Óscar de Alfonso (Valencia, 1967) -si empleamos la terminología política propia de la campaña electoral- es el presidente de los masones. Fue investido Gran Maestro en 2010. Cada mandato, cuatro años. Ganó sus últimas elecciones hace algo más de doce meses. Es raro verle en los periódicos porque los “hermanos”, generalmente, rehúyen la confrontación mediática. “Pero se ha traspasado una línea roja”, justifica este valenciano de profesión abogado.

Francis Franco, en pleno debate sobre la exhumación, verbalizó en varias ocasiones: “Mi abuelo tuvo dos enemigos. Los comunistas y los masones”. De Alfonso considera “intolerable” que, cuarenta años después, el nieto de su perseguidor les vuelva a “colocar en el punto de mira”. En los últimos tres años han sufrido “una veintena de ataques”: desde huevazos hasta mazazos en la puerta. El último, poco antes de que el Gobierno trasladara al dictador. La Gran Logia provincial de Madrid amaneció pintarrajeada y con vivas al que se autoproclamó “Caudillo”.

Cansado de guardar silencio ante las vejaciones, el Gran Maestro masón reta a Francis Franco: le ofrece tomar un café para “sacarle de su ignorancia” y “romper los clichés que le inculcaron de niño”. “Su abuelo intentó exterminarnos. Estoy seguro de que me entenderá cuando se lo explique”, asevera.

Antes de empezar, De Alfonso matiza: los masones no son de izquierdas ni de derechas. Todos caben. Los masones creen en un gran arquitecto del universo, que puede llevar el nombre de Dios, Alá o Buda... Según su barómetro interno, la religión mayoritaria entre los hermanos es la cristiana. Un argumento que, según el Gran Maestro, desmonta desde el principio el “anticatolicismo” que les atribuyó Franco.

El Gran Maestro no suele dar entrevistas, y menos con una campaña electoral a la vuelta de la esquina. ¿Por qué ha decidido conceder ésta?

En los últimos años hemos sufrido más de una veintena de ataques. Todos y cada uno de ellos han sido denunciados. Pero no los publicitábamos por miedo a una especie de efecto llamada. Nos han lanzado huevos, nos han puesto pegatinas de Franco, nos han dibujado cruces gamadas y puntos de mira en las sedes… ¡Incluso han llegado a golpear la puerta de la Logia con una maza!

¿Y qué ha cambiado para que den un paso al frente? 

Ahora, sedes militares, iglesias y oficinas de partidos políticos han sufrido algo similar a manos del mismo grupo de intolerantes. ¡Basta ya! Que se sepa. En la Gran Logia de Chile han tenido que hacer una mudanza de los cuadros. Otro templo masónico, también en ese país, ha sido incendiado. En Nueva York, hace poco, sufrimos un ataque con cóctel molotov. Es como si nos estuvieran marcando, como si nos pusieran una estrella de David en el pecho. ¿Y si se pasa de los mazazos en la puerta a una agresión física? Acepto esta entrevista para que la gente lo sepa. 

Esta semana, mediante un comunicado, ustedes acusaron a los Franco de volver a situar a la masonería en el punto de mira. ¿Podría argumentarlo?

Nosotros contestamos a unas declaraciones de Francis Franco en El País, el nieto mayor del dictador. Dijo una frase que me puso los pelos de punta: “Mi abuelo sólo tenía dos enemigos. Comunistas y masones”. Eso no tiene ni pies ni cabeza. Por muy nieto de Franco que sea, ¿cómo se atreve a opinar en 2019 que nosotros éramos sus enemigos? ¡Es justo al revés! Fuimos víctimas de un exterminio. Es Historia. Para completar aquello de la conspiración judeomasónica le faltó mencionar a los judíos, pero con ellos ahora no se atreve. No tuvo agallas para decirlo. Su abuelo creó un Tribunal de Represión dedicado a nosotros.

El ataque a la Logia llegó poco después de las palabras de Francis Franco. ¿Establecen una relación causa-efecto?

No creo que Francis Franco tenga influencia en nadie. Esos grupos cometieron un ataque transversal contra todas las entidades que le comentaba. Estaba planificado. Los culpables fueron grupos de extrema derecha y reducido cerebro. Atacan a los masones por culpa de ese imaginario colectivo creado por Franco. Ni nos preguntaron por la exhumación ni nosotros nos posicionamos al respecto. Por cierto, el desentierro fue decidido por los tres poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial.

Dijo una frase que me puso los pelos de punta: “Mi abuelo sólo tenía dos enemigos. Comunistas y masones”

¿Qué le diría a Francis Franco si se encontrara con él?

Le diría que está completamente equivocado. Absolutamente. Tal vez no sea su culpa, sino de que nadie le haya explicado qué es la masonería y quiénes son los masones. Yo me ofrezco a explicárselo.

¿Estaría dispuesto a tomarse un café con él? 

¡Por supuesto! Los masones ejercitamos la tolerancia y profesamos el respeto. No le voy a escupir en la cara. Todo lo contrario. Le pondría sobre la mesa los motivos por los que está equivocado. Haré todo lo que esté en mi mano para sacarle de esa ignorancia. Ojalá se quite esos clichés que le inculcaron de pequeño. Lo del café lo digo de verdad, no de forma impostada. Estrecharía su mano. Si tiene dos dedos de frente, se daría cuenta enseguida de su error.

¿Podría resumir, para quien no lo sepa, cómo fue esa persecución de la que habla? ¿Cuáles son los datos más rigurosos?

4.000 masones ejecutados durante la Guerra Civil. 80.000 expedientes policiales abiertos y miles de condenas. Con el tiempo, se aparcaron los fusilamientos, pero se les condenaba a doce años de cárcel y se les prohibía ejercer su profesión -a los abogados, profesores, periodistas…-. 

¿Por qué cree que Franco hizo de los masones -junto al comunismo- su gran enemigo?

Tuvo una enfermiza obsesión con los masones. Franco no era tonto. Ni mucho menos. Él buscó una especie de quinta columna, alguien al que calificar como peligroso y así mantener movilizados a los suyos. No eran negros ni judíos. Eran como los demás. Algo así como: “Están infiltrados en nuestras filas y conspiran para derribarnos”. Le venía estupendo.

Se cuenta que el dictador intentó ser masón antes de 1936 y que fue rechazado. ¿Eso está acreditado o es un bulo? 

Lo he escuchado varias veces… No existe -o no se ha encontrado- una prueba escrita de que sea cierto. Para mí es un rumor, un mito. Su hermano Ramón sí fue masón. Y lo más seguro es que su padre también lo fuera. Lo de Ramón está comprobadísimo y lo segundo… a un 90%. 

¿Por qué al 90%?

No he visto un papel como en el caso del hermano, pero he leído a renombrados historiadores que lo manifiestan. El padre de Franco abandonó a su mujer y a sus hijos. Quizá el dictador desarrollara, a partir de ahí, un odio particular. Aunque a su hermano Ramón no le pasó factura. Tampoco a los militares sublevados que fueron masones. Utilizaba esa imagen de la conspiración judeomasónica cuando le convenía.

Su hermano Ramón sí fue masón. Y lo más seguro es que su padre también lo fuera

Francis Franco asegura que Zapatero, autor de la ley de Memoria Histórica, es masón. ¿Le consta?

Francis demuestra tener más boca que cerebro con esas declaraciones… Zapatero no es ni ha sido masón. Sí lo fue su abuelo, un militar represaliado.

Sin dar nombres -entiendo que sus códigos se lo impiden-, ¿puede decirme si figura algún hermano masón en las estructuras del Gobierno? En la II República, llegó a haber 170 diputados masones en el Congreso... 

Hay algunos masones en el Senado, un par en el Congreso… Muchos en los parlamentos autonómicos, en las consejerías, en las direcciones generales… Donde más presencia tenemos es en Canarias, con siete alcaldes. Pero eso no significa nada. La masonería es un reflejo de la sociedad. También hay masones en paro, periodistas, mecánicos o albañiles.

¿Esos dos diputados son declarados o mantienen secreta su condición?

Lo son de manera confidencial. Estoy convencido de que si salieran de ese armario masónico tendrían algún problema... ¡Dentro de su propio partido! Lo respeto. En cualquier caso, la presencia política de los masones es minoritaria. Y me alegro. Así me es más fácil explicar por qué no somos un lobby.

A día de hoy, cuarenta años después de la dictadura, ¿qué porcentaje de masones, aproximadamente, hace pública su condición?

La mayoría lo lleva en secreto. Pero le digo una cosa: en los últimos años lo ha contado muchísima gente. Hay dos Españas masónicas: una abierta que lo dice y sale en los periódicos, ubicada en el litoral, desde Cataluña hasta Málaga y las islas; y otra muy conservadora, reacia a la exposición, desde Madrid a las Castillas pasando por Navarra y Galicia.

¿Tiene la sensación de que, actualmente y en líneas generales, ser masón está mal visto o genera desconfianza? 

Hay un problema entre los hermanos. El no salir, muchos lo tienen dentro, es más cosa nuestra que de la sociedad. Muchos hermanos piensan que eso les traería problemas, como por ejemplo un despido o un divorcio. No hay señales de que eso vaya a suceder, pero ellos piensan que ocurrirá. Las sombras están, sobre todo, en nuestro cerebro.

La presencia política de los masones es minoritaria. Y me alegro. Así me es más fácil explicar por qué no somos un lobby

¿Por qué los ritos deben ser secretos? 

Los rituales masónicos son simbólicos. Explicamos nuestras enseñanzas y principios en base a unos cuantos símbolos. Creamos un ambiente ritualístico y el candidato debe interpretarlo. Es una experiencia muy sensorial, también dirigida al corazón. Esos ritos implican una iniciación. Y toda iniciación, históricamente, ha sido secreta. El candidato pasa unas pruebas y nosotros lo aceptamos. Si el ritual fuera público, ¿para qué pasar pruebas? Pedimos un voto de confianza. Hacemos ritos secretos, pero no son horribles. No hay sangre, no matamos un pollo, nada.

¿Abrir la Gran Logia de España a las mujeres no sería un signo de avance y modernidad? ¿Por qué no lo hacen?

Somos una orden masculina. Hay otra femenina. Lo respetamos y aceptamos. También existe otra mixta. No tengo ningún problema.

Pero las dejan fuera de su 'credo'… digamos que no les permiten pertenecer a la masonería “oficial”. 

Seguimos una tradición milenaria, que nos dice que somos una orden masculina. 

Más allá de la tradición, ¿tienen algún motivo?

Aceptamos esa tradición libremente. Tenemos muy claro cuál es nuestro ADN. No lo vamos a cambiar. Tal vez sea una posición difícil de explicar y de comprender. Lo lamento. Me gusta que haya mujeres masonas. Pienso que pueden serlo, pero no en la Gran Logia de España.

Noticias relacionadas