los ciudadanos en un momento decisivo. Ellos, con los sacrificios que se les está pidiendo, deben saber que desde las instituciones estamos haciendo todo lo posible para parar este pico de contagio. Los errores inducen a una pérdida de credibilidad que no nos podemos permitir.

¿Está siendo eficaz el Gobierno en su lucha contra el Covid-19?

Lo podremos analizar cuando acabe esta lucha. Yo soy de los que piensa que, al margen de las opiniones y de las decisiones que se han adoptado y de las que no se han adoptado, en este momento lo que prima es que paremos esta curva de contagios, que frenemos la pandemia.

Posteriormente, ya haremos un juicio de responsabilidades políticas. Obviamente, no podemos ignorar que en estos momentos somos el segundo país con mayor número de fallecidos del mundo.Por tanto, habrá que determinar responsabilidad.

Cuando se habla de unidad y de lealtad, soy el primero que defiende que tiene que haberla, pero que posteriormente no se pretenda que no se exijan responsabilidades o que los ciudadanos no puedan censurar las decisiones que se hayan tomado o se hayan dejado de tomar.

A usted le han alabado por la gestión incluso personas ideológicamente opuestas. ¿Cuál diría que ha sido su mayor acierto?

Evaluarse a uno mismo es difícil. Lo que he pretendido es tener una línea coherente, hablar muy claro a la ciudadanía, explicar siempre cuál es la situación, no esconder ni disfrazar la realidad de la crudeza del drama. También he querido transmitirles que estamos dispuestos a tomar todas las decisiones que sean necesarias en el momento que corresponda.

Por eso, el Ayuntamiento de Madrid, junto con la Comunidad, tomamos decisiones desde el primer momento, sin esperar a que las tomaran otras administraciones. Posiblemente eso nos dio un plus de credibilidad en estos momentos. Es decir: que el discurso es coherente, que no hemos negado nunca la crudeza de la situación, que hemos dicho que hay que tomar decisiones, que seguimos tomando decisiones y que nos estamos adaptando a los escenarios que estamos generando.

¿Y su peor error en esta crisis?

Habremos cometido muchos errores, pero si tuviera que destacar uno fue pensar que balizando las zonas infantiles evitaríamos que hubiera aglomeraciones en los parques. No fue así, nos dimos cuenta del error y al día siguiente cerramos todos los parques y jardines de Madrid.

¿Ha conversado durante la crisis con la alcaldesa de Barcelona?

Sí, tuve una conversación telefónica con Ada Colau. Al final, los problemas que tiene Madrid son semejantes en Barcelona. Su alcaldesa me preguntó por la situación de Madrid, por las medidas que estábamos adoptando aquí. Es bueno compartir las decisiones que hemos tomado y las salidas que cada uno vemos para esta situación.

¿Cree que habrá que volver a alargar el estado de alarma más allá del 12 de abril?

Mi tesis es que se alargue si hay que alargarlo. En estos momentos nadie puede dudar de que estamos en una situación dramática, sin precedentes: fallecen cientos de personas todos los días. Mientras no consigamos ser eficaces en detener la curva de contagios y conseguir vencer la pandemia tendremos que seguir adoptando todas las medidas que sean necesarias.

Es imprescindible que la ciudadanía perciba que desde las instituciones no hacemos requiebro, sino que tomamos las decisiones que se corresponden con la gravedad de la situación. Es la única manera de que la ciudadanía asuma la gravedad de la situación y acepte las medidas que se están tomando por las instituciones.

¿Qué necesitan hoy los hospitales de Madrid? ¿Material, sanitarios?

Los hospitales de Madrid están sometidos a una situación de tensión y a un estrés importante. Estamos ante una situación para la que obviamente no está dimensionada la sanidad. Es una situación sin precedentes. En primer lugar, necesitamos hacer test para evitar que los sanitarios se contagien y los que están contagiados puedan contagiar, es fundamental proteger a los que nos están protegiendo, cuidar a los que nos cuidan. Y, en segundo lugar, tenemos que tener la capacidad de hacer llegar medios materiales cuando sea necesario. Y ahí agradezco la solidaridad de otras comunidades autónomas y garantizarles que, cuando ellos lo necesiten, Madrid estará ahí.

¿Qué comunidades autónomas les ha prestado ayuda?

Que yo sepa Galicia, Castilla-La Mancha y Andalucía han cedido recursos a la Comunidad de Madrid. Estamos muy agradecidos.

¿Cuándo llegarán a Madrid los dos aviones con material sanitario que prometió Isabel Díaz Ayuso el domingo?

Yo no soy el que está al tanto de esa decisión. Estoy seguro de que llegarán lo antes posible y que la Comunidad de Madrid está haciendo todo lo necesario para disponer del material suficiente en todo momento. El esfuerzo sanitario que ha desplegado la comunidad es digno de elogio.

¿Cuál es la situación actual de las residencias de mayores en Madrid: cuántas personas han muerto? ¿Se ha trasladado ya a personas sanas a otros recintos?

Esos datos son de la Comunidad de Madrid. Pero yo he estado en una reunión con la presidenta Isabel Díaz Ayuso y consejeros de la Comunidad de Madrid en la que se diseñó esa estrategia para contener la situación de las residencias de ancianos. Les hemos mostrado la colaboración del ayuntamiento para echarles una mano allí donde haga falta. Se ha centralizado el mando único en la consejería de Sanidad, lo que me parece una decisión acertada. Estamos ante cuestión sanitaria y se van a poner todos los medios materiales y humanos y una serie de medidas, como sacar a todos los ancianos no infectados, tratar darle residencias u hoteles donde puedan estar.

En Madrid se levantó en tiempo récord un hospital de campaña en Ifema con 5.500 camas. ¿Cuántas se usan ya? ¿Será inevitable ampliarlo?

En estos momentos hay 400 camas utilizadas y se prevé que a lo largo del fin de semana se puedan utilizar otras 400. La capacidad inicial son 1.300 ampliable hasta las 5.500. Esperemos que no necesitemos utilizar las 5.500, pero como cualquier escenario es posible, mejor tener todas las medidas previstas.

Felipe VI visitó con usted en Ifema el jueves. ¿Qué le dijo?

Quiero agradecerle el afecto y el cariño con Madrid y su disposición para cualquier gestión que pueda sernos de utilidad.

Tuvo la cortesía de llamar a este alcalde hace una semana. Nos dijo que siguiéramos trabajando duro y actuando como lo estamos haciendo, tratando de infundir confianza y credibilidad ante la ciudadanía. En Ifema felicitó al equipo sanitario y técnico por la hazaña que se ha logrado: que en 72 horas tengamos un hospital en el que hay 400 personas ingresadas. El rey lo resumió perfectamente: desde la unidad se puede conseguir todo y podremos parar esta pandemia.

¿Qué le parecieron las cacerolas a Felipe VI?

Las caceroladas no salvan vidas. Hay algunos que lo que pretenden es desviar la atención sobre sus responsabilidades para que el relato del día después, cuando se venza a la pandemia, no se centre en las responsabilidades que cada uno ha de tener y que hay que exigir a todos los representantes, sino en el debate sobre el rey. Creo que por ahí es por donde va esa cacerolada.

También han habilitado el Palacio de Hielo como morgue. ¿Existe el riesgo de que se colapsen los crematorios?

No. Lo que sí existe es una determinada capacidad para asumir enterramientos y cremaciones y esa capacidad, con el volumen de fallecimientos que hay en Madrid, no se puede garantizar diariamente. Necesitábamos un depósito de cadáveres para poder ir atendiendo a las cremaciones. Pero no riesgo de colapso, aunque sí es cierto que con la capacidad que hay no da tiempo a incinerar o enterrar diariamente a todos los fallecidos que hay en Madrid.

¿Quién es su interlocutor en el Ejecutivo central?

Habitualmente hablo con el delegado del Gobierno, José Manuel Franco, con quien mantengo una relación muy cordial y fluida. También con la ministra de Defensa, Margarita Robles, que ha sido fundamental para montar rápidamente el albergue personas sin hogar o el propio ministerio de Sanidad.

¿El PP debería apoyar unos Presupuestos de emergencia nacional?

La pregunta debería ser al revés: ¿está dispuesto el Gobierno a que los demás grupos parlamentarios acepten un presupuesto de emergencia nacional? Para que, en función de lo que ponga el Gobierno encima de la mesa, poder tomar la decisión.

El PP ha tenido altura de estado, ha apoyado al Gobierno de la Nación y, por tanto, es al Gobierno al que le corresponde poner unos presupuestos encima de la mesa que puedan buscar el acuerdo en esta situación de emergencia nacional.

Lo que se debería preguntar el Gobierno es por qué sus socios parlamentarios no le apoyan en la prórroga del estado de alarma y el PP sí.

¿Qué medidas económicas echa en falta en los reales decretos aprobados por el Congreso?

Echo en falta medidas económicas desde el punto de vista de los autónomos, incentivos fiscales, mayor apoyo a los ayuntamientos: 300 millones de euros es notoriamente insuficiente. A Madrid le correspondería veinte millones, que es lo que llevamos gastado solo en la compra de suministro de material para garantizar el funcionamiento de los servicios esenciales de la ciudad. A partir de ahí vamos a tener numerosísimos más costes.

Vuelvo a reclamar los 420 millones que el Ayuntamiento puede poner en circulación y que únicamente depende de la voluntad política del Gobierno, a quien le pido que entienda que esos 420 millone están mejor en la calle que en amortizar anticipadamente la deuda del Ayuntamiento de Madrid.

¿Cuántas ayudas de empresas privadas y de personas han llegado a Madrid y cuál le ha impresionado más?

Hemos recibido cientos de ofrecimientos de personas y de empresas que ayudan a la ciudad. Hay una particularmente importante, 400.000 euros a través del foro de empresas, que va a posibilitar que un instituto del Hospital La Paz estudie y elabore una posible vacuna para combatir el coronavirus. Pero también hay donaciones anónimas que nos han permitido adquirir, por ejemplo, esos 10.000 test que en estos momentos posibilitan que en los servicios esenciales del ayuntamiento de Madrid podamos hacer un diagnóstico de cuál es la situación de cada una de las personas que están en la primera línea. Son dos de esas cientas donaciones maravillosas. Hoy, por ejemplo, Go Fit nos ha donado veinte respiradores para Ifema. Son donaciones que directamente van a salvar vidas.

¿Qué decisión ha sido la más difícil de tomar?

Hay muchas decisiones difíciles, pero la más complicada fue convertir en morgue el Palacio de Hielo, por todas las implicaciones que conlleva: que un centro de ocio se tenga que transformar en una morgue que, además, está en una zona residencial; además, la repercusión que va a tener sobre las familias que pierden a sus seres queridos, que no pueden hacer velatorios ni entierros con todos los seres queridos. Que los ataúdes en estos momentos estén en el Palacio de Hielo, desde el punto de vista humano, fue muy duro, pero era una medida muy necesaria.

El presidente de Aragón va a pedir a Pedro Sánchez en la próxima conferencia de presidentes que los niños puedan salir al parque de manera coordinada. ¿Lo ve factible?

Tras quince días de aislamiento más la prórroga hay que valorar muy certeramente cuál es la situación de desgaste psicológico en el que se encuentran los españoles. No es nada fácil estar treinta días en confinamiento. Por tanto, sin perjuicio de que tenemos que seguir adoptando medidas, hay que hacer esa valoración y ver si de una u otra manera se puede modular. Por tanto, con las debidas precauciones y las debidas cautelas, habría que valorar ese desgaste y, en consecuencia, ver si se pueden tomar determinadas decisiones.

El mando único limita mucho el poder de las autonomías y los ayuntamientos. Pero, dentro de las competencias que tiene como alcalde, ¿qué más está dispuesto a hacer en Madrid para cortarle el paso al virus?

Hemos pedido al Estado suspender las obras, pero no depende de nosotros. Le pido al ministro de Movilidad que nos responda por escrito sobre qué capacidad tenemos o no de suspender las obras, es una cuestión de seguridad jurídica. Nosotros necesitamos un marco de seguridad jurídica y solicito que se nos responda.

Por otro lado, ejercemos una presencia intensiva de la policía municipal en los 21 distritos de Madrid para controlar que cualquier persona que no tenga que estar en la calle no lo esté.

¿Aún cerraría Madrid o ya no es necesario?

Eso va a depender de la situación en la que nos encontremos y de que se cumplan las previsiones. Pero vuelvo a lo mismo: si se tiene que cerrar Madrid, que se cierre. Pero en función de la situación en la que nos encontremos en cada momento. Por pura responsabilidad no podemos descartar ninguna medida ni ningún escenario vista la situación en la que nos encontramos.

Hay muchos madrileños que se encuentran bien en sus casas que quieren ayudar. ¿Qué pueden hacer?

Nos están echando una mano los voluntarios. Hemos puesto en marcha el servicio adopta un abuelo, un sistema mediante el cual las personas mayores van a poder llamar a un teléfono y se les va a dar conversación. Se intenta paliar la soledad en la que se encuentran. Y lo hemos hecho gracias a voluntarios. Todos son muy bien aceptados: estamos estableciendo distintos programas para que nos puedan echar una mano.

¿Cómo imagina Madrid después del coronavirus?

Desde dos puntos de vista. Primero, desde el orgullo de haber superado la situación más dramática a la que nos hemos enfrentado desde hace muchas décadas. Creo que podremos mirar atrás con orgullo. Veremos las responsabilidades y los sacrificios que se nos pidieron y que hemos superado esta prueba, la más dura a la que nos hemos visto sometidos. A partir de ahí tenemos dos campos de actuación que no podemos abandonar: la emergencia económica y que nadie se quede atrás desde el punto de vista social. Que esta pandemia que tantos estragos nos ha causado desde el punto de vista de enfermos y fallecidos no nos cause estragos desde el punto de vista social.

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