El Consejo Nacional de ERC se reunirá este jueves a las 17:00 para avalar el acuerdo al que los negociadores del partido han llegado con el PSOE y dar el sí definitivo a la investidura en segunda vuelta de Pedro Sánchez con la abstención de los republicanos. A pesar de las presiones tanto de JxCAT como de la ANC, partidarios de impedir la investidura del presidente en funciones, nadie en ERC espera sorpresa alguna en el resultado de la votación.

Dicho de otra manera. A media tarde, la presidenta del Congreso Meritxell Batet tendrá la confirmación oficial de que el último obstáculo para la investidura de Pedro Sánchez ha sido despejado de su camino hacia la Moncloa.

El previsible aval del Consejo Nacional de ERC al pacto con el PSOE llegará después de que Sánchez haya cumplido todos y cada uno de los requisitos que los republicanos le han exigido.

En primer lugar, la creación de una futura mesa de negociación extraparlamentaria en la que se sentarán Gobierno y partidos nacionalistas catalanes en pie de igualdad. En segundo lugar, la celebración de una consulta ciudadana, sólo en Cataluña, que avale al acuerdo al que se llegue en esa mesa. Y, en tercer lugar, la petición de la Abogacía del Estado al Tribunal Supremo para que este permita la salida de la cárcel de Oriol Junqueras para la recogida de su acta de eurodiputado en Bruselas.

Una oportunidad para ERC

El Consejo Nacional de ERC es el máximo órgano del partido entre congresos. Está constituido por 270 miembros que incluyen a la Ejecutiva Nacional del partido más una heterogénea mezcla de militantes, alcaldes, consejeros, presidentes de federaciones comarcales, portavoces del partido y militantes de las juventudes del partido.

El presidente actual del Consejo Nacional es Josep Maria Jové, número dos de Junqueras, diputado en el Parlamento autonómico catalán, miembro del trío negociador republicano junto a Gabriel Rufián y Marta Vilalta, y propietario de la famosa Moleskine en la que se anotó la hoja de ruta del procés.

Si en ERC prácticamente nadie duda del aval del Consejo Nacional a la investidura de Pedro Sánchez, en el PSOE las dudas son incluso menores. La frase de Marta Vilalta "es una oportunidad que el independentismo tiene que aprovechar", utilizada por la oposición como prueba de las cesiones que el PSOE ha concedido y piensa conceder en el futuro a los separatistas, es vista sin embargo por el socialismo como la prueba de que los republicanos no se echarán atrás a última hora. Y eso aunque la presión durante las últimas horas en Cataluña ha sido intensa para que los republicanos se echen atrás y digan no al pacto con el PSOE

Ventana de oportunidad

La presión ha llegado tanto de JxCAT, y en especial de Quim Torra y Laura Borràs, como de la ANC. La presidenta de la asociación separatista, Elisenda Paluzie, ha llegado a pedir a las bases de ERC que se nieguen al pacto con el argumento de que este encamina a España "a una segunda transición tutelada por el aparato judicial y policial del Estado español". "Consultar sobre acuerdos políticos no es consultar sobre la autodeterminación" ha dicho Paluzie.

Según la líder de la ANC, en uno o dos años se abrirá "una ventana de oportunidad muy grande" con un hipotético segundo referéndum de independencia en Escocia o con la supuesta reunificación de Irlanda tras el brexit. Paluzie ha insistido también en la idea de que un pacto entre el PSOE y ERC que no incluya la autodeterminación transmitirá internacionalmente la idea de que el "conflicto catalán" está en vías de solución, lo que en su opinión devuelve al separatismo a la casilla de salida

El anuncio del acuerdo ha abierto también una crisis en el gobierno autonómico catalán entre JxCAT y ERC. Preguntada sobre la posibilidad de que ese acuerdo de gobierno pudiera incluso romperse a raíz del pacto entre el PSOE y los republicanos, Borràs respondió el lunes que JxCAT esperaría a tomar una decisión hasta ver "el alcance del acuerdo entre el PSOE y ERC".

Pero la batalla de fondo no es la investidura de Pedro Sánchez, sino la presidencia de la Generalidad. JxCAT sabe que el acuerdo entre ERC y PSOE augura un más que posible futuro tripartito de ERC, PSC y Podemos en la Generalidad, y que el apoyo del PSOE a los republicanos refuerza su pole position en la futura carrera por la presidencia de la comunidad autónoma