Ya lo advirtió la CUP hace solo unos días: el movimiento independentista "ya no se mantiene" y se ha quedado "huérfano". No solo no cuentan ya con JxCAT y la ERC sino que su estrategia pasa por enarbolar la bandera del soberanismo y liderar acciones de ruptura en solitario. Eso es lo que planearon el pasado mes de enero. El objetivo era ocupar el Parlament de Cataluña en dos ocasiones para denunciar el apoyo de ERC a la investidura de Sánchez y contra la inhabilitación de Quim Torra. 

La formación anticapitalista planeó ocupar la cámara catalana durante 24 o 48 horas después de que la Junta Electoral Central y el Tribunal Supremo confirmaran la inhabilitación de Torra. En ese momento, pusieron en marcha la maquinaria. Según informa Ara, la CUP convocó de manera urgente a sus asambleas territoriales y el 25 de enero comunicó la iniciativa a sus cargos electos. Unos días antes, y en una reunión de coordinación en la que se prohibió entrar con teléfono móvil, un líder del partido comunicó los planes y explicó los riegos de esta acción: de tres a cinco años de cárcel. Todos los allí presentes votaron a favor de ocupar el Parlament. También de que la calle secundara la 'toma' de la calle con una manifestación masiva. 

Durante los días previos, los cupaires intentaron convencer a concejales, alcaldes y diputados de JxCAT, ERC y la CUP. Pero con la máxima discreción. Sin embargo, Quim Torra puso fin a los planes de la CUP al convocar elecciones solo unos días después de que la Mesa del Parlameny cumpliera con el requerimiento de la JEC y el Supremo y le retirara el acta de diputado. 

La idea de ocupar el Parlament comenzó a gestarse tras la sentencia del Tribunal Supremo a los líderes del procés. El propio Carles Riera aseguró que "el Parlament está vacío de poder y de capacidad para dar respuestas políticas a esa situación". Por aquel entonces, concejales, alcaldes y diputados de la CUP fueron citados para hablar sobre encerrarse en el Parlament. Pero la idea cogió forma tras las elecciones generales del 10-N, cuando la CUP logró representación en el Congreso y, sobre todo, ante el apoyo del ERC a la investidura de Pedro Sánchez.

Fui ahí cuando las asambleas territoriales de la CUP se reunieron y retomaron la idea de ocupar el Parlament para denunciar la "claudicación" de los de Junqueras. Pero el calendario les jugó una mala pasada. Las negociaciones fueron rápidas y entre un secretismo absoluto y el debate se hizo durante la Navidad