El presidente de la Generalitat, Quim Torra, felicitó la Nochebuena con un mensaje en Twitter en el que hace alusión a dos de sus obsesiones: los Tribunales y los "Países Catalanes". Torra recurrió para su propósito a un fragmento del Canto de la Sibila, un canto con melodía gregoriana que se interpreta tradicionalmente en Mallorca desde finales de la Edad Media, y que hace referencia al Juicio Final. 

"Jesucristo, Rey Universal, hombre y verdadero Dios eterno, del cielo vendrá para juzgar, y a cada uno lo justo dará", ha escrito Torra. Para añadir a continuación: "El Canto de la Sibila se oirá esta noche en los Países Catalanes. Feliz Navidad".

Pese a que esta pieza es popular en Mallorca y en Alguer (Cerdeña), apenas tiene tradición en Cataluña o la Comunidad Valenciana, por lo que la afirmación de Torra de que podrá escucharse en lo que el nacionalismo denomina "Países Catalanes" es una quimera.

Sin embargo, la alusión del presidente catalán -que acaba de ser inhabilitado por la Justicia pero que se mantendrá en el cargo hasta que el Supremo falle sobre su recurso- no está hecha a la ligera. Se enmarca en el propósito de los separatistas de extender su influencia a los territorios colindantes y dar mayor impulso a su reclamación del derecho de autodeterminación.

Objetivo: la autodeterminación

En este sentido, el Parlament aprobó el pasado mes de septiembre con los votos de JxCat, ERC y la CUP una propuesta en la que se afirma que Cataluña "pertenece a una realidad nacional más amplia, la de los Países Catalanes". En ella se "insta" a la apertura de "un proceso de diálogo y concertación con los agentes políticos, sociales, económicos y culturales del conjunto del ámbito nacional, así como con sus instituciones".

En el texto se defiende también el propósito de "prever, concretar y eventualmente consensuar las vías de reconocimiento y ejercicio de soberanía y del derecho a la autodeterminación en todo el ámbito de los Países Catalanes".

Apenas un mes después de presentar esta iniciativa, Torra promovía la Declaración de la Llotja de Mar, la firma de un documento en Barcelona en el que participaron partidos independentistas catalanes, baleares, vascos (sin el PNV) y gallegos, junto a dos formaciones valencianas (Esquerra Valenciana y República Valenciana) sin relevancia política alguna. En la declaración, se defiende como "una causa justa" el derecho a la autodeterminación de estos territorios.

Aquel acto llevó al presidente valenciano, Ximo Puig, a dirigir una carta a Torra pidiéndole que "no contamine" a la Comunidad Valenciana con sus "ansias soberanistas". Sin embargo, Puig tiene entre sus socios de gobierno a Compromís y a Podemos, que han solicitado la amnistía de los presos del procés y que comulgan con los planteamientos del nacionalismo catalán.

Bofetada a Murcia y Almería

La obsesión de Torra con los "Países Catalanes" también le valió duras críticas cuando, con ocasión de las graves inundaciones sufridas este otoño en Alicante, Murcia, Albacete y Almería, sólo ofreció ayuda a la Comunidad Valenciana.

El presidente catalán escribió en su cuenta de Twitter que estaba "preocupado viendo el daño que están haciendo las lluvias estos días en el País Valenciano". Y añadía. "Me he puesto a disposición de Ximo Puig; ¡todo el apoyo y toda la solidaridad, valencianas y valencianos!".

Muchos interpretaron estas palabras como una bofetada y una muestra de insolidaridad hacia los afectados de Murcia, Albacete y Almería, y así lo hicieron notar en las redes sociales.

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