El proyecto de Vox para abolir la "Memoria Histórica" acuñada por el PSOE consta de cuatro páginas. La proposición de ley ha sido registrada esta semana en el Parlamento de Andalucía. En su breve contenido, no hay rastro del franquismo ni de la dictadura.

La extrema derecha limita el ámbito de actuación de su norma a la Guerra Civil, "que discurre oficialmente desde el 18 de julio de 1936 hasta el 1 de abril de 1939". Tal y como informó este diario, Vox se planteó incluir a los "asesinados entre 1931 y 1975" para que, así, "se reconociera también a las víctimas de la República". Pero la conclusión, finalmente, ha sido ésta: circunscribir la restauración de la "concordia" al conflicto armado -"asesinados por los dos bandos", y dejar fuera el franquismo.

"Los españoles caídos murieron por una idea de España que, errada o no, era una noción de lo que ellos estimaban mejor para su patria", reza el proyecto. Justo a continuación, se alaba la Constitución de 1978 por su contribución a la "paz y el entendimiento". El relato esbozado por los de Abascal viaja abruptamente desde 1939 hasta la Transición.

La proposición de ley ha soliviantado a PSOE, Podemos y las asociaciones memorialistas... pero también a PP y Ciudadanos, que han recriminado a Vox su "afán de protagonismo". El Gobierno andaluz -formado por naranjas y azules- ya ha aclarado que no votará a favor del texto de la extrema derecha.

Abascal también prepara un proyecto similar para el Congreso de los Diputados. Preguntados al respecto, han preferido no contestar a las preguntas de este diario. En más de una ocasión, distintos líderes de Vox han especificado que en su partido entran "los que están a favor del franquismo y los que están en contra".

"Buscadores de huesos"

Benito Morillo, uno de los diputados andaluces que ha registrado esta propuesta, fue quien vertió en pleno debate parlamentario la expresión "buscadores de huesos" para referirse a aquellos que indagan sobre los desaparecidos.

La proposición de ley describe la "Memoria Histórica" del PSOE como un artefacto encaminado a crear "una Verdad Oficial", lo que entraña el riesgo de "desembocar en un poder totalitario".

En su "título único", Vox ordena derogar la ley de Memoria andaluza, aprobada en 2017, y todas las demás normas "de igual o inferior rango" que se opongan a lo establecido en estos papeles.

El objeto y finalidad es "dar el reconocimiento debido a todos los caídos en la Guerra Civil, con independencia del bando en el que lucharan". Un elemento que, a priori, podría concitar varios apoyos parlamentarios, pero que ha suscitado un "no" unánime por ese olvido de lo que vino a partir de 1939: casi cuarenta años de dictadura.

Se establece el "derecho de los familiares a conocer el paradero de aquellas personas que, durante la Guerra Civil y por cualquier motivo, desaparecieron o fueron enterradas en lugar desconocido o en alguna fosa". Una vez más, ni rastro de la dictadura.

La catalogación de las "víctimas" abunda en esta idea: se considerarán así "todas aquellas personas que, con motivo de la Guerra Civil, hayan desaparecido o sea incierto su destino o la sepultura de sus restos".

¿Qué va a hacer el Gobierno andaluz?

El Ejecutivo andaluz se sostiene en los votos de Vox. Pero PP y Ciudadanos ya han manifestado su disconformidad con la propuesta. Los de Juanma Moreno ya han avanzado que trabajan en su propio texto, que luego será consensuado con los de Juan Marín.

En Ciudadanos, hablan de "actitud dislocada" por parte de Vox y advierten: "El rumbo lo marcamos el PP y nosotros". Igual que en el resto de asuntos, todo dependerá del precio que pongan los de Abascal a sus escaños y del importe que PP y Cs estén dispuestos a pagar.

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