ERC ha convocado a su militancia el lunes para que vote sobre la posición a tomar en relación con la investidura de Pedro Sánchez. La pregunta que va a plantear no es inocente, ya que lleva implícita la que parece ser la intención de la dirección del partido, que es desbaratar los planes de PSOE y Unidas Podemos: "¿Está de acuerdo con rechazar la investidura de Pedro Sánchez si previamente no hay un acuerdo para abordar el conflicto político con el Estado a través de una mesa de negociación?"

El referéndum se llevará a cabo de 9:00 a 20:30 horas y alrededor de las 21:00 se conocerá el resultado. La abstención de los independentistas es clave para que la votación de la investidura salga adelante, pero el clima no es el mismo que tras las generales de abril. Entonces, ERC, en voz de su portavoz parlamentario, Gabriel Rufián, incluso animó a socialistas y morados a no desperdiciar una "oportunidad histórica", avisando de que tras una repetición electoral la situación no sería la misma.

Los republicanos quieren que Sánchez se comprometa a una negociación sobre la autodeterminación de Cataluña, algo que no exigían en verano, cuando fracasó la investidura. El motivo es la sentencia del procés, que, como advirtió Rufián, trastocaría todo. Quieren votar "no" pero que la decisión no parezca propia, ya que ese rechazo coincidiría con el de partidos como Vox. Tanto es así que antes de esta consulta a las bases buscaron una posición conjunta con JxCat y la CUP que repartiera responsabilidades.

"Entre iguales" y sin vetos

La última vez que el partido ahora presidido por Oriol Junqueras preguntó a los suyos fue en 2006, cuando la militancia, en contra de lo que deseaba la cúpula, votó en contra de apoyar el proyecto de reforma del Estatut de Cataluña. ERC se vio forzada a obedecer, lo que supuso finalmente su salida del Govern y que el primer ejecutivo tripartito saltara por los aires.

La portavoz Marta Vilalta insiste comparecencia tras comparecencia en la "mesa de negociación" como 'línea roja' para desbloquear la situación. Esa mesa, sostiene, debe tener un calendario, ningún veto o condición sobre los temas a abordar y asegurar que las dos partes se traten "entre iguales".

Sánchez se quedaría sin opciones para la investidura en su aventura con Pablo Iglesias. PP y Ciudadanos cierran toda puerta si no rompe con su socio. Y ése sólo sería el primer paso.

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