Si Pedro Sánchez es investido, habrá un referéndum en Cataluña. Así se desprende del acuerdo firmado entre el PSOE y Esquerra Republicana. Los socialistas, tal y como ha quedado por escrito, han aceptado someter a una "consulta ciudadana" los resultados de la Mesa de negociación entre gobiernos.

Esa "bilateralidad" guiará la gestión de Moncloa en relación al procés. Para conseguir el apoyo de la formación regida por Oriol Junqueras, Sánchez ha aceptado la constitución de esa Mesa, que empezará a funcionar, como tarde, "quince días después de formarse el gobierno". La votación se realizará en torno a los mecanismos jurídicos previstos... o que "puedan preverse".

Con esa coletilla, Sánchez se ha abierto a explorar modificaciones legales en torno a ese referendo sobre "el futuro de Catalunya". Es pronto para conocer el tono de la pregunta. Dependerá de los resultados de la negociación, pero el documento recién sellado otorga la "libertad de contenidos" al PSOE y al Govern de la Generalitat.

Por tanto, vía libre para que los separatistas pongan la autodeterminación sobre la mesa. Y Sánchez, aunque la desdeñe a día de hoy, se verá obligado a debatirla. Lejos de dar un portazo, deberá -como mínimo- "valorar y argumentar" al respecto. Tal es la literalidad del papel rubricado por el PSC y ERC.

Esta circunstancia coloca al Sánchez de 2020 en las antípodas del de 2019, que llegó a proponer en el debate electoral la prohibición de los referendos ilegales en Cataluña. El Gobierno habla de ajustarse al marco jurídico actual, pero al mismo tiempo reconoce la posibilidad de modificarlo.

Los socialistas, como quedó de manifiesto al inicio de las negociaciones con el nacionalismo catalán, han aceptado la retórica cocinada por Esquerra Republicana: a lo largo del texto, aparece en varias ocasiones la expresión "conflicto político". Se habla de "superar la judicialización" para llegar al "entendimiento".

La cumbre de Pedralbes se instaurará, por tanto, de manera continuada. Esa Mesa entre gobiernos establecerá "plazos concretos para sus reuniones" y se encuadrará en un marco de "seguimiento y garantías de cumplimiento". Cada Ejecutivo decidirá los participantes de su delegación, que tendrá carácter "paritario".

Finalmente, el Consell Nacional de Esquerra Republicana ha aprobado con mayoría atronadora este acuerdo con el PSOE. Frente a los 196 votos a favor, 3 noes y 4 en blanco.

Así han quedado encauzadas las diferencias entre Torra y Junqueras. El presidente de la Generalitat venía apremiando a sus socios de coalición a exigir la autodeterminación como condición imprescindible. Aunque no quede recogida en los papeles, el acuerdo concede al Govern la "legitimidad" para sacarla a debate.

Con este pacto, Pedro Sánchez salva el principal obstáculo que le alejaba de la investidura. Este domingo, salvo espantada de alguno de sus múltiples socios -ya se ha caído de la terna el PRC-, el secretario general del PSOE será investido de nuevo.

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