Cuando todavía era vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera manejaba todos los resortes del poder. Era el hombre fuerte de Evo Morales y, de algún modo, su imagen más homologable ante el mundo. De hecho, para Íñigo Errejón es "el intelectual progresista más sólido actualmente".

En la República Plurinacional de Bolivia, levantada con la Constitución que refundó el país en 2009, él era el representante "racializado" del Gobierno, un número dos no idígena, sino blanco criollo, viajado e intelectual. Eso sí, formado al calor de las guerrillas campesinas de los año 80 en El Salvador, Nicaragua y Guatemala y de su estancia cinco años en prisión por insurrección y terrorismo.

Ahora, retirado de la política, puede considerársele uno de los pocos exiliados y no huidos en el séquito del fugado expresidente Morales. Reside en Argentina, junto a gran parte de los colaboradores de quien tuvo que abandonar el país que había construido a su imagen y semejanza durante dos décadas tras el fraude masivo en las elecciones del 20 de octubre de 2019.

Contra García Linera no se han formalizado cargos, contra su jefe Evo Morales hay una orden de detención por sedición y terrorismo.

MAS y Más País

Este jueves, uno de sus conocidos más queridos al otro lado del charco anunciaba con "verdadera ilusión" la publicación de un libro mano a mano con él. Íñigo Errejón, líder de Más País, fundador de Podemos, diputado y hasta hace unos años, asesor externo del Gobierno de Morales -y donde aprendió "las cosas que más me han marcado en política"-, saca al mercado Qué horizonte. Hegemonía, Estado y revolución democrática (Ed. Lengua de Trapo).

Álvaro García Linera e Íñigo Errejón, en una conferencia magistral en La Paz (Bolivia). E.E.

Desde Argentina, García Linera está a la espera de cómo evoluciona la investigación de una denuncia que el pasado mes de julio presentó contra él un senador opositor. Yerko Núñez (UD), lo acusó ante el Ministerio Público de malversación de fondos, uso indebido de bienes públicos y otros delitos. ¿La razón? Haber gastado 27.000 boliviano (unos 3.500 euros) del presupuesto nacional para imprimir folletos de publicidad del partido de Morales, el MAS (Movimiento al Socialismo).

Más País se llama también el partido de Errejón, venido a menos tras su salto a la política nacional que se saldó con un solo escaño -el suyo-, además del que sacó cada una de sus dos alianzas, Equo y Compromís. En todo caso, su atractivo político aún moviliza a un lado y otro del Atlántico. Entre otras razones porque mantiene los contactos que realizó en el pasado. Y no sólo de manera personal, hay estructuras, fundaciones, think tanks... aún en marcha, e incluso de reciente creación, para alimentar la biblioteca.

Celag, centro de todo

Una de ellas es Celag (Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica), estructura montada en 2014 por Alfredo Serrano Mancilla, a quien el mismo Nicolás Maduro nombró "el Jesucristo de la economía" por sus ideas colectivizadoras... y, sobre todo, por su libro El pensamiento económico de Hugo Chávez (2014). Antes, había publicado ¡Ahora es cuándo, carajo! Del asalto a la transformación del Estado en Bolivia, mano a mano con... Íñigo Errejón.

Mancilla ha sido considerado el anclaje residente de Podemos en Latinoamérica. Doctor en Economía por la Universidad Autónoma de Barcelona, residió en Bolonia, donde realizó estudios predoctorales, como Pablo Iglesias. Y en la actualidad es colaborador de medios de comunicación de línea editorial izquierdista como Público, y otros, al servicio del discurso antioccidental de Vladimir Putin, como Russia Today.

Alfredo Serrano Mancilla bromea con Nicolás Maduro en un acto público del régimen venezolano. E.E.

Cuando montó Celag, al amparo del entonces presidente ecuatoriano Rafael Correa -hoy integrante de su Consejo Consultivo-, Serrano Mancilla quiso reunir a un viejo amigo como Juan Caros Monedero, al vicepresidente boliviano García Linera... y a Sergio Pascual, mano derecha de Errejón y cabeza cortada por Iglesias al frente de la Secretaría de Organización en la primera gran crisis de Podemos, en 2016.

Así que todo queda en casa. Huidos de la Justicia, enfrentados por ambiciones personales y traiciones políticas... el grupo de jóvenes que aprendió de los regímenes bolivarianos hace una década antes de traer los movimientos de masas a Madrid, con el 15-M en 2011, siguen teniendo un foro común al otro lado del charco.

"Pensamiento emancipador"

Así, Errejón mandaba este jueves un comunicado a todos sus seguidores a través de la red Telegram presumiendo de haber podido trabajar "con un referente político e intelectual" como García Linera para "contribuir a actualizar y fortalecer el pensamiento emancipador".

Más allá de la tendencia del examigo de Pablo Iglesias al lenguaje grandilocuente de difícil comprensión, lo cierto es que este ejemplar reúne las reflexiones y experiencias de estos últimos años de colaboración mano a mano, "mucho estudio y mucha pasión condensados en un libro que espero sea útil a pensar, más allá de las coyunturas, la transformación social", sostiene Errejón.

El libro, dice, tiene "un objetivo militante". Tanto que, a pesar de que la nota venía acompañada de un enlace para comprarlo online, "mejor acudid a vuestras librerías, que son lugares maravillosos que hay que cuidar".

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