María Jesús Montero sustituirá a Isabel Celaá como portavoz del Gobierno y continuará como ministra de Hacienda en el ejecutivo de coalición PSOE-Podemos, del que este jueves también han trascendido los titulares de las cuatro vicepresidencias: Pablo Iglesias (Derechos Sociales y Agenda 2030); Carmen Calvo (Presidencia y Relaciones con las Cortes); Nadia Calviño (Economía y Digitalización) y Teresa Ribera (Transición Ecológica y Reto Demográfico).

La titular de Hacienda era una de las favoritas para este puesto junto a la vicepresidenta, Carmen Calvo. Ambas fueron situadas en todas las quinielas una vez trascendió que Irene Montero ocuparía Igualdad (hasta ahora un área de Calvo) y Nadia Calviño la vicepresidencia económica, superando en rango a Montero, otro puntal del Ejecutivo en la materia. 

Finalmente, Montero será la cara visible del Ejecutivo cada viernes y tendrá la nada fácil tarea de bregar con los periodistas, últimamente muy críticos con la falta de comparecencias de Pedro Sánchez y la limitación de preguntas cuando sí las acepta. 

Ministra valorada

Montero es una ministra muy valorada por Sánchez, que la situó en un área clave como Hacienda, un ministerio de ministerios y la almendra de la administración gracias al control del gasto público. 

Además, Montero es valorada por la prensa gracias a su talante cercano y afable, así como por Unidas Podemos. La titular de Hacienda fue la negociadora del acuerdo programático junto a Pablo Echenique por parte de los morados. 

Por último, Montero había asistido con resignación al anuncio de Calviño como vicepresidencia económica. Hasta entonces, ambas habían disfrutado de una proyección similar, pero la elección de Sánchez colocó a Calviño por encima, algo que no gustó en Hacienda. 

Montero sale recurrentemente en todas las quinielas para renovar el PSOE andaluz tras la pérdida de la Junta en las últimas elecciones autonómicas, a las que Susana Díaz concurrió como candidata. En ese sentido, ocupar la portavocía le proporcionará un protagonismo destacado y regular que podría servirle como trampolín.